CGT denuncia que las reuniones entre Marruecos y el Estado español solo persiguen “frenar” la migración “a cualquier precio”
CGT exige que desde las instituciones democráticas del Estado español se frene la escalada de ataques a los cuerpos de Salvamento Marítimo y a las organizaciones de ayuda humanitaria.
CGT Mar y Puertos, a través de un comunicado, ha denunciado que la actual situación en el Mediterráneo y en la Frontera Sur responden al fracaso de las políticas europeas y españolas en materia de migración, como demostrarían las medidas que desde el gobierno del Estado español se han impuesto en los últimos meses en Salvamento Marítimo.
CGT considera que la actual situación en el estrecho de Gibraltar y en el mar de Alborán, y la deriva de las políticas europeas responden a una grave falta de valores políticos y humanos que se agrava peligrosamente por el auge de las formaciones y grupos de extrema derecha, quienes culpan sin fundamento a las personas migrantes y pobres a través de un mensaje racista que poco a poco va calando en la sociedad. En este sentido, desde CGT Mar y Puertos denuncian una constante criminalización de los cuerpos de rescate y de las oenegés de ayuda humanitaria que operan en las costas españolas, exigiendo que desde las instituciones democráticas se frene esta escalada de ataques a las mismas.
Ante esta realidad, los anarcosindicalistas continúan denunciando el desmantelamiento de un ente público y civil como Salvamento Marítimo –con la retirada de efectivos humanos y materiales como el Punta Salinas de Gran Canarias- o las limitaciones de otros buques importantes en la lucha contra la contaminación como el Clara Campoamor, estable en Málaga con varios agentes de la Guardia Civil a bordo para cumplir con los cambios en los protocolos decididos en Sasemar en relación al rescate de vidas humanas en la mar.
Desde CGT se continuará exigiendo que las labores de Salvamento Marítimo, ente con más de 25 años de historia, continúen realizándose por profesionales. En este sentido, CGT quiere recalcar que Marruecos no es un país que pueda garantizar el respeto de los Derechos Humanos más elementales, como corroborarían informes que denuncian torturas en cárceles y comisarías por parte de las fuerzas de seguridad, presos políticos, limitaciones a la libertad de expresión, de reunión, prensa, etc. por lo que el trabajo de rescate de seres humanos no puede quedar en manos de cuerpos sin preparación para ello bajo órdenes de gobiernos autoritarios y con pocas garantías de respetar los derechos de las personas.