dolmendedombate.com •  Opinión •  20/09/2016

Un premio «sostenible» (y electoral) para hacerse la foto en el Dolmen de Dombate

Últimamente, el Dolmen de Dombate está reviviendo algunas de las pesadillas sus peores épocas. Despreciado, denostado, abandonado, olvidado durante décadas y repentinamente manipulado, manoseado y utililizado interesadamente como nunca antes.

Ya todo es posible. Si hace pocas semanas era una entrega de premios orquestada por el poder local y sus secuaces a punto de empezar la campaña electoral que levantó las iras de la Diputación de A Coruña, ahora es un galardón otorgado directamente al monumento por el Clúster da madeira e o deseño de Galicia a 48 horas de la jornada electoral gallega.

El motivo, la loable «apuesta por el desarrollo sostenible y la utilización de materiales naturales».

Pero…¿alguien se lo cree? ¿que esto no vaya a convertirse en un acto para mayor gloria de una clase política que ha prostituído sin ningún tipo de miramientos el principal monumento neolítico de Galicia a su voluntad? ¿qué no vaya a transmutarse en una pura foto para algunos mientras el megalito sigue sufriendo los efectos de la burda manipulación política y la incompetencia?

Por supuesto hay excusa oficial. Es que el día 23 de septiembre es el «Día Mundial de la Construcción Sostenible». La cuestión es, ¿por qué no se entregó el premio cuando se inaguró la cubierta hace años? ¿a santo de qué se entrega a dos días de las elecciones más reñidas de la historia reciente de Galicia?

Y eso no es todo. Es que aún por encima no son pocos los expertos los que han dejado claro que la cubierta en cuestión será una maravilla a nivel arquitectónico, pero no ha resultado eficaz para cumplir la función que debería, que no es otra que la de proteger el monumento.

Quizás el profesor de la Universidad de Barcelona Joan Santacana ha tenido más valor que el resto al plasmar sus pensamientos más allá de los corrillos, y no deja lugar a dudas con sus afirmaciones haciendo referencia a «lo que pudo ser» el Dolmen de Dombate en una reflexión personal.

Santacana apostó desde el principio por una vía alternativa para Dombate, un recinto climatizado y controlado térmicamente que sirviera para proteger el mayor tesoro del dolmen, que son sus pinturas. El experto se pregunta ahora con el mayor acierto «¿por qué le han construído este costoso andamio si no iban a proteger las pinturas?» y «¿de qué sirve todo ello si se va a enmohecer todo el túmulo?». En definitiva, que la actual cubierta «es una enorme estructura que no tiene mucho sentido si nos atenemos a la conservación».

No hay más que comparar los niveles de la arqueología catalana y la gallega, y el cómo en el oriente peninsular potencian, valoran y respetan sus más preciados monumentos de la prehistoria para darse cuenta de que lo que sucede en Dombate. Lamentablemente, lo que es un ejemplo allá, aquí se ha convertido en improvisada romería.


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