Ramón Varela •  Wikimedia commons •  Internacional •  19/06/2016

Las ONG denuncian el acuerdo político de la Unión Europea sobre los minerales procedentes de zonas de conflicto

 Amnistía Internacional y otras entidades advierten de que las autoridades comunitarias "han priorizado los beneficios sobre las personas" en relación con la nueva legislación, en teoría diseñada para asegurar que los minerales que entran en la UE se han obtenido "de manera responsable y sin financiar conflictos o abusos contra los derechos humanos", pero de la que finalmente han terminado por eximir de su cumplimiento a la gran mayoría de empresas europeas que comercian con minerales.

Las ONG denuncian el acuerdo político de la Unión Europea sobre los minerales procedentes de zonas de conflicto

La UE, de hecho, es uno de los principales destinos para los recursos minerales, con empresas que los introducen en Europa tanto en bruto como en productos de uso cotidiano, sobre todo relacionados con la industria tecnológica.

Tras meses de negociaciones, las instituciones europeas han alcanzado un acuerdo sobre una ley diseñada para asegurar que los minerales que entran en la UE se han obtenido de manera responsable y sin financiar conflictos o abusos contra los derechos humanos, pero la ley, denuncia AI, «corre el riesgo de no alcanzar ni mucho menos su objetivo previsto», al haber cedido a las demandas de las grandes corporaciones.

“La decisión adoptada hoy deja a las compañías que importan minerales dentro sus productos completamente libres de culpa. Es un intento incompleto de hacer frente al comercio de minerales procedentes de zonas de conflicto, que sólo someterá a controles básicos a las empresas que importen materiales en bruto”, ha manifestado Iverna McGowan, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas. “La Unión Europea tiene la obligación internacional de proteger los derechos humanos, pero se ha quedado a medio camino a la hora de cumplirlas. Los inversores y consumidores europeos seguirán sin saber con certeza si las empresas con las que están tratando se comportan de manera responsable. Esta ley supondrá un cambio escaso, demasiado escaso.” 

LA UE HA OPTADO POR LA AUTORREGULACIÓN DEL SECTOR EMPRESARIAL

Al no hacer obligatorio el cumplimiento de la ley para las empresas, la UE ha optado por confiar en que éstas decidan voluntariamente realizar sus compras de recursos minerales de una manera responsable,  lo que para AI no ha funcionado en el passado, pues todavía son muy pocas las empresas que están tomando medidas «para comprobar si existen riesgos asociados a los conflictos o a los derechos humanos en sus cadenas de suministro».

“Aunque reconocemos los esfuerzos de quienes, especialmente dentro del Parlamento, han luchado por una Europa en la que ‘la conducta empresarial habitual’ sea una conducta responsable”, ha declarado Michael Gibb, de Global Witness, “nos decepciona que la UE no haya acompañado sus palabras con acciones. Mientras las leyes europeas se van quedando atrás respecto a las de otros países, la Unión Europea está convirtiéndose rápidamente en el eslabón débil de la cadena de suministros de minerales. Aunque el paso que se ha dado es importante, la UE debería haber ido mucho más lejos y haber aprovechado al máximo la oportunidad única que se le brindaba para cambiar realmente las cosas.” 

“Esta ley no puede ser más que un primer paso. Debe implementarse rápidamente para que pueda hacerse pronto extensiva a las empresas que importan estos minerales como parte de productos manufacturados”, ha manifestado Maria van der Heide, de Ayuda en Acción. “Las comunidades que viven en zonas de conflicto o de alto riesgo sólo podrán beneficiarse de la riqueza de sus recursos y liberarse del círculo de violencia relacionado con el comercio de minerales de zonas de conflicto si las empresas adoptan prácticas de adquisición responsable a lo largo de toda la cadena de suministro.” 


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