André Abeledo Fernández •  Opinión •  11/12/2020

En Venezuela una nueva victoria del movimiento Bolivariano y la democracia.

El ex-presidente Rodríguez Zapatero esta demostrando sentido común y un gran sentido democrático a la hora de decir la verdad sobre Venezuela.

Decir que Venezuela es una dictadura por la baja participación en unas elecciones es de traca, decir que quien no ejerce su derecho a votar es porque esta con la oposición es una mentira cargada de hipocresía.

Llamar a la abstención cuando sabes que vas a perder es hacer trampas, no presentarte a las elecciones para no hacer el ridículo y poner un candidato de paja, como ha hecho Guaidó, es de cobardes.

Decir que unas elecciones són fraudulentas porque las pierdes una y otra vez, es una táctica golpista.

¿No será que el pueblo venezolano esta cansado del bloqueo económico, pero sigue pensando que en la oposición són una banda de traidores, fascistas y ladrones?.

Una y otra vez la revolución Bolivariana triunfa en las urnas, gana elección trás elección. Nadie ha podido demostrar fraude y los observadores internacionales hablan de elecciones limpias y libres.

Pero como en el caso de Bolivia, o en el Estado español con el gobierno de coalición, el resultado electoral no es del gusto de los poderes facticos, de las oligarquías nacionales y internacionales o de la banca y las grandes multinacionales.

Por eso una vez más vemos a los mamporreros del poder hablando de fraude, de gobierno ilegítimo o de falta de democracia.

Aún sabiendo que mienten y utilizan la táctica NAZI de repetir una mentira mil vezes para que parezca verdad.

En el caso de Venezuela o Cuba la mentira y el bloqueo han sido las armas fundamentales para tratar de cansar al pueblo, crear frustración y generar un clima propicio para la intervenciones extranjeras o un golpe de Estado.

Pero han fracasado porque los pueblos tienen memoria y las oligarquías han jugado demasiadas veces a este juego sucio.

Las multinacionales nunca aceptarán la victoria de un gobierno que reclame soberanía y se niegue a entregar sus recursos naturales y energéticos.

Las oligarquías nunca aceptarán que los privilegios de que disfrutan no són derechos y deben terminarse para construír una sociedad con verdadera justicia social.

Esta batalla entre intereses de clase se dá y se dará en todo el planeta porque las crisis agudizan las contradicciones del sistema capitalista.

Por eso es tan importante y tan revolucionaria la verdad con mayúsculas.


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