Nueva protesta por la Sanidad Pública en Carabanchel: Jueves 15 de febrero

Conscientes de que el abandono de la sanidad pública madrileña es generalizado en toda la región, vecinos y vecina de Carabanchel nos organizamos y coordinamos con otras asambleas y plataformas en defensa del derecho a la salud que han ido surgiendo por todo la Comunidad de Madrid y confluimos en un espacio de acción conjunta, la coordinadora Vecinas/os de Barrios y Pueblos de Madrid, plataforma que impulsó las dos marchas que con el lema “Madrid se levanta por la sanidad pública” se convirtieron en las manifestaciones más multitudinarias jamás celebradas por la Sanidad Pública en Madrid (el 13 de noviembre de 2022 y el 12 de febrero de 2023) y la posterior Consulta Popular por la Sanidad (del 17 al 23 de abril de 2023).

Esta coordinadora ha convocado para la mañana del 14 de febrero concentraciones ante la puerta de 5 grandes hospitales de la región, con para denunciar que como la Atención Primaria ha sido desmantelada, las urgencias se colapsan.

El comunicado de Vecinas/os de Barrios y Pueblos de Madrid para explicar la convocatoria de protestas ante los hospitales describe la situación de abandono de numerosos centros de salud en las zonas y barrios populares y de clase trabajadora de Madrid. “En los Centros de Salud falta plantilla en todas las categorías. Personal administrativo y enfermería están siendo obligadas a asumir tareas que no les competen y para las que no están preparadas. Nos obligan como pacientes a explicar a las y los trabajadores administrativos nuestro motivo de consulta, contraviniendo la confidencialidad de datos, y estos administrativos tienen la responsabilidad de decidir el tiempo que puede demorarse nuestra cita.

La enfermería sobrecarga sus agendas para atendernos, intentando reducir la carga de las interminables agendas médicas, aunque finalmente el diagnóstico y el tratamiento recae en la consulta médica.

En Madrid faltan 500 facultativas, tanto de medicina de familia como de pediatría y sus plazas están vacantes, por lo que muchas y muchos de nosotras no tenemos médico asignado. Esto supone un grave riesgo para nuestra salud y nuestra vida.

Se ha perdido la esencia de la Atención Primaria, no hay tiempo para la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, no hay participación comunitaria. Hemos perdido la continuidad asistencial.

La Atención Primaria es el gran pilar que sostiene a la Sanidad. Una Atención Primaria fuerte, con orientación preventiva y comunitaria, junto a una Atención Hospitalaria bien dotada, son claves para aumentar los niveles de salud y de bienestar de nuestros barrios y pueblos.

En Abrantes y en Carabanchel no podemos más que estar plenamente identificados con este diagnóstico de los problemas de la Atención Primaria y de los centros de salud, ya que los vivimos en nuestros propios cuerpos.

Tres de los 8 centros de salud de Carabanchel están entre los calificados como “caídos” por el principal sindicato de médicos y médicas de Madrid. El de Abrantes, junto al de Carabanchel Alto o Nuestra Señora de Fátima están entre los 18 centros de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid donde la “situación es crítica por la grave falta de médicos de familia y pediatras”.

La situación actual del centro de salud Abrantes es un caso especialmente sangrante de los efectos de los recortes en la Atención Primaria y en la sanidad pública: tiene ahora cerca del 45% de médicas/os de familia que hace cuatro años (este consultorio tiene sobre el papel 17 plazas de facultativos y facultativas pero sólo atienden 8) para un barrio de más de 30.000 personas.

El abandono por parte de la Consejería de Sanidad de los centros de salud de Carabanchel es innegable y es innegable su desprecio por el bienestar y las necesidades de los vecinos y vecinas que precisan atención sanitaria. Consideramos inadmisible la situación porque en la práctica se niega el derecho a la atención primaria a las personas que tienen estos centros de salud como centro de referencia. Y con la negación del acceso a la Atención Primaria, que es la puerta de entrada al sistema sanitario, se nos niega el acceso a la salud. Es una negación de un derecho fundamental para las personas afectadas.

Esta situación contrasta con la que se da en otros centros de salud de las zona Norte de Madrid que no sufren las enormes carencias que afrontamos aquí. Este hecho supone una marcada e injustificable discriminación hacía nosotros y nosotras que vulnera el principio básico de igualdad.

Estamos hablando de una cuestión de derechos y de salud.