Redacción •  Actualidad •  29/08/2022

Piden medidas reales de protección y conservación de las fanerógamas marinas

  • La conservación de fanerógamas marinas en Andalucía se reduce a “nombrar espacios protegidos en un papel» y dar “consejos” a usuarios y pescadores.
  • Se necesita un plan de gestión sostenible y participativo, como los de otras comunidades del Mediterráneo.
Piden medidas reales de protección y conservación de las fanerógamas marinas

En el litoral de Almería, tenemos 4 de las 5 especies de fanerógamas marinas endémicas del Mediterráneo (plantas marinas): Posidonia oceánica, Zostera marina y noltii, y Cymodocea nodosa, fáciles de encontrar de forma individual o en praderas míxtas en las 5 ZEC (Zonas de Especial Conservación) de la Red Natura 2000 que existen en la provincia.

Además de denuncias a diferentes administraciones, la organizaciones ecologistas han venido solicitando, sin éxito, participación a nivel municipal en la gestión de playas y poner en valor estos hábitats tanto dentro del mar como fuera. También realizamos acciones de sensibilización para que la ciudadanía sea consciente de la importancia de conservar estos hábitats prioritarios de la RED NATURA 2000, porque son fuente de biodiversidad e imprescindibles en plena emergencia climática o contribuir a desarrollar una pesca y turismo sostenible, ya que de forma natural nos ayudan a conservar el litoral.

Pero en la Junta de Andalucía, no hay avances reales hacia la protección y conservación. Por ello, en 2021, una de Las dos Banderas Negras en Almería fué por la ineficacia y falta de seguimiento en los planes de gestión de los ZEC de la provincia.

Este verano de 2022, desde diferentes medios de comunicación se hacen eco de la problemática que suscitan los barcos de recreo que fondean sobre praderas de fanerógamas. Pero desde la Federación de Ecologistas en Acción de Almería se ha resaltado que esa no es la única amenaza, denunciando además vertidos de aguas de retorno agrícola o insuficientemente depuradas a través de los emisarios, la pesca ilegal y la presión turística (actividades de turismo activo en el mar y deportes acuáticos) no paran de crecer, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad marina; la falta de boyas de fondeo. Solo hay en los ZEC Fondos marinos Levante Almeriense (11), Islote de San Andrés (3) y Cabo de Gata (18). Aunque se respete la línea de boyas de costa, es muy habitual ver embarcaciones de recreo fondeando sobre fanerógamas paralelas a la línea de costa en ZEC de Cabo de Gata-Níjar y en zonas de poca profundidad de los Arrecifes de Roquetas de Mar y Fondos marinos de Punta Entinas-Sabinar, donde además de los fondeos, pequeñas embarcaciones y motos acuáticas entran en cualquier época del año fuera de canales los canales náuticos.

Así mismo, también denuncian la falta de participación social. En Almería, no aparece en los planes de gestión de los ZEC como un objetivo claro el uso sostenible de los recursos ni la protección de características naturales o culturas específicas, como la activación de la pesca artesanal. Los pescadores artesanales no forman parte de los órganos de gestión de los espacios marinos protegidos. Ellos serían agentes de control necesarios ya que son los principales interesados en la conservación de los fondos de fanerógamas y están habitualmente transitando por el mar.

¿Qué propuestas de mejora proponen Ecologistas en Acción de Almería?

Ecologistas en Acción ha pedido una batería de medidas para mejorar la situación. Entre ellas, contar en los órganos de gestión y participación con representantes de todas las actividades relacionadas con el medio marino (Turismo activo, clubs deportivos, pescadores artesanales y deportivos, hosteleros, asociaciones conservacionistas y vecinales, hostelería…).

También la realización de campañas de sensibilización durante los periodos vacacionales para turismo, durante el resto del año en centros de buceo, puertos deportivos, centros educativos y asociaciones locales, así como la instalación de paneles interpretativos/informativos sobre la regulación de usos y las penalizaciones que conlleva su incumplimiento.

En cuanto a las administraciones, solicitan una gobernanza activa con la colaboración de las diferentes entidades que lo gestionan. Entre las medidas administrativas, exigen la prohibición la pesca de alto impacto o el furtivismo, la instalación de boyas de fondeo en las zonas con mayor densidad de fanerógamas marinas y controlar la carga de embarcaciones, además de cobrar una tasa por cada amarre en las mismas y disponer así de un recurso económico para la gestión de los ZEC. Asimismo, balizar de forma permanente la línea de baño para poder realizar deportes y actividades acuáticas con seguridad, preservando a la vez los fondos de fanerógamas cercanos a la costa de fondeos ilegales y contaminación o introducción de especies invasoras.

Por último, apuntan a medidas disuasorias, como implantar una penalización económica a los que incumplan las normas de protección o a los responsables de “dañar” (vertidos de aguas residuales, industrias, minería…) estos espacios marinos protegidos e invertirlo en vigilancia, actividades divulgativas y científicas.

«No estaría de más que desde la Junta de Andalucía replicaran ejemplos de gestión de comunidades vecinas del Mediterráneo», apuntan desde Ecologistas. La organización cita como ejemplos Murcia, con un gran proyecto de dotación interpretativa en playas y de educación ambiental, Baleares, donde además de un decreto de la Posidonia, existe un consejo con representantes de la administración, asociaciones conservacionistas, pescadores, empresas de turismo activo y representantes de cualquier actividad con afección a fanerógamas (Valencia, también ha aprobado un decreto similar). También destacan que para evitar daños por fondeo y realizar un control del tráfico marítimo, existen aplicaciones para móviles que te dicen en todo momento si hay presencia de posidonia en Baleares, Valencia y Alicante (en Baleares además se pueden reservar los amarres en las boyas de fondeo.

«Proteger es mucho más que poner en un papel el nombre de los espacios ZEC con un número y dar “consejos” a pescadores o usuarios de playas y embarcaciones», plantean desde la organización ecologista. «Es preciso un plan de gestión sostenible y con participación social, que contemple campañas de educación ambiental, información de la regulación de usos y la coordinación entre administraciones para realizar acciones de vigilancia del medio marino e imponer sanciones», concluyen.


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