AEGC •  Opinión •  08/03/2019

El 8 de marzo las mujeres de la guardia civil exigimos que no sigan aumentando nuestra brecha salarial con las mujeres del CNP

En el día internacional de la mujer desde AEGC queremos hacer un reconocimiento público a todas las compañeras quienes, en estos 30 años han contribuido a engrandecer la labor de servicio público que realiza este Cuerpo. Mujeres que con su esfuerzo y sacrificio se han ganado el respeto de todos, incluso de aquellos que vieron su incorporación con recelo.

 Han pasado 30 años desde la primera promoción y en AEGC podemos decir que tenemos poco que celebrar y mucho que reivindicar, porque en la Benemérita los techos de cristal no están entre los hombres y mujeres. Los techos de cristal los tenemos con el resto de cuerpos policiales. Y este 8 de marzo, las guardias civiles son, como los guardias civiles, un 1,7% más pobres que las mujeres del CNP gracias a la decisión unilateral del Director General de la Guardia Civil, Félix Azón, quien en la última reunión de la Comisión de Seguimiento del Acuerdo de Equiparación Salarial decidió regalar más de dos millones de euros de nuestra equiparación a los policías, aumentando así la brecha salarial que ya nos separa. 

Techo de cristal en salario, pero también en material y en autoprotección. Las mujeres de este Cuerpo seguimos prestando un servicio a los ciudadanos sin contar con chalecos adaptados a nuestra anatomía. Ni los tenemos de dotación personal, ni los tenemos en los puestos de trabajo, por lo que además de tener que utilizarlos grandes para nuestro usamos los usamos sucios y sudorosos.

Las mujeres de la Guardia Civil, especialmente las de los puestos pequeños, seguimos, como nuestros compañeros, sin turnos específicos como el Cuerpo Nacional de policía, policías autónomas y locales, lo que impide conciliar la vida laboral y familiar de las mujeres de la Guardia Civil y también de los hombres. Una falta de regulación que se suma a la falta de personal y nos ancla cada vez más en el pasado impidiendo, a todos los guardias civiles, mujeres y hombres, pertenecer a una Institución del siglo XXI.


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