Luces y sombras del subsidio extraordinario para las trabajadoras de hogar
Al fin, el Gobierno ha enmendado el inexplicable atropello que suponía dejar fuera a las trabajadoras de hogar y cuidados de las medidas extraordinarias de protección social por la crisis sanitaria frente al coronavirus. Tras la aprobación del estado de alarma y las primeras medidas extraordinarias, pusimos en evidencia la reiterada discriminación en equiparación de derechos y han sido muchas las voces que se han ido sumando en estos días para reclamar que se amparara a nuestro colectivo. La semana pasada, en solo 4 días, 4.410 adhesiones, 378 de las cuales fueron de diversas organizaciones sociales de todo el Estado, se adhirieron al comunicado que reclamaba que no se dejara atrás a las más de 600.000 trabajadoras que componemos este sector.
Es por ello que lo primero que queremos manifestar es que esta medida es un logro de la sociedad civil organizada por la defensa de unos derechos que no están en cuarentena. Valoramos positivamente que se reconozca por primera vez un subsidio de este tipo, tanto para las trabajadoras despedidas como para aquellas a las que se les ha suspendido el contrato por la situación sanitaria. Solo esperamos que sea un paso decisivo para el reconocimiento definitivo del derecho a la prestación por desempleo del único sector laboral que permanece excluido, para la incorporación plena en el régimen general de la Seguridad Social y, que la declaración acerca de la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, no vuelva a quedarse pendiente. No podría entenderse lo contrario.
Sin embargo, tenemos que destacar que, como temíamos, es una medida que resulta insuficiente para garantizar la protección de todas las trabajadoras/es de este sector:
Son conocidos los altos niveles de economía sumergida en el sector. Según las estadísticas oficiales, al menos 200.000 personas trabajan sin contrato laboral, representando, al menos, un tercio del conjunto y se quedan fuera. Son las 200.000 trabajadoras más vulnerables y en situaciones más precarias. Muchas de ellas trabajan por horas en distintos domicilios; otras, cuidando como internas y muchas se encuentran en situación administrativa irregular, en virtud a una ley de extranjería que condena a la gente a ocupar trabajos necesarios, pero en la clandestinidad y sin derechos.
El subsidio será equivalente al 70% de la base reguladora. Teniendo en cuenta que, en este sector se cotiza por tramos, que muchas veces quedan por debajo de sus salarios reales; que no se actualizan las cuotas, a pesar de que los salarios se incrementen y que, para abaratar costes en la cotización de la seguridad social, es práctica común, por parte de los/las empleadores/as, declarar salarios y jornadas inferiores a las efectivamente realizadas, en demasiadas ocasiones este 70% quedará muy por debajo de lo que correspondería si la Seguridad social hubiera atajado antes este fraude reiterado, denunciado insistentemente desde los colectivos y asociaciones de trabajadoras de hogar y cuidados.
El cuidado de personas mayores, menores y personas en situación de dependencia se considera, ahora oficialmente, con la aprobación del Real Decreto Ley 10/2020, de 29 de marzo, una actividad esencial. Tenemos un sistema público claramente insuficiente, mermado por años de recortes, que no garantiza los cuidados para todas las personas que los requieren y que mantiene en la precariedad a las trabajadoras y trabajadores del sector en diferentes ámbitos. Las trabajadoras de hogar y cuidados estamos cubriendo una parte muy importante de esas necesidades desatendidas y estamos especialmente expuestas a situaciones de vulnerabilidad por el lastre de los derechos no reconocidos.
Muchas familias y personas deben acudir a la contratación en empleo de hogar para cubrir esos cuidados no atendidos con recursos públicos. Muchas lo hacen con escasos recursos y probablemente hoy también tengan mayores dificultades para llegar a fin de mes. Nada se dice en este real decreto de la exoneración de la cuota a la seguridad social que sí se ha tenido en cuenta para las empresas que tramiten expedientes de suspensión de contratos y reducción de jornada autorizados en base a fuerza mayor temporal vinculada al COVID-19. Esperamos, pues lo justo, que también se reconozca en este caso como apoyo a las familias empleadoras con niveles de renta más bajos, afectadas en sus ingresos por la crisis actual, y como mecanismo de protección a las trabajadoras.
Si somos actividad esencial, nuestros derechos también lo son. Y resulta esencial que éste sea el primer paso para alcanzar el reconocimiento de todos los derechos de forma definitiva para Todas las trabajadoras, incluidas aquellas sin contrato o en situación administrativa irregular. Solo así nadie se quedará atrás. Si estas medidas pretenden proteger a los colectivos más vulnerables, es inadmisible que sean precisamente las trabajadoras más vulnerables las que sean excluidas.
ASOCIACIONES FIRMANTES:
Asociación de Empleadas de Hogar de Murcia, Asociación de Empregadas de Fogar Xiara (Galiza), Asociación Extremeña de Personas Trabajadoras del Hogar, Asociación Hogar y Cuidados (Albacete), Asociación Intercultural de Profesionales del Hogar y de Cuidados-AIPHYC (Valencia), Asociación Malen Etxea (Gipuzkoa), Asociación Mujeres Migrantes Diversas (Barcelona), Asociación de Mujeres Migrantes en la Comunidad Valenciana Yo Mujer, Asociación Mujeres Unidas Entre Tierras (Barcelona), Asociación de Personas Trabajadoras de Hogar y Cuidados (Castellón), Asociación Por Ti Mujer (Valencia), Asociación de Trabajadoras de Hogar de Granada, Brujas Migrantes (Madrid), Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas, Comunidad Centroamericanas (Madrid), Comunidad Hondureña en España (ACHE), Eje de Precariedad y Economía Feminista (Madrid), Generando Red contra las Violencias Machistas (Madrid), Grupo de Encuentro de Mujeres Trabajadoras y Cuidadoras de Psicólogas y Psicólogos Sin Fronteras (Valencia), Grupo Libélulas (Barcelona), Grupo Turín (Madrid), HOAC Diocesana de Segorbe, Infolatina, Mujeres que Crean (Madrid), Observatorio Jeanneth Beltrán. Derechos en Empleo de Hogar y Cuidados (Madrid), Oxfam-Intermón, Plataforma por la Defensa de los Derechos de las Personas Trabajadoras del Hogar (Castellón), Plataforma de Trabajadoras de Hogar y Cuidados (Provincia de Málaga), Red Hondureñas Migradas-REDHMI (Madrid), Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, SEDOAC (Madrid), Territorio Doméstico (Madrid), Trabajadoras del Hogar y Cuidados de Zaragoza, Trabajadoras No Domesticadas (Bilbao), Valencia Acull.