Las organizaciones ecologistas manifiestan su oposición al anuncio de la mayor inversión de la historia en aeropuertos

La ampliación de infraestructuras aeroportuarias y el crecimiento del transporte aéreo son incompatibles con los compromisos climáticos.
Las inversiones previstas tendrán importantes impactos negativos sobre la biodiversidad y la salud de las personas, y son inviables en el escenario de crisis energética.
Las organizaciones firmantes demandan que las inversiones presupuestadas se inviertan en un modelo de movilidad que priorice aquellos modos de transporte más utilizados por el conjunto de la población y garanticen una movilidad sostenible.
Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF rechazan el anuncio del presidente del Gobierno de un plan de inversión histórico de casi 13.000 millones de euros para la modernización y ampliación de capacidad de la red de aeropuertos gestionados por Aena. Una decisión que choca frontalmente con los compromisos adquiridos como país.
Mientras se celebra la Semana Europea de la Movilidad, y en un contexto en el que España ha asumido el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte un 42 % para 2030 respecto de 2005, el Gobierno español ha anunciado un plan que sigue reforzando el transporte más contaminante. Este anuncio es incompatible con la lucha contra la emergencia climática y supone un retroceso en los esfuerzos para reducir las emisiones del sector del transporte, el más emisor de la economía española, con una contribución 32,6 % al total de las emisiones de gases de efecto invernadero en España.
Para las organizaciones, ampliar aeropuertos supone estimular de forma directa el aumento de vuelos y, por tanto, de emisiones y de contaminación local, afectando al clima, a la salud de las personas y a la biodiversidad de los territorios donde se ubican. Según un estudio de la ONG europea Transport & Environment, la contaminación producida por los aviones sería la causa de 52.205 casos de hipertensión, 64.918 de diabetes y 5.340 de demencia en torno a los aeropuertos de Barcelona, Madrid, Málaga y Palma de Mallorca.
“El anuncio de la mayor inversión aeroportuaria de la historia justo durante la Semana Europea de la Movilidad lanza, además, un mensaje claro de incoherencia, en el que el discurso sobre la movilidad sostenible se queda en un plano simbólico, mientras se sigue apostando por el crecimiento del transporte más contaminante por pasajero-km transportado”, han afirmado.
Entre 2013 y 2019, las emisiones del sector aéreo en España aumentaron un 45 %, muy por encima de otros países como Francia (18 %), Alemania (16 %) o Reino Unido (19 %). En 2024, el transporte aéreo de España fue el segundo con más emisiones de toda la Unión Europea (UE): generó 22,6 millones de toneladas de CO₂, lo que equivale a casi la mitad de todas las emisiones de Suecia en ese año.
El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2027-2031, presentado ayer por Pedro Sánchez, contiene, entre otras, intervenciones encaminadas a la ampliación de capacidad de 13 aeropuertos de la red de Aena en España: Tenerife Norte, Tenerife Sur, Lanzarote y Madrid (ya con proyecto de ampliación), por un lado; y Barcelona, Málaga, Melilla, Valencia, Alicante, Santander, Bilbao, Menorca e Ibiza, por otro, en fase de diseño funcional.
Las organizaciones han concluido: “Los proyectos de ampliación de aeropuertos constituyen ejemplos claros de una política de transporte centrada casi exclusivamente en la construcción de grandes infraestructuras en favor de los medios más contaminantes, como el avión. Esta visión de la movilidad promovida por el Gobierno se sitúa en el extremo opuesto al modelo hacia el que necesitamos transitar en el contexto de emergencia climática en el que nos encontramos: un modelo orientado al fomento de los modos de transporte más eficientes energéticamente y con menores emisiones, y en el que las inversiones prioricen las necesidades de desplazamiento del conjunto de la población, incluyendo especialmente a quienes disponen de menos recursos y no tienen acceso al avión, y no la rentabilidad económica de unos pocos operadores económicos”.
Las organizaciones firmantes han apuntado tres razones principales por las que exigen al Gobierno la cancelación del proyecto de ampliación de aeropuertos:
3. Destrucción de la naturaleza y proyectos en contra del interés general. Estos proyectos responden asimismo a los intereses de los grandes capitales inmobiliarios y del turismo masivo, que tratan de obtener réditos a corto plazo en la crisis global actual. Un modelo que está en el origen del aumento de desigualdades, la expulsión habitacional, la destrucción del comercio de proximidad de los barrios, la precarización y explotación laboral, la contaminación del aire y sonora, el aumento exponencial en las emisiones de CO2 y la pérdida de espacios agrarios y naturales, como la destrucción de la laguna de la Ricarda que supondría la vulneración de las directivas europeas y un golpe mortal al Delta del Llobregat.
Por una movilidad sostenible
Por todo lo anterior, las organizaciones y colectivos firmantes reclaman al Gobierno las siguientes actuaciones: