María Puig Barrios •  Opinión •  10/02/2017

La importancia de la rebeldía con causa

Mi larga militancia política y social ha transcurrido siempre al margen de mi también extensa vida laboral que se desarrolló en empresas vinculadas a países francófonos, primero, y en Educación, después. En todos esos años de militante política y mujer trabajadora, he conocido a unos cuantos rebeldes “sin causa”, sin compromiso real, que con una actitud irresponsable se situaban en un permanente “no crítico” – amplificado por los voceros del poder – a las propuestas políticas y sociales de los propios compañeros, y en un vergonzante “sí crítico” al poder y a un diseño económico que ha supuesto, en la práctica, el empobrecimiento programado para la mayoría de la población con el consiguiente enriquecimiento de una élite.

Y afirmo que es un empobrecimiento “programado” porque cuando se aceptan tratados económicos que contemplan la usura generalizada y la especulación, se endeuda brutalmente, como hemos visto, a instituciones públicas y a muchos hogares; cuando se vota a favor de tratados que contienen un sistema económico de libre circulación de capitales, se producen, como hemos comprobado, fugas dinerarias de escándalo; cuando se aprueban tratados que establecen las privatizaciones de servicios y empresas públicas rentables, se destruyen empleos, se hacen recortes de derechos y se suben los precios de bienes básicos para la vida, como hemos vivido todos; cuando se asumen tratados que obligan a reformas laborales, se está dando vía libre a los despidos, a la precarización del empleo, a la reducción salarial, como hemos padecido muchos.

Y los rebeldes “sin causa” han podido ser diputados, senadores, directores generales, portavoces, ministros, para su “gloria” y su lucro personal, pero en contra de la mayoría de la población, al haber contribuido a su empobrecimiento. A esos “rebeldes sin causa” no se les puede confiar un patrimonio político y social construido con mucho esfuerzo, grandes luchas y enormes sacrificios porque su oportunismo personal lo destruye todo.

Por fortuna, y por eso sigo siendo optimista, he conocido a muchos rebeldes con causa, a mujeres y hombres comprometidos, trabajadores, luchadores que se han confrontado democráticamente con el poder y las élites económicas, a favor de la mayoría. No se venden por un cargo, ni buscan lucrarse. Analizan, reflexionan, explican, escuchan, construyen alternativas con la población, luchan por ellas, avanzan y con los rebeldes con causa avanza la clase trabajadora, asalariados y autónomos, jóvenes y mayores. Avanzan los derechos sociales, laborales, políticos.

Los rebeldes con causa son los que realmente importan, los que preocupan al poder económico y político, los que son atacados permanentemente por los voceros del sistema capitalista, los que son realmente temidos por los poderosos porque los tiene enfrente y no los puede comprar, callar y parar con prebendas. Un rico “inversor” en bolsa lo comentaba recientemente, diciendo que no se podía seguir con las políticas “de austeridad” porque lo que estaban consiguiendo con ellas es que surgieran en toda Europa grupos que cuestionaban el sistema económico capitalista y estaban recibiendo un gran respaldo electoral.

Ahí radica la importancia de la rebeldía con causa porque es la que cuestiona una economía en contra de la mayoría, la que avanza con la población para la toma del poder, la que hace retroceder los abusos de los poderosos. Son las vanguardias con ideas y proyectos claros que han conseguido siempre el avance de los pueblos a lo largo de la Historia de la Humanidad.

Por eso, hoy me siento optimista con jóvenes de vanguardia, luchadores como Pablo Iglesias, Alberto Garzón, Irene Montero, Pablo Echenique, María Pita y muchísimos más, que analizan y reflexionan con personas comprometidas de otra generación, con una gran capacidad política y una enorme honestidad, como Vincenç Navarro y Julio Anguita, para llevar a cabo un proyecto de transformación económica y social a favor de la mayoría de la población.

* Maria Puig Barrios (Forma parte de la Coordinadora Popular por la Vivienda y los Derechos de la Clase Trabajadora AVANCE SOCIAL).


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