Carmen Álvarez Marín •  Opinión •  23/06/2017

Víctor Mora ha recurrido al populismo rancio para sacar rédito político

Víctor Mora ha recurrido al populismo rancio para sacar rédito político

La inminente instalación del monumento rociero en Bajo de Guía refleja dos aspectos sobresalientes. Por una parte, que el alcalde, Víctor Mora, ha claudicado a las presiones de un lobby pseudoreligioso, que ha conceptuado la instalación del mamotreto, de unos ocho metros de alto y entre 4 y 5 toneladas de peso, como una demostración de fuerza económica y social capaz de influir en la decisión de un alcalde, de tal manera que traiciona la Constitución, así como, lo aprobado en los documentos congresuales de su propio partido respecto a la laicidad y la aconfesionalidad de las administraciones públicas. A buen seguro que esta claudicación no va a quedar solo con la instalación del citado monumento, ya que si este lobby ha comprobado que la debilidad política del alcalde le hace mostrarse servil a sus demandas, éstas seguirán creciendo y no precisamente solo en el ámbito de las manifestaciones religiosas.

El otro aspecto sobresaliente del asunto y lógicamente relacionado con el anterior, tiene que ver con la poca esperanza que debe tener el alcalde en que su gestión municipal sea aprobada y reconocida por la mayoría ciudadana, cuando tiene que recurrir a este tipo de populismo rancio para sacar rédito político, que de otro modo no conseguiría a juzgar por la situación de abandono de la ciudad. Esta decisión es una prueba más de algo a lo que viene recurriendo el alcalde y Equipo de Gobierno (PSOE) sin complejo alguno, que no es otra que a falta de gestión encaminada a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ofrece tan solo «circo y pandereta» con la que distraer la opinión publica, eso si, a través de los medios de comunicación locales adiestrados a la causa con los dineros de todos los sanluqueños/as.

Desgraciadamente Sanlúcar está a la cabeza de ciudades de más de 50 mil habitantes con mayor tasa de desempleo y mayor tasa de población en riesgo de pobreza y exclusión social. Pero esta lamentable realidad no distrae al alcalde, Víctor Mora, en su centro de interés, que no es otro que perpetuarse al precio que sea en el sillón de alcaldía. Recientemente hemos sabido como el Defensor del Pueblo Andaluz pide a 16 municipios andaluces que garanticen la alimentación en vacaciones a menores vulnerables y en riesgo de exclusión social. Entre estos municipios se encuentra por desgracia Sanlúcar, algo que no ocupa ni preocupa al alcalde, mas interesado en satisfacer la demanda chantajista de quienes quieren ver reflejado su rostro, previo pago, en un mamotreto megalómano fuera de toda realidad.

No me gustaría terminar esta pequeña reflexión sin señalar que en la denuncia de este despropósito no vale ponerse de perfil mediante posturas equidistantes, ni mostrarse timoratos, ni conformistas ni mucho menos huidizos a las distintas movilizaciones que se convoquen en rechazo al monumento rociero, en el que falta verdadero sentimiento religioso y sobra muy mucho, urgencias en conseguir rédito político que tranquilice a quien ve ya peligrar su estatus social económico gracias a la política, que de otra manera ni en sueño podría disfrutar.


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