Más de 3.000 personas se manifiestan en Madrid contra el CETA

El CETA ya está impactando en la ciudadanía porque está suponiendo que las delegaciones de Estados Unidos y Canadá negocien a la baja con Europa aspectos muy importantes como todos aquellos relacionados con sustancias tóxicas y la importación de combustibles fósiles altamente contaminantes. En este sentido, Miguel Ángel Soto, miembro de Greenpeace, explicó que con la puesta en marcha de este tratado, y otros por el estilo, nos dirigimos hacia un sistema en el que los Estados van a depositar la soberanía sobre grupos técnicos dando mucho más poder a las corporaciones.

EL CETA es un tratado muy similar al TTIP pero que además permite a las empresas estadounidenses, que en el 80% de los casos tienen sede en Canadá, invadir con sus productos Europa. Para Cuca Hernández, miembro de ATTAC España, esto es un ataque directo a los derechos sociales, a los consumidores, a los servicios públicos y sobre todo a la democracia porque las empresas podrán demandar a los Estados por cualquier acto legítimo.

Desde la CGT la secretaria de Acción Social, Irene de la Cuerda, explicó que la movilización contra el CETA se realizaba en un marco global, común en Europa. El 21 de enero ha sido un día de protesta contra los Tratados de Libre Comercio en la mayoría de las grandes ciudades europeas. En concreto en el Estado español se habían convocado 33 manifestaciones y concentraciones. De la Cuerda considera que a pesar de la votación del CETA fijada para el 14 de febrero en el Parlamento Europeo, la ciudadanía tiene y debe continuar luchando en la calle: «Nosotras vamos a seguir porque esto no se para en el Parlamento Europeo».