Redacción •  Actualidad •  04/10/2023

Toda la población madrileña ha respirado aire contaminado por ozono, en un nuevo verano tórrido

  • El informe anual sobre la contaminación por ozono de Ecologistas en Acción constata que los frecuentes episodios de calor de la primavera y el verano de 2023 han elevado los niveles de ozono, afectando a toda la Comunidad de Madrid.
  • El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y el Gobierno de España siguen careciendo de planes eficaces sobre el transporte y la industria que reduzcan los elevados niveles del contaminante más ligado al cambio climático.
Toda la población madrileña ha respirado aire contaminado por ozono, en un nuevo verano tórrido

El informe sobre ozono elaborado por Ecologistas en Acción analiza los datos recogidos entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2023 en casi 500 estaciones de medición repartidas por todo el territorio español, entre ellas 45 situadas en la Comunidad de Madrid.

En lo que respecta a la Comunidad de Madrid, entre sus principales conclusiones, destacan:

– El ozono es un contaminante muy complejo, que no tiene una fuente humana directa, sino que se forma en la superficie terrestre en presencia de radiación solar por la combinación de otros contaminantes denominados precursores, emitidos por el transporte (en la Comunidad de Madrid el tráfico por carretera y la aviación), ciertas actividades industriales o la ganadería intensiva. Se trata por tanto de un contaminante típico de primavera y verano.

– El ozono es el contaminante atmosférico que año tras año afecta a más población y territorio en el Estado español, y el más estrechamente ligado al cambio climático, por su relación con la radiación solar. Durante 2023, sus niveles han repuntado en Madrid a consecuencia de la primavera y el tercer verano más cálidos desde 1961, con numerosos episodios cálidos entre abril y septiembre y cuatro intensas olas de calor en julio y agosto.

– El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia el valor diario recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo al cual el aire contaminado por ozono ha afectado en 2023 a la totalidad de la población y del territorio madrileños.

– Las cinco zonas donde en el trienio 2021-2023 la media de las estaciones de medición ha incumplido el objetivo legal para la protección de la salud (Corredor del Henares, Urbana Noroeste, Sierra Norte, Cuenca del Alberche y Cuenca del Tajuña) suman dos millones de habitantes, el 29 % de la población. La ciudad de Madrid y el resto de la Comunidad habrían superado el nuevo objetivo legal propuesto para 2030 por la Comisión Europea.

– La frecuencia de las superaciones de los estándares de la OMS y legal ha sido superior a la de los años previos a la pandemia, con aumentos del 12 % y el 8 % respectivamente en relación al promedio de las registradas en el periodo 2012-2019, en el conjunto de la Comunidad.

– Especialmente significativo ha resultado el incremento de los episodios más agudos de contaminación por ozono. 2023 ha sido el año con más superaciones del umbral de información a la población desde el año 2015. En total se registraron 189 superaciones de dicho umbral, 59 en la red municipal de Madrid, 110 en la red de la Comunidad de Madrid y 20 en las estaciones de AENA entorno al aeropuerto de Barajas.

– El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono, por el aumento de la radiación solar, el alargamiento progresivo de la duración del verano (estimado por la AEMET en un día al año) y la reducción de las precipitaciones, a sumar a otros “inconvenientes” ambientales entre los que en 2023 hay que destacar en España la intensa sequía primaveral y estival.

– La contaminación por ozono debe abordarse como un problema sanitario de primer orden, que causa cada año en torno a 2.500 muertes en el Estado español, según la Agencia Europea de Medio Ambiente, afectando a niñas y niños, mayores, mujeres embarazadas y personas con enfermedades cardiorrespiratorias. Durante el verano de 2023, el Instituto de Salud Carlos III ha identificado en Madrid 420 muertes por las elevadas temperaturas.

– El coste sanitario y laboral de la contaminación por ozono fue de 5.000 millones de euros en 2013, un 0,33 % del PIB español, según el Banco Mundial, sin considerar los daños provocados sobre los cultivos y los ecosistemas naturales.

– La información a la ciudadanía por parte de las administraciones públicas no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema. El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid se han limitado a difundir avisos rutinarios durante los episodios de ozono de este verano, por procedimientos que no han permitido una difusión eficaz de la información.

– Buena prueba de la gravedad de la situación y de la falta de actuación relevante de las administraciones son las sentencias del Tribunal Supremo (2020) y los tribunales superiores de Castilla y León (2018 y 2023), Navarra (2021), Cataluña (2022) y Comunitat Valenciana (2023) condenando a sus gobiernos a aprobar a la mayor brevedad planes de calidad del aire para reducir el ozono, por el incumplimiento desde 2010 de los objetivos legales.

– En este sentido, Ecologistas en Acción considera inaceptable que un año más el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid sigan careciendo de planes eficaces sobre el transporte terrestre y aéreo y sobre la industria que reduzcan los elevados niveles de ozono.

– Las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire por ozono son disminuir el tráfico motorizado, adoptar las mejores técnicas industriales disponibles, sustituir los disolventes orgánicos por agua, el ahorro y la eficiencia energética, un despliegue ordenado de las energías renovables, reducir el tráfico aéreo evitando nuevas ampliaciones del aeropuerto de Barajas, y penalizar fiscalmente a los vehículos diésel.

– Transcurridos nueve meses desde el fin del plazo para que los municipios de más de 50.000 habitantes establecieran zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, sólo Madrid y Rivas-Vaciamadrid habrían cumplido formalmente esta obligación legal, pese a los fondos públicos que están recibiendo para su implantación. Ecologistas en Acción pide a las autoridades locales que prioricen la salud de sus vecinos.

– La crisis de la COVID-19 ha demostrado que la reducción estructural del transporte y la descarbonización de la industria y los edificios son las mejores herramientas para mejorar la calidad del aire que respiramos, en las ciudades y en las zonas rurales, también en el caso del ozono. La dramática situación creada por la pandemia ha corroborado que la reducción de las emisiones de sus precursores es efectiva para combatir la contaminación por ozono.


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