André Abeledo Fernández •  Opinión •  09/07/2020

La República es ya una necesidad y un clamor popular en el Estado español.

La Monarquía ya no tiene ningún sentido en el Estado español una vez ha demostrado que es un poder corrupto y corruptor. 
 
Nadie debe de ser «inviolable» y menos aún quienes han a violado la ley y pisoteado la honorabilidad del cargo de Jefe de Estado.
 
La Monarquía como institución inviolable y corrupta, anacrónica e inútil, rancia y llena de excesos ya no tiene más recorrido que el que los políticos le quieren dar. 
 
El pueblo ya les ha dado la espalda y en un referéndum la ciudadanía votaría República por amplia mayoría.
 
REPÚBLICA se escribe con la mano izquierda y con mayúsculas en el Estado Español, después del corto Gobierno del Frente Popular la República es sinónimo de izquierda y revolución, un caso único a nivel mundial.
 
La República es una forma de gobierno que no tiene que ser de izquierda o de derecha, ser republicano a nivel mundial no significa para nada ser de izquierdas, ser del partido republicano en los EEUU significa normalmente que eres aún más de derechas que si eres del partido demócrata.
 
Pero en el Estado Español la República asocia a la izquierda, y ser republicano a ser una persona de izquierdas gracias al corto pero intenso gobierno del Frente  Popular durante la II República, un corto periodo que acabo violentamente después de un golpe de estado fascista apoyado por el fascismo italiano y la Alemania NAZI.
 
El 14 de abril se proclama la II República, el primer régimen democrático de nuestra historia que instauro un verdadero Estado de Derecho y proclamó la primera constitución democrática de España.
 
La Constitución de la II República plasmo el principio de igualdad de los españoles ante a ley y se proclamó como “una república de trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia”, el principio de soberanía popular, establece el sufragio universal para hombres y mujeres  mayores de 23 años.
 
La propiedad privada quedó sujeta a los intereses da economía nacional, se constituye un “Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las  Regiones”, el principio de laicidad “el Estado, las regiones, las provincias y los Municipios, no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas”, además se reconoció el matrimonio civil y el divorcio así como la enseñanza primaria laica, gratuita y obligatoria, y se reconoce la libertad de cátedra.
 
La II República promovió el avance en la transformación de nuestra sociedad, en la defensa de las libertades individuales y colectivas, y en la consecución de la justicia social.
 
Cuando el pueblo impuso la II República comenzó una etapa de cambios democráticos que con el gobierno del Frente Popular inicio una serie de profundas reformas económicas y sociales a favor de la población trabajadora. En esta etapa el pueblo avanzaba de verdad en la mejora de sus condiciones de vida y el nuevo gobierno comienza a poner límites a los privilegios y abusos de los ricos de
siempre.
 
Este sistema democrático terminó  con la derrota en la Guerra Civil para dar paso a más de 40 años de franquismo, de represión y de
retrocesos.
 
Por este motivo en el Estado Español al contrario que en la mayoría de los países del mundo, cuando se habla de república y de republicanos se piensa inmediatamente en la izquierda, porque el corto espacio de gobierno del Frente Popular y el brutal golpe de estado que mato la posibilidad de emprender el camino hacia la utopía, han dejado esa impronta en la conciencia colectiva.
 
Por todo esto defender la República es defender la transformación social y económica en el Estado Español, y no habrá cambio real sin República, sin superar o régimen del 78, la monarquía funciona como garantía de la oligarquía para que todo siga igual.
 
Me sorprende que algunos progres pongan el énfasis sobre el hecho de que la II República fue una etapa convulsa donde se cometieron crímenes, por supuesto que en cualquier etapa de trasformación social ha habido violencia, además que una parte de esa
violencia debe de ser achacada a los mismos que más tarde promueven el golpe de estado contra el gobierno del Frente Popular, o acaso el gobierno de la república que gobierna durante el bienio negro no está en manos de la misma derecha que más tarde apoyaría el golpe, ese es el mismo gobierno que aplasta la llamada revolución de Asturias en 1934, pero para nada tiene que ver con la etapa que trataba de abrir el Frente Popular.
 
Aquellos que niegan que la República fue un paso adelante muy importante en la historia de España, que desgraciadamente se vio frustrado por un golpe auspiciado por la oligarquía que temía perder sus privilegios, se amparan detrás de la leguleya disculpa de los episodios de violencia y venganzas entre las derechas y las de izquierdas de aquel momento histórico, y al esgrimir este argumento realizan un penoso ejercicio de hipocresía, es como si en Francia se negase que la Revolución francesa a pesar de ser una revolución burguesa, y violenta, como toda revolución que transforma verdaderamente una sociedad, fuese un gran paso para las libertades en Francia y el mundo.
 
Hoy en día necesitamos recuperar el espíritu de aquel Frente Popular que pretendía construir la República de la esperanza para los pueblos de España.
 
Por todo esto para nosotros la lucha por la República no es solo la lucha para recuperar un régimen democrático en el que la jefatura del estado sea elegida por la ciudadanía en las urnas, y con un mandato por un tiempo limitado.
 
Para nosotros la lucha por la República es la lucha por conquistar un régimen al servicio del pueblo y gobernado por el pueblo, para que los derechos del pueblo, comenzando por el derecho al trabajo, no puedan ser pisoteados nunca más por la minoría de los grandes ricos.
 
La República de la que hablamos y defendemos, tendrá como principal obligación poner el poder político, económico y social al servicio del pueblo trabajador, y debe ser la herramienta para lograr que impere la justicia social.
 
Cuando conmemoramos el 14 de Abril no solo recordamos el pasado, actuamos en el presente para construir el futuro, ponemos las bases para la tercera República, cuestionamos realmente el sistema, abrimos el debate para cambiarlo todo de verdad y no solo las caras en las instituciones burguesas.
 
No habrá cambio real sin República, sin superar el régimen del 78, la monarquía funciona como la garantía para que todo siga igual.
 
¡SALUD Y REPÚBLICA! ¡A POR LA TERCERA!

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