José Enrique Centén Martín •  Opinión •  30/10/2017

El cinismo enfrenta a los cínicos

Comportamiento de lo que está ocurriendo en Cataluña, un enfrentamiento entre representantes de la burguesía catalana y del resto de España. La catalana inflamó y ha engañado a la ciudadanía (siempre engañada), con la soflama nacionalista y el “seny catalán”, pero esa burguesía abandona a los ciudadanos en cuanto han visto que la República Catalana no tiene cabida en Europa y estaría fuera de los privilegios y aranceles comunitarios, en definitiva, lo que caracteriza a los de siempre, en este caso “la pela es la pela” expresión tan característica en ellos. Ya el pueblo les importaba poco, pero ahora están abandonando incluso a sus títeres políticos que tan bien les han servido con la privatización de Recursos y Beneficios Sociales incluso se están resquebrajando esos títeres, los antiguos CiU (cambió de nombre por la herencia de Jordi Puyol) hoy llamado PDcat, posiblemente sean las abstenciones, y como siempre habrá un chivo expiatorio y será la CUP la que pague los platos rotos, particularmente no entiendo esa alianza con partidos tan opuestos en su concepto de derechos ciudadanos, alianza que les llevará o llevaría a un enfrentamiento tarde o temprano y lo utilizarán los elementos facciosos para culpar a la izquierda, salvo a la domeñada socialdemocracia, de todos los males de Cataluña y de España.

Y ocurrió el 27 de octubre el Parlament aprobó en base a un Referéndum técnicamente ilegal y sin garantías democráticas, y con voto secreto, por 70 votos a favor, diez en contra y dos abstenciones proclamaron su república, 82 votos sobre 135, con 53 ausencias.  Ausencias importantes no solo por el hecho de discrepancias políticas contra la independencia, el PP y los naranjas, se escudan en el incumplimiento de la Constitución, incluso el niño de las Azores apela a ella, cuando él votó e hizo propaganda en contra en 1978. Esos dos partidos no quieren el dialogo, quieren imponer, proceder del fiel reflejo de su alimentación política al amamantarse de las ubres nazifranquistas de sus predecesores y deseosos de imponer el artículo 155 con el máximo rigor, incluso el subconsciente de algunos ya lo ha apuntado, el deso de la entrada del ejército a saco, o la de su portavoz bocazas, el fusilamiento de Puigdemont. Y por otro lado ese partido socialdemócrata que se dice de izquierdas se pone de perfil, mascullando más que analizando de que esa no es la manera, pero sin dar la cara en el Parlament esgrimiendo su voto en contra, como hicieron Sí Que Es Pot (PODEMOS), y a los que tachan ahora de no ser consecuentes (solo les falta esgrimir la coletilla de Irán y Venezuela).

Los representantes en cualquier parlamento deben de ejercer su opinión y no salir en desbandada porque presuman su derrota, eso es de cobardes en todas las situaciones, en este caso política, y lo hicieron bajo la promesa, como tantas del incumplidor de la Moncloa, la Reforma de la Constitución, necesaria por obsoleta y en la que tendría que modificarse artículos, en especial en el 14 de la Constitución, para eliminar privilegios, aforamientos de políticos, jueces, incluso en FFAA, del Orden Público y limitando el del Jefe del Estado o Presidente de la Nación. Regular el derecho a voto en forma de Referéndum para lo concerniente a España y su forma de Estado, un Estado sin privilegios particulares, esa reforma prometida caerá en el olvido por dilatación, se crearán comisiones (para cobrar sueldos) hasta las próximas elecciones y vuelta a empezar con las falacias de los de siempre.

Falacia igual como la aplaudida (por los tres partidos y prensa adicta) al discurso de apoyo de uno de los VI borbones al artículo 155, y en contra de la legalidad de la votación para proclamar la República. No es de extrañar que esté en contra de cualquier votación, es de considerar su acierto, ya que él no fue elegido por los votos sino heredero de una rancia y abyecta dinastía impuesta por Franco antes de su muerte.

Siendo de las primeras medidas del art. 155 de la Constitución aplicar el Artículo 432 del Código Penal – “El delito de malversación definitiva contempla una doble forma comisiva, de modo que puede ser cometido activamente, sustrayendo los caudales o efectos públicos, o de forma omisiva, cuando el funcionario o autoridad consiente que sea un tercero quien los sustraiga”.

Malversación de fondos públicos por la urnas, 200.000€, pena de cárcel de 4 a 8 años. Cuando la sustracción no alcance la cantidad de 4.000 euros, se impondrán las penas de multa superior a dos y hasta cuatro meses, prisión de seis meses a tres años y suspensión de empleo o cargo público por tiempo de hasta tres años.

Será para algunos independentistas por la compra de urna, pero a nadie han encarcelado y si lo han hecho  fueron liberados a los pocos meses, como ocurre con los responsables de los millones defraudados en: ERES falsos de Andalucía, la operación Campeón, el Palma Arena, los trapicheos del Instituto Nóos (con parte de la familia del VI en Suiza, donde no hay tratado de extradición), Gürtel, Púnica, Valencia, Galicia, Murcia, Castilla-León, Burgos, Castellón, el 3% catalán, los Puyol…

A pesar de la declaración de una Fiscal declarando corrupto “abrumadoramente al ver acreditada” la caja B, y que la financiación ilegal del PP sirvió para ganar elecciones., nada les ocurre a los responsables de este partido y por ende del gobierno, porque una parte significativa de Fiscales y Jueces, están estrategicamente situados en la Judicatura para servir a ciertos intereses y aplicando ”des-justicia”, ciegos a ciertos colores de partidos políticos o financieros, por ser los sostenedores del fulcro y la cruz de la balanza justiciera. Los cínicos tienen el poder y se jactan de su cinismo ejerciéndolo.

 


Opinión /