Cecilia Zamudio •  Opinión •  23/12/2019

Colombia: Un país que siembra cuerpos

Colombia: Un país que siembra cuerpos

«Colombia: Un país que siembra cuerpos», es una de las acciones en protesta contra el Genocidio que ha perpetrado y sigue perpetrando el Estado colombiano contra la población, dentro de una Estrategia Estatal diseñada para callar la reivindicación y la organización social, para callar la protesta contra el brutal saqueo capitalista que padece Colombia. El Exterminio de miles de líderes sociales, que continúa en la actualidad, se inscribe dentro de esa Estrategia Estatal del Terror para mantener la injusticia social. El Exterminio es perpetrado a través de las herramientas represivas del propio Estado, que cuentan con «asesoría» estadounidense (militares, paramilitares y policía).

La acción política y artística «Un país que siembra cuerpos» fue realizada desde un puente de Medellín, el 22 de diciembre, en el marco de las gigantescas movilizaciones del Paro Nacional en Colombia, que cumple ya un mes.

La clase trabajadora, la clase explotada se levanta contra el saqueo capitalista y el empobrecimiento que conlleva para las mayorías. En todo el país, pese a la brutal represión y al toque de queda impuesto por el régimen, el Paro ha sido masivo: bloqueos de carreteras y paro productivo. Varias semanas de manifestaciones. Más de un millón de personas manifestando en las calles de Bogotá, cientos de miles en otras ciudades, semanas sucesivas de movilización. El régimen ha asesinado, lisiado y mutilado de sus ojos a varias personas durante el paro: vidas truncadas por un Estado que perpetra exterminio contra las personas que se oponen a la rapiña capitalista y al empobrecimiento que provoca para las mayorías, mientras un puñado de multimillonarios acumula fortunas. Además de asesinar, la policía también perpetró golpizas aberrantes y detenciones a granel, varios periodistas también han sido brutalmente golpeados. Hay miles de heridos por la brutalidad policial.

Colombia es otro país que se suma a las gigantescas protestas continentales contra el saqueo capitalista y las medidas económicas que impone el FMI. En Colombia la injusticia social es dantesca: la privatización de la sanidad (que enriquece a un puñado de multimillonarios) empuja a millones de colombianos a morir por inasistencia médica; la privatización de la educación excluye a millones de personas del acceso a la educación. Las familias viven endeudadas para poder salir adelante, esclavizadas al pago de intereses. El saqueo de la naturaleza por parte del capitalismo transnacional devasta montañas y ríos, dejando socavones donde un día hubo verdes bosques y desplazando de manera forzada a millones de campesinos, desposeídos de sus tierras. A todo lo anterior se suma la explotación laboral aberrante, y la imposibilidad de reivindicar por justicia social sin correr un elevadísimo riesgo de padecer exterminio a manos de las herramientas militares o paramilitares del Estado colombiano. Estos y muchos más, son los motivos del paro nacional y la lucha que continúa. Porque esto no para.


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