La censura franquista tardía: el caso del diario Madrid y la multa de 250.000 pesetas

El 2 de abril de 1971, el Tribunal de Orden Público del franquismo condenaba al director del diario Madrid a una multa de 250.000 pesetas. El motivo era el contenido de una editorial titulada Ni Gobierno ni Oposición, una tímida crítica velada al sistema político de la dictadura que, en realidad, dedicaba más palabras a condenar la actitud de la oposición política agrupada entorno al PCE.

No era la primera ocasión en la que este periódico generaba reacciones airadas por parte del régimen. A pesar de haber sido fundada nada más concluir la Guerra Civil por el ultraderechista Juan Pujol Martínez, durante los años ’60 la llegada de un grupo de jóvenes redactores influenciados por las expresiones liberales de finales de los ’50 y principios de los ’60 (entre otras a través de iniciativas tan mentadas y poco conocidas en profundidad como el Contubernio de Munich), comenzó a bascular hacia posiciones distanciadas del oficialismo.

La redacción distaba mucho de plantear opciones excesivamente progresistas, ni mucho menos revolucionarias, en un contexto en el que la oposición miraba con anhelo más allá de un sistema parlamentario que devolviese al país a la experiencia liberal de la anterior restauración borbónica (1876-1931). Sin embargo, desde las páginas de Madrid se abogaba por la conformación de otra derecha conservadora, tendente al establecimiento de un régimen parlamentario y el final de la dictadura militar.

Entre otros modelos y referentes, la tendencia del periódico observaba con atención la V República francesa y el modelo establecido por el general Charles De Gaulle. Una realidad muy distinta a la del marco político y la opinión pública española, pero que gozaba de muchísima popularidad entre jóvenes sectores derechistas que veían al franquismo como un elemento caduco.

Ya en 1968 la cabecera había despertado la animadversión del Ministerio de Información, liderado por Manuel Fraga, por un artículo firmado por Rafael Calvo Serer que, bajo el título Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle, evaluaba el desgaste del ejecutivo francés en el contexto de mayo del 68. A pesar del contenido, no se le escapó a nadie la referencia connotada a la necesidad de que Francisco Franco se retirase. Las autoridades secuestraron la edición del periódico y, desde entonces, la acción y presión no cesó sobre la cabecera.

Pero fue la publicación del editorial Ni Gobierno ni Oposición el 8 de febrero de 1971 lo que acabaría finalmente con el diario. Menos de dos meses después, la multa establecida por el TOP liquidaba toda esperanza de solvencia y viabilidad para la publicación. Tras el incidente, y la retirada de numerosos patrocinadores molestos o asustados con el encontronazo con el régimen, los editores no encontraron forma de mantenerse, clausurando el periódico finalmente el 25 de noviembre de 1971.

Con particular saña, aprovechando supuestas irregularidades financieras, las autoridades concluyeron en 1972 con toda esperanza de recuperar el periódico prohibiendo su circulación. En 1973, la sede sería expropiada y demolida, supuestamente con fines inmobiliarios, pero con un mensaje claro de advertencia a todos los elementos díscolos en torno al régimen.