Redacción •  Actualidad •  11/05/2018

El PCM propone un amplio encuentro programático que inicie antes del final del verano un proceso de confluencia en la región

 La unidad popular no implica uniformidad política. La necesidad de la convergencia nace de la existencia de otros agentes políticos y sociales relevantes que, sin compartir al cien por cien nuestra ideología y nuestros fines, plantean un proceso de transformación social que pasa por romper con el régimen (fuerzas rupturistas). Más allá, existen otros agentes que no plantean de forma prioritaria la ruptura democrática, pero sí comparten la necesidad de un proceso de transformación social profundo. Estos sectores pueden ser estatales, regionales o simplemente estar centrados en el ámbito local. Con ellos es posible fraguar acuerdos programáticos en un proceso de acumulación de fuerzas. Esta pluralidad de tradiciones políticas y de posiciones ante determinadas cuestiones es intrínseca a la unidad popular. Por lo tanto, debemos naturalizar las discrepancias políticas, siempre y cuando estas no atenten contra el programa construido y aprobado.

El PCM propone un amplio encuentro programático que inicie antes del final del verano un proceso de confluencia en la región

Madrid, 11 de mayo de 2018.

El Partido Comunista de Madrid (PCM) reitera su voluntad por construir espacios de unidad popular lo más amplios posibles y que sean capaces de disputar el poder político en todos los ámbitos, tal y como lo establecieron el XX Congreso del PCE y la XI Asamblea Federal de IU. El PCM concreta esa voluntad poniendo a toda la militancia comunista a disposición de un gran encuentro programático amplio con otros colectivos para antes del final del verano en la Comunidad de Madrid. Un encuentro que debe ser el pistoletazo de salida del proceso, con todos sus actores potenciales. 
 
Así lo establece el documento que ha aprobado el Comité Regional del partido, tras haber sido debatido por sus más de sesenta núcleos. La alta participación en los debates convocados en los núcleos y en el número de reuniones celebradas para este Comité Regional monográfico sobre convergencia, deja clara la importancia capital que para el Partido Comunista de Madrid tiene el construir un proceso político transparente, democrático y de constante ida y vuelta entre la dirección y los núcleos. 
 
En el debate ha quedado claro que al hablar de las perspectivas electorales y al presentarnos a ellas, las comunistas no abandonamos, ni mucho menos, nuestro horizonte estratégico, que ha sido ampliamente debatido y explicitado en nuestros congresos: sumar fuerzas para la ruptura con el actual régimen y tejer alianzas para poner en marcha un proceso constituyente de carácter republicano, federal y socialista. Este objetivo no se consigue de la noche a la mañana, sino que forma parte de una estrategia a medio y largo plazo en el que la confluencia con otros sectores populares es absolutamente necesaria.
 
En ese sentido, para nosotros el conflicto social es un elemento central y vertebrador de la unidad, y entendemos que el proceso de convergencia debe participar también en el impulso de la movilización social, única garantía que permite pensar en un imprescindible cambio político y social. En ese sentido, el PCM considera fundamental que el proceso de convergencia esté implicado en la llamada a todos los ciudadanos a seguir sumándose a las movilizaciones en curso: en las del movimiento feminista; en defensa de los sistemas públicos de pensiones, enseñanza y sanidad, así como el apoyo a las lucha por el empleo, el salario y las condiciones de trabajo dignas y contra la precariedad o aquellas que demandan el derecho a la vivienda, a la ciudad y a la vida digna frente a las estrategias depredadoras del capital.
 
Aquí resumimos estas consideraciones de las comunistas madrileñas:
 
1) El PCM quiere volver a dejar clara su determinación máxima por construir un espacio amplio y unitario(Escenario A) que aglutine a todas las fuerzas, colectivos y personas que se sitúan a la izquierda del PSOE, para lo que entendemos imprescindible reforzar el ala rupturista(componente del Escenario B) frente a los sectores menos avanzados de ese espacio político amplio. Ambas cosas no sólo no son contradictorias sino que son perfectamente compatibles. Aún así, hoy por hoy, no descartamos ninguno de los escenarios descritos en el informe.
 
2) La tarea prioritariade las militantes comunistas en Madrid ha de ser trabajar para que exista un Encuentro amplio de carácter programático antes de finales del verano en la región. Cada militante de cada núcleo tratará de incorporar a ese proceso a todo su entorno social y político de transformación, a fin de que ese Encuentro sea un total éxito.
 
3) Los acuerdos de despacho son un marco inasumible para construir una alternativa real que dispute el poder políticoen nuestra región y supondrían el fracaso de facto de la apuesta por la unidad popular como un instrumento de transformación de la realidad política, económica y social. 
 
4) Es imprescindible que el procesosea lo más democráticoposible, y con esto nos referimos a que se generen dinámicas participativas en la elaboración del programa político, del funcionamiento del espacio y de la posterior candidatura. 
 
5 )Es pronto para determinar la fórmula final de elección de candidaturas, así como en qué ámbito debe producirse la celebración de primarias (IU, el espacio superador, etc.). El requisito democrático (insistimos que imprescindible) no se debe circunscribir a los nombres de la candidatura sino a la elaboración del programa (en este sentido es fundamental construir espacios amables de debate y deliberación), el desarrollo de la campaña y a las vías de participación (antes, durante y después de las elecciones) de todos los agentes y activistas que formen parte de la misma. Por tanto, no es válido un proceso “de escaparate”, sino un espacio en el que la vinculación de múltiples colectivos sociales y activistas requiera de un debate profundo y participado del programa.
 
6) El resultado del proceso de construcción de la candidatura y de dicho programa debe ser vinculante. Esto sólo se puede conseguir mediante la creación de mecanismos políticos de resolución de conflictos a posteriori y mecanismos de rendición de cuentas efectivas de los cargos públicos. Es necesaria una fiscalización del trabajo institucional posterior para que no se repitan errores que hemos sufrido estos años.
 
7) La unidad popular no implica uniformidad política. La necesidad de la convergencia nace de la existencia de otros agentes políticos y sociales relevantes que, sin compartir al cien por cien nuestra ideología y nuestros fines, plantean un proceso de transformación social que pasa por romper con el régimen (fuerzas rupturistas). Más allá, existen otros agentes que no plantean de forma prioritaria la ruptura democrática, pero sí comparten la necesidad de un proceso de transformación social profundo. Estos sectores pueden ser estatales, regionales o simplemente estar centrados en el ámbito local. Con ellos es posible fraguar acuerdos programáticos en un proceso de acumulación de fuerzas. Esta pluralidad de tradiciones políticas y de posiciones ante determinadas cuestiones es intrínseca a la unidad popular. Por lo tanto, debemos naturalizar las discrepancias políticas, siempre y cuando estas no atenten contra el programa construido y aprobado.
 
8) El 26J nos enseñó que una simple coalición electoral es insuficiente. Es necesario que exista una misma campaña, con una presencia común y un programa conjunto. Lo contrario nos condena a un proceso poselectoral plagado de conflictos y discrepancias, y a la disgregación de las distintas fuerzas que compongan el espacio unitario. No salimos a pactar una simple candidatura electoral, sino que aspiramos a construir un movimiento popular amplio y unitario.
 
9) La construcción del movimiento político y social superador no debe depender del resultado final del proceso electoral. Es decir, las comunistas apostamos, en cualquiera de los escenarios, por la construcción de un espacio de unidad regional y local.E independientemente de que forma adopte la candidatura, todas las posibilidades deben pasar por reforzar el escenario B y, por lo tanto, por forjar un consenso no únicamente electoral con las fuerzas políticas, colectivos sociales y activistas que apuesten por la ruptura. Esta tarea emana directamente de los acuerdos del XX Congreso del PCE y de lo que conocemos como la superación de IU.
 
10) Por último, y como no podía ser de otra forma, hacemos nuestro el llamamiento de nuestro referente electoral, IU Madrid, y llamamos a todas las comunistas a trabajar en coordinación con las compañeras de Izquierda Unida para lograr los objetivos que nos hemos propuesto.


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