Resumen Latinoamericano •  Internacional •  21/07/2016

Daniel Ortega: El Frente Sandinista nació del pueblo y la Revolución produjo cambios radicales

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó este martes que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) nació del pueblo y la Revolución sigue viva porque produjo cambios radicales en la nación desde el derrocamiento de la dictadura de los Somoza el 19 de julio de 1979.

Daniel Ortega: El Frente Sandinista nació del pueblo y la Revolución produjo cambios radicales

Durante la celebración del aniversario 37 de la Revolución Sandinista en Managua, con miles de nicaragüenses, Ortega recordó que durante la dictadura había un alto nivel de analfabetismo, que les permitía controlar a la población. “Un pueblo sin conocimiento, sin cultura es fácilmente doblegable”, explicó.

Por ello, el mandatario aseveró que la primera batalla de la Revolución Sandinista fue acabar con el analfabetismo.

Este martes, miles de nicaragüenses se concentraron en la Plaza de la Fe Juan Pablo II, de Managua, para celebrar el 37 aniversario de la Revolución Sandinista, que abrió una nueva etapa de profundos cambios para Nicaragua y América Latina.

En el festejo participaron el mandatario Daniel Ortega, la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, e invitados internacionales como los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y el vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

En su intervención, Sánchez Cerén aseguró que el triunfo de la Revolución Sandinista hace 37 años ayudó a la liberación de toda América Latina. “Conmemoramos una gesta heroica, un ejemplo de dignidad, qe abrió una nueva era de justicia y libertad”, expresó.

Por su parte, el presidente venezolano Nicolás Maduro resaltó que la victoria de la Revolución Sandinista ocurrida el 19 de julio de 1979 permitió el despertar rebelde de los pueblos de América Latina, en favor de los valores independentistas.

“Hace 37 años nuestra generación aun joven, muy joven, vimos en el pueblo de Nicaragua una luz que se encendía nuevamente, un día como hoy, con la victoria de la juventud sandinista, sentimos toda la victoria de esa América que se levantaba en rebeldía”, exclamó desde Managua.

El 19 de julio de 1979 el FSLN puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle, el último de esa familia que ocupó el poder, y desde entonces emprendió una serie de cambios trascendentales en el país, como una campaña de alfabetización y una reforma agraria, entre otras acciones revolucionarias.

Sin embargo, el FSLN perdió en las elecciones en 1990 ante una coalición que reunió a todas las fuerzas políticas opositoras.

Diecisiete años después, por la vía de las urnas, el Frente retornó al gobierno para iniciar una segunda etapa que muestra cambios sustanciales en todos los órdenes, aplaudidos y reconocidos por diversos países y organismos internacionales.

Actualmente, Nicaragua es considerado uno de los países más estables y seguros de la región, al tiempo que está en condiciones de despuntar como una de las economías más importantes de Centroamérica.

Daniel Ortega Saavedra, presidente de la República, sostuvo ayer, durante su discurso del 37 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, que las potencias mundiales económicas y militares podrían revertir los efectos negativos del cambio climático y salvar al planeta de una “hecatombe” ambiental si deciden invertir recursos en programas orientados a rescatar el medio ambiente de la contaminación y el calentamiento global.

“¿Quiénes administran los instrumentos para controlar los recursos? Las potencias. Se está llevando al planeta a la hecatombe y el cambio de rumbo está en manos de los países con poder económico y militar”, dijo Ortega al referirse a los problemas ambientales globales.

La cumbre número 21 de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que congregó a 195 países en París en diciembre pasado, fue calificada como una “falacia” por Ortega. 

“El acuerdo de París fue una falacia, una mentira. Políticos diplomáticos fueron impuestos en París. Hay recursos para revertir el cambio climático y salvar al planeta, los recursos destinados a la guerra bastarían si se reorientaran en programas sociales, educativos y de salud”, señaló el mandatario.

Uno de los objetivos a largo plazo acordado en París es limitar las emisiones contaminantes. La pretensión es alcanzar un equilibrio entre los gases emitidos y absorbidos a partir del 2050, para obtener lo que técnicamente se identifica como cero emisiones netas, además, los países desarrollados contribuirían a financiar la mitigación y la adaptación en las naciones pobres o en vías desarrollo,  estableciendo que a partir del 2020 deben movilizarse 100,000 millones de dólares anualmente. “Ojalá que el siglo 21 no sea el siglo de la muerte ni de la inseguridad del planeta, ni desaparezcan más islas.  Ojalá no sea tarde, Dios quizá nos pone estas pruebas para hacer cambios radicales. Somos simples ciudadanos del planeta, (él) un chontaleño como presidente de Nicaragua, no tenemos poder para eliminar esos presupuestos para la guerra y reinvertirlos, pero nos queda el poder de la palabra”, agregó Ortega sobre el tema del medio ambiente.

El presidente también lamentó los atentados terroristas, refiriéndose al último ocurrido en Niza, Francia, del que dijo, “fue un acto de terror, con víctimas de terrorismo de estado. Estamos ante un tipo de violencia frente a la cual no estaban preparados ni los mejores estrategas”.

La dupla de la carretera Norte de Managua se rebasó ayer desde las dos de la tarde, cuando las caravanas vehiculares de distintos puntos de Managua se movilizaban hacia la Plaza la Fe, donde se desarrolló el acto de conmemorativo al 37 aniversario de la Revolución Popular Sandinista.

Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, dirigió la actividad. Tres de los invitados especiales tomaron la palabra. El primero fue Miguel Mario Díaz  Canel, vicepresidente de Cuba, quien destacó los “lazos de amistad inquebrantable” de la isla con Nicaragua, además entregó una carta que el presidente cubano Raúl Castro envió al mandatario nicaragüenses Daniel Ortega Saavedra.

Salvador Sánchez Cerén, presidente de El Salvador, fue el segundo mandatario en dirigirse a una plaza abarrotada de gente. “Esta gigante concentración demuestra que la gesta de la revolución sigue viva”, dijo Cerén.

El tercero en intervenir fue el mandatario venezolano Nicolás Maduro, quien además de felicitar a los nicaragüenses por la celebración del 37 aniversario de la revolución, dijo que “Venezuela renacerá de las dificultades (atraviesa una crisis política y económica) y se enrumbará en el camino de la victoria”. 

Después de las palabras de Maduro, el presidente Ortega pronunció su discurso, en el que resaltó sus lazos de amistad con el cardenal emérito Miguel Obando, destacando también la “lealtad” que Rosario Murillo ha tenido con los principios revolucionados del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Presidente Maduro en Managua


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