Rómulo Pardo Silva •  Opinión •  07/01/2023

La violencia es inseparable de los objetivos del empresario

El empresario debe ser temido por sus políticos, empleados, militares, jueces, periodistas…

A cada uno se le enseña y sabe que si no se somete y sirve el poder en sus diversas formas lo castigará.

Incluso el premio va acompañado sigilosamente de miedo.

Sus bienes aumentan contra otros.

Negreros, vendedores de opio, conquistadores de tierras indígenas, iniciadores de guerras.

La concentración de la propiedad en el 1% es imposible sin coerción al sector pobre.

Esa característica empresarial permanece casi oculta en sus momentos de dominio completo. Los capitalistas se encuadran en conductas constitucionales, abiertos a reformas, incluso a redistribución de ingresos.

No es lo que ocurre en la actualidad porque han perdido el control absoluto sobre la población y los recursos del planeta que necesitan para sus negocios.

Entonces dejan ver su conducta original.

Hoy ellos financian su alternativa violenta en receso, los grupos fascistas, la ultraderecha.

Conducen públicamente en sus medios a los liberales a la guerra. 

Actúan en Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Japón, Brasil, Colombia, México, Argentina… Suecia, Finlandia…

Es una etapa en muestran las dos formas diferentes de lenguaje de su modelo.  

Saben que su crisis es particularmente grave porque no los amenaza una política anticapitalista sino la realidad múltiple que han creado.

Piensan que solo con la violencia hegemónica pueden recuperar su gobierno de facto.  

@malpublicados


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