André Abeledo Fernández •  Opinión •  12/10/2021

La izquierda que necesitamos

No soy creyente, no me mueve la fe, lo hace la razón, no veo motivo para tener fe en personas cuando no la tengo en un Dios, los mesías me aburren y los borregos aún más.
Cuando le pones mucha leche al El capitalismo siempre usa el fascismo como herramienta represora sembrando odio y miedo en momentos de conflicto social inminente. Algo que también Bertolt Brecht tenía claro;“Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.”
Tengo claro que si en el campo de la izquierda no recuperamos el discurso de clase, si no somos capaces de tomar las calles, si no somos ejemplo consecuente para la clase obrera, si no somos capaces de ocupar el espacio que nos corresponde como única herramienta útil de la clase obrera para defender sus derechos y su dignidad, entonces el fascismo hará su trabajo, utilizará un discurso del odio y del miedo disfrazándolo de discurso obrero, de nacionalismo radical, de defensa de la soberanía nacional, para dirigir a las trabajadoras y trabajadores en el camino que desea la oligarquía, hacia el matadero.
Estoy convencido de que al fascismo solo lo puede combatir el comunismo, pues son dos ideologías antagonistas e irreconciliables que representan claramente la virulencia de la lucha de clases.
Sin duda será necesario un gran Frente Popular de la Izquierda para enfrentarse a los poderes económicos y a su perro de guerra, el fascismo, pero sin renunciar a nada, ni mucho menos a nuestro discurso, porque si lo hacemos inconscientemente estaremos entregando campo de acción de la clase obrera al fascismo.
«La fuerza del fascismo reside más que en nada, camaradas, en el hecho lamentable de la división de las fuerzas capaces de oponerse a su avance.» (José Díaz Ramos).
No debemos moderar el discurso para ser políticamente correctos, debemos decir verdades como puños y ser vanguardia de la clase obrera, para ello es necesario participar organizadamente en todos los movimientos sociales y defender con nuestra voz nuestro modelo de sociedad basado en la justicia social con mayúsculas, el socialismo es la única alternativa a la barbarie capitalista, a la bestia fascista.
Debemos recuperar la esencia, sabemos que la lucha de clases continua plenamente vigente, que explotadores y explotados no tenemos los mismos intereses, que nuestro modelo de sociedad no puede construir sin destruir el modelo capitalista, que el peligro del fascismo es tan real hoy como desgraciadamente lo fue ayer., ya no es café, ni es nada, lo mismo pasa cuando vas descafeinando la ideología con el único fin de conseguir un mejor resultado electoral, al final no es izquierda, ni es nada.
En tiempos de fortalecimiento y avance del fascismo necesitamos organizaciones de izquierdas que defiendan los intereses de la clase obrera de un modo claro y «radical».
Un radical es una persona que va a la raíz del problema y el fascismo es un cancer que no puede ser curado con medicina no invasiva, tiene que ser extirpado antes de que se propague.
«La moderación y las medias tintas son la antesala de la traición». (Che Guevara).
El capitalismo siempre usa el fascismo como herramienta represora sembrando odio y miedo en momentos de conflicto social inminente. Lo hace VOX en el Estado español y en muchas ocasiones también el PP y CIUDADANOS.
Bertolt Brecht lo tenía claro;“Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.”
Estoy convencido que si desde la izquierda no recuperamos el discurso de clase, si no somos capaces de tomar el pulso a las calles, si no somos ejemplo consecuente, si no ocupamos nuestra función como herramienta útil de la clase obrera para defender sus derechos y su dignidad, entonces el fascismo hará su trabajo, utilizará un discurso del odio y del miedo disfrazándolo de discurso obrero, de nacionalismo radical, de defensa de la soberanía nacional, para dirigir a las trabajadoras y trabajadores en el camino que desea la oligarquía, hacia el matadero.
Pienso que al fascismo solo lo puede combatir el comunismo, pues son dos ideologías antagonistas e irreconciliables que representan claramente la virulencia de la lucha de clases.
Será necesario un gran Frente Popular de la Izquierda para enfrentarse a los poderes económicos y a su perro de guerra, el fascismo, pero debe hacerse sin renunciar a nada, ni mucho menos a nuestro discurso, porque si lo hacemos inconscientemente estaremos entregando campo de acción de la clase obrera al fascismo.
«La fuerza del fascismo reside más que en nada, camaradas, en el hecho lamentable de la división de las fuerzas capaces de oponerse a su avance.» (José Díaz Ramos).
No debemos moderar el discurso para ser políticamente correctos, debemos decir verdades como puños y ser vanguardia de la clase obrera, para ello es necesario participar organizadamente en todos los movimientos sociales y defender con nuestra voz nuestro modelo de sociedad basado en la justicia social con mayúsculas, el socialismo es la única alternativa a la barbarie capitalista, a la bestia fascista.
Debemos recuperar la esencia, sabemos que la lucha de clases continua plenamente vigente, que explotadores y explotados no tenemos los mismos intereses, que nuestro modelo de sociedad no puede construir sin destruir el modelo capitalista, que el peligro del fascismo es tan real hoy como desgraciadamente lo fue ayer.
André Abeledo Fernández (Delegado de da CIG en Mercadona na Provincia de A Coruña)

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