El PSOE rompe las negociaciones con Unidas Podemos por la consulta a sus bases

A una semana de la votación en el Congreso, el PSOE no cuenta con ningún apoyo para la investidura de Pedro Sánchez más allá del Partido Regionalista de Cantabria y, en una entrevista en la Cadena Ser, el presidente en funciones da por rotas las negociaciones para conseguir el sí de Unidas Podemos. A pesar de que la consulta a la militancia fue anunciada semanas atrás, Sánchez se muestra «sorprendido» y considera que la misma «supone de hecho una ruptura de la negociación«. El candidato a presidente durante los próximos cuatro años afirma haber realizado «cinco propuestas» que «decayeron el pasado viernes»: «Hemos hecho 5 propuestas a UP. En la última, ofrecí por 1ª vez en democracia incorporar perfiles cualificados de Unidas Podemos al Consejo de Ministros. El viernes Iglesias dio por rotas las negociaciones convocando una consulta que no incluye esta propuesta».

Sánchez considera que la consulta de Podemos sobre un Gobierno del PSOE en solitario con acuerdo de programa o del PSOE en coalición con Unidas Podemos, entrando su socio en el Gobierno es «una mascarada bien grande del señor Iglesias para justificar su no». Asimismo, cree que la consulta no incorpora su oferta de incorporar perfiles técnicos «cualificados» y «profesionales». Ante la propuesta de incorporar ministros de Unidas Podemos cree que «una de las principales tareas de un presidente es hacer su equipo» y añade «no soy una persona de vetos, pero tampoco acepto imposiciones».

Las «cinco propuestas» de Sánchez a Unidas Podemos

El candidato socialista asegura que es la primera vez “en 40 años de democracia” que una fuerza política plantea a otra entrar en el Consejo de Ministros y ha lamentado que Iglesias lo rechazara: «No solo dijo que no, sino que al día siguiente calificó de idiotez esta propuesta«. Si bien, Sánchez nunca llegó a ofrecer a miembros de Unidas Podemos entrar en el Consejo de Ministros, sino que habló de «perfiles técnicos» propuestos por su «socio preferente». Iglesias le contestó el pasado viernes «la política la tienen que hacer los dirigentes de los partidos y no los tecnócratas».

Sánchez define sus cinco propuestas de esta manera: la primera fue un Gobierno en solitario del PSOE con el apoyo externo del grupo confederal; la segunda, un Ejecutivo de cooperación con miembros de Unidas Podemos en escalones secundarios de la Administración; la tercera, incorporar al Consejo de Ministros a ministros independientes de «reconocido prestigio» propuestos por Iglesias; la cuarta, «rebobinar» y comenzar de nuevo la negociación a partir de los contenidos; y la quinta, nombrar ministros de Unidas Podemos con «cualificación».

Las consultas a la militancia del PSOE: para legitimar o deslegitimar decisiones ya tomadas

Preguntado por una consulta a los militates del PSOE, Sánchez sostiene que «tiene que hacer una consulta si llega a un acuerdo. ¿Para qué voy a hacer una consulta sobre algo que no existe? Es más, me parece que las consultas son un elemento que puede legitimar tu decisión pero también puede deslegitimar tu decisión si se utiliza de una manera torticera como está haciendo el señor Iglesias».

Así pues, Sánchez se presenta a esta investidura únicamente con una «apelación a la responsabilidad» del resto de fuerzas políticas. Mantiene que la consulta a las bases de Podemos es un «no a un gobierno de izquierdas por segunda vez», y califica como tal, como «gobierno de izquierdas», el que intentó formar con Ciudadanos: «ya lo hizo en 2016, y ahora también».

Reacciones al anuncio de Pedro Sánchez

Alberto Garzón, través de Twitter, ha reprochado al líder socialista que pretenda obtener el «apoyo incondicional» de los demás grupos a su investidura.»Pedro Sánchez inicia una campaña mediática para culpar del bloqueo al resto de los partidos», ha escrito Garzón. «Lleva tres meses así, dando vueltas en círculo a ver si aparece por arte de magia o chantaje esa mayoría».

Por su parte, Juan Carlos Monedero ha anunciado que «comienza la semana del chantaje», y ha pedido a Sánchez «respeto a los casi cuatro millones de votantes» de Unidas Podemos.