Redacción •  Negocios y Ocio •  16/04/2021

La dirección estratégica de la empresa

En el ámbito económico en general se resalta lo importante que resulta el direccionamiento estratégico para cualquier empresa. La gestión de este tipo además requiere de conocimientos muy amplios, en múltiples áreas. Esto es especialmente cierto para las pequeñas y medianas empresas, las cuales reclaman constantemente por profesionales que hayan realizado una formación en dirección de empresas.

La dirección estratégica de la empresa

La dirección estratégica

La dirección estratégica es aquella que se encarga de llevar a cabo el diagnóstico de la situación actual de una empresa, de elaborar un plan estratégico y de supervisar su implementación. Dicho plan consiste en un desglose pormenorizado de las actividades de la empresa y los objetivos que esta pretende alcanzar en un determinado periodo de tiempo —tanto para el corto como para el mediano plazo—. En consecuencia, las personas a cargo de la gestión deben conocer los niveles de planificación y las unidades y sectores del negocio. Deben poder comprender el contexto general en que se inscribe la empresa y su situación interna. Esto supone ciertas habilidades como la resolución de conflictos y el despliegue de estrategias de negociación, ambas necesarias para poder asistir a las operaciones habituales y elevar el rendimiento diario de la empresa frente a sus competidores. Al mismo tiempo, debe poder implementar ajustes correctivos en distintas áreas que aseguren el seguimiento del plan estratégico.

Planificación estratégica

Esta tarea consiste en un proceso de análisis sistemático de la situación actual de la empresa, sus fortalezas y debilidades, el mercado en que se inscribe y el perfil de sus competidores. Al mismo tiempo, incluye los factores macroeconómicos como pueden ser las consideraciones legislativas, políticas y sociales.

Visión y misión

La visión consiste en la proyección de las actividades de la empresa a largo plazo, su posición en el sector y su perfil empresarial. La misión, por otro lado, determina las actividades y objetivos formales que esta perseguirá para conseguirlo.

Análisis de la empresa, del sector y de la competencia

Información sobre el estado global de la empresa y por sectores. Incluye el análisis de las fortalezas y debilidades, por un lado, y de las amenazas y oportunidades, por el otro. Evaluación del entorno, los agentes del sector y su relación efectiva con proveedores, clientes, competidores, organizaciones, etc.

Diagnóstico, objetivos y estrategias

Con la información resultante de los puntos anteriores, debe poder elaborarse un diagnóstico preciso cuya función principal es la formulación de objetivos realistas a corto y mediano plazo. Incluye el desarrollo propiamente dicho de las estrategias que serán implementadas, así como las consideraciones necesarias para lograrlo. Será el resultado práctico de los apartados anteriores y debe incluir todas aquellas decisiones relacionadas con las operaciones diarias en sentido global y sectorizado; cada unidad operativa debe contar con un desglose particular a su actividad en función de un objetivo común.

La dirección estratégica es una disciplina fundamental para cualquiera empresa, puesto que le permite mejorar el rendimiento de los recursos de los que dispone y perseguir sus objetivos. Es por ello que hoy ha crecido tanto la demanda de profesionales que tengan una formación en dirección de empresas: suponen un valor agregado para la gestión estratégica y el crecimiento.