Redacción •  Actualidad •  25/09/2017

El Plan A puede hacer que Madrid cumpla la ley en calidad del aire

Ecologistas en Acción se felicita por la inminente aprobación el Plan A de la ciudad de Madrid para luchar contra la contaminación atmosférica. Aunque hay medidas que no comparte, el balance general del plan es positivo. La organización ambiental exigirá el cumplimiento de todas aquellas actuaciones que en su conjunto podrían conseguir que Madrid cumpla con la legislación de calidad del aire, algo que traerá enormes beneficios para la salud y el bienestar de la población.

El Plan A puede hacer que Madrid cumpla la ley en calidad del aire

El Gobierno municipal de Madrid ha anunciado que aprobará en Junta de Gobierno el Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Ciudad de Madrid, más conocido como Plan A. Ecologistas en Acción ya ha señalado que es la primera vez que un documento de estas características parte del reconocimiento claro y explícito de que Madrid tiene un serio problema de calidad del aire. También de que el principal deber de las autoridades públicas es velar por la salud de la población y que la principal causa de la contaminación atmosférica es, sin duda, el tráfico. Por tanto para mejorar la calidad del aire se plantean una serie de medidas que van orientadas a reducir el tránsito de vehículos a motor al tiempo que se promueve el cambio modal, intentando trasvasar desplazamientos en coche al transporte público o la marcha en bicicleta y a pie.

No es una cuestión baladí. En España fallecen más de 30.000 personas de forma prematura al año por la mala calidad del aire, y Madrid y su área metropolitana son uno de los puntos negros de esta contaminación. El plan que aprobará el Gobierno municipal, según la modelización que ha realizado la Universidad Politécnica de Madrid, y siempre que se aplique con decisión y sin dejar de lado o retrasar las medidas más ambiciosas, permitirá reducir en 2020 un 40 % las emisiones procedentes del tráfico, lo que puede suponer un 25 % menos de óxidos de nitrógeno en el aire que respiran las madrileñas y madrileños y, con ello, que se cumpla con los límites legales.

Entre las medidas que a juicio de Ecologistas en Acción resultarán más positivas si se llevan a cabo con determinación están:

  • La creación de una gran área de prioridad residencial desde la primera mitad de 2018 en todo el centro de la ciudad, que permitirá una notable reducción del tráfico y una mejora de la habitabilidad de esos barrios, como ya ocurre en las APR existentes.
  • El rediseño de los principales ejes viarios para evitar que funcionen como vías rápidas para atravesar la ciudad, tal y como sucede en la actualidad, y de los grandes accesos viarios, como la A5, convirtiéndolos en calles distribuidoras de tráfico.
  • La regulación de aparcamiento con criterios de calidad del aire, lo que incluye que los coches sin etiqueta de la DGT no podrán aparcar en el SER a partir de 2020.
  • La limitación de velocidad a 70 km/h en los accesos y en la M-30, que lanza un mensaje claro a los automovilistas de que una moderación de la velocidad supone también una reducción de las emisiones.

Además de estas medidas, que se pueden considerar ambiciosas con respecto a planes anteriores, hay otras actuaciones más convencionales –como las orientadas a mejorar la movilidad peatonal, ciclista o el transporte público– que, siendo positivas en su filosofía general, adolecen de falta de concreción en algunos casos.

Pero para Ecologistas en Acción no todas las medidas propuestas son acertadas. En particular destacan:

  • El tratamiento de excepción que se da a las motos cada vez que se plantean limitaciones de tráfico, injustificable en términos de calidad del aire y ruido. Buena parte de las motos emiten más contaminantes que los coches de gasolina.
  • Muy negativa es también la creación de una «red de aparcamientos intermodales»: se emplearán fondos públicos para pagar el aparcamiento a quien llegue en coche hasta Madrid.

Por otro lado, hay otras medidas que no se podrán llevar a cabo si no hay colaboración por parte de la Administración central o del Gobierno de la Comunidad de Madrid, algo desgraciadamente habitual. Hablamos de los carriles bus en los accesos a Madrid o los cambios en las líneas y frecuencias del transporte público, que dependen del Consorcio Regional de Transporte.

En definitiva, lo más relevante para Ecologistas en Acción es que con este plan tenemos una hoja de ruta razonable para alcanzar un objetivo muy importante e inexcusable para una administración responsable: cumplir la ley de calidad del aire y con ello mejorar la salud de la población. Si se lleva a cabo de forma decidida y sin vacilaciones es posible que, por fin, se consiga.


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