CGT FASE •  Opinión •  13/01/2022

Caos absoluto por falta de previsión

La falta de previsión y la mala gestión de la Consejería de Andalucía han provocado que las clases se reanuden con más de un 10% de ausencias del profesorado. A las bajas por COVID, que no se están cubriendo, hay que añadir la falta de personal que se acumula desde principios de diciembre.

¿Por qué no se están cubriendo las bajas por COVID por vía telefónica y se acumulan ya varios miles de ausencias docentes en los centros?

Lo explicamos:

La última convocatoria de SIPRI (Sistema de Provisión de Interinidades) para cubrir las bajas y ausencias se realizó el 9 de diciembre. Desde esa fecha (hace más de un mes) no se ha cubierto ninguna ausencia en los centros escolares.

Todo este caos se podría haber evitado si el 3 de enero se hubiera realizado una convocatoria completa de SIPRI que incorporara las sustituciones previas acumuladas y así, el día 10 de enero, todo el profesorado podría haberse incorporado a sus puestos. Esta situación de mayor estabilidad permitiría a día de hoy afrontar las bajas por COVID de forma más efectiva y rápida.

Y ahora, las llamadas telefónicas vendidas como medida “estrella” por la Consejería para evitar el colapso de la vuelta a las aulas en plena sexta ola no tienen ningún sentido cuando estás llamando, para cubrir sustituciones de unos pocos días de forma voluntaria, a personas que están esperando la convocatoria de una serie de sustituciones de larga duración.

Con toda lógica, ningún docente en situación de precariedad va a querer aceptar una corta sustitución que le aparte de la posibilidad de ser llamado para trabajar hasta final de curso.

No olvidemos que hay miles de plazas pendientes de adjudicación esta semana que la Consejería no ha querido adjudicar a fecha 10 de enero.

Por lo tanto, las llamadas telefónicas son una medida que no solo no soluciona el problema, sino que lo agrava al acumular las nuevas bajas por COVID a las ausencias previas no cubiertas por el sistema habitual de cobertura SIPRI. La política miserable de ahorrar unos miles de euros retrasando la llegada de las sustituciones a los centros le estalla ahora en la cara a la Consejería de Educación.

¿Por qué no se previó esta situación que ya se denunció desde CGT en su momento?
¿Se puede hacer peor?


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