Alvaeno Alvaeno •  Opinión •  21/03/2017

Pasar de puntillas por la vida

“Una sociedad atenazado por el miedo, es una sociedad muerta”.

Avalon Bretón

Estamos inmersos en una sociedad sumida en el miedo; desposeído, el ser humano, de identidad, se convierte en una especie de máquina, un ente incapaz de adquirir un compromiso, el compromiso que es capaz de asumir, es solo consigo mismo (fomentado por el sistema capitalista), para sobrevivir, que es a lo que se nos ha condenado, a la pura supervivencia, se involuciona convirtiéndose en meros animales, ya, casi irracionales, porque se les ha borrado el sentido de la razón.

Un ejército de psicólogos, y pseudo psicólogos dan las pautas para vivir en “libertad” convenciendo a la masa de que es mejor, para alcanzar esa “libertad”, no tener expectativas de nada,  vivir el presente, sin pensar en el futuro, esto, no es más que fomentar el consumo, todo vale en este sistema, y no importan los daños colaterales, que siempre los hubo, los hay y seguirá habiéndolos. Sobre todo porque nuestra libertad acaba donde empieza la nariz del otro, y sin respeto no puede haber libertad, pero el respeto hace tiempo que fue enviado a la papelera de reciclaje.

Pasar de puntillas por la vida, sin involucrarse, sin adquirir compromisos, es lo más fácil, lo más cómodo, y lo que mejor resulta para el capitalismo y el consumismo. Nadie se compromete, o casi nadie, se involucra en los asuntos del otro, solo en los asuntos propios, como soma, como panacea de la libertad, y para ser verdaderamente libres, primero, tenemos que aprender a respetar al otro, y que el otro también nos respete a nosotros, sin este mutuo respeto, no hay libertad ni vida que valgan la pena vivir.

Vivir el presente sin expectativas ni compromiso es vivir en una cárcel, las expectativas y el compromiso son el motor de la vida, sin ellos no se puede vivir, ni el presente, ni nada. Nos dicen, borra el pasado, y como monos amaestrados lo ponemos en práctica, como si pudiéramos engañar a la memoria, y ya todos lo saben, el ser humano que no recuerda su pasado, está condenado a repetirlo, y siguen con los mantras para distanciarnos, para anularnos, y vaciar de contenido al ser humano, ejércitos de cantantes, músicos , actores, productores…, lavan el cerebro de la masa con el discurso del vive ahora, que no hay mañana, se borran del mapa los sentimientos, las relaciones caen en picado, se usa y se tira sin miramiento al otro, y se sale corriendo a la primera dificultad, por miedo a luchar, sí, luchar para el otro, para acabar con la insolidaridad, con la empatía; nos dicen, primero tú, y tú y quizás después el otro.

Excluyen sin más, invisibilizando con sus cantos de sirena y se convence a la gente de que es sabio no pensar, dejar fluir, como a idiotas los tratan, pero lo peor es que como idiotas siguen el mantra sin ponerlo en tela de juicio.

Pero qué más da, a la humanidad le quedan tres tardes mal contadas.

SALV-A-E los que quieren vivir no te saludan.


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