Redacción / FesP •  Actualidad •  05/01/2018

La reforma de RTVE en el limbo de los políticos

Debería llenarles de bochorno su incapacidad para llegar a un acuerdo que permita aplicar la reforma que ellos mismos aprobaron; aunque algunos de mala gana.

La reforma de RTVE en el limbo de los políticos

El último intento para que los grupos parlamentarios consensuaran la normativa del concurso público que renovaría el Consejo de Administración y al presidente de RTVE ha resultado un fracaso; ahora, según dicen los respectivos portavoces, serán las Mesas conjuntas del Congreso y del Senado las que tendrán que «interpretar» si la renovación del Consejo de Administración de RTVE y la de su presidente se realiza en base a la antigua ley o bien se aplica la reforma aprobada por las Cámaras el pasado mes de septiembre.

Ante esta nuevo sainete que vuelve a poner en evidencia las pocas ganas del Gobierno Rajoy de ceder la plaza de sus manipulaciones. Cuatro miembros del grupo de estudios Teledetodos (Pedro Soler, Enrique Bustamante, Rafael Díaz y Roberto Méndes) han publicado en infolibre.es una dura crítica a esa incapacidad parlamentaria.

Los mencionados señalan: Si aceptamos que una parte inherente de la política consiste en prometer lo que se va a hacer, y de explicar a continuación por qué no se ha hecho, los grupos parlamentarios van a tener especialmente difícil de explicar la falta de acuerdo sobre la comprometida reforma de RTVE, que va a llegar al final de año envuelta en tantas contradicciones que ni los propios letrados del Congreso pueden aclarar qué pasaría si no se cumple el plazo estipulado para la elaboración del reglamento” que ha expirado. precisamente, el pasado 31 de diciembre.

Así, continúan expresando: “¿De verdad es imposible que los grupos partidarios de impulsar la reforma se pongan de acuerdo en la elaboración de un reglamento y en la constitución de una comisión que permita elegir por concurso a un consejo paritario de 10 miembros y al presidente (o presidenta) de RTVE? Perdón por el vulgarismo, pero no cuela. Si bien es cierto que algunos grupos han mostrado a lo largo del año su voluntad inequívoca de recuperar la independencia de la Corporación RTVE y el pluralismo en la elección parlamentaria de sus órganos, el hecho fehaciente es que ya sea la aritmética parlamentaria, las diferentes propuestas para desgubernamentalizar el medio, los pactos inconfesables para no ceder el control ejercido durante décadas, o una suma de todo ello, lo que ha conducido la reforma a un punto muertoen el que ciertos grupos políticos parecen haber encontrado una zona de confort para no arriesgar con la fórmula del concurso público.”

Los firmantes concluyen: “Lo que ha sucedido es un contrasentido frente al que los grupos no podrían plantear más excusas que su propia incompetencia, la dejación o puede que el boicot (en alguno de los casos), para evitar que la comprometida reforma entre en vigor con garantías de independencia, o lo que es peor, que el texto avanzado a duras penas a lo largo del año sea rehén de su propia inconsistencia y entre en escena la peor de las interpretaciones: una continuidad de la actual presidencia hasta el mes de junio de 2018.

(…) Un acuerdo sobre la reforma de RTVE, aunque sea in extremis,sería la mejor manera de ganar credibilidad ante estos crecientes desafíos que dan la medida de la calidad democrática de un país. Lo realmente importante es que el procedimiento sea transparente, que garantice que se seleccione a candidatos de probada competencia profesional y trayectoria de servicio público, de modo que los consensos parlamentarios requeridos por la ley no degeneren una vez más en cuotas de poder en la composición del Consejo. La voluntad política puede hacer que todo sea muy complejo o sorprendentemente sencillo, tan sencillo como primar el interés general, el compromiso adquirido y el consenso a los intereses de partido.”


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