Agencia Sputnik •  Actualidad •  02/01/2022

España cerró 2021 con máximos en inflación en los últimos 30 años

  • La escalada de precios no toca techo en España, donde los datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE) sitúan la inflación en un 6,7% interanual en diciembre.
España cerró 2021 con máximos en inflación en los últimos 30 años

Es una tasa que no se veía desde 1992, hace casi tres décadas, y que pone fin a un año de importante pérdida de poder adquisitivo para los españoles, que ven como el aumento progresivo del coste de vida no está compensado en la nómina.

Factores como el encarecimiento de la energía, la alimentación o los combustibles están contribuyendo a un alza que no da tregua desde marzo.

Esta situación preocupa a los sindicatos, que llevan semanas saliendo a la calle para exigir subidas salariales que garanticen la capacidad adquisitiva de los trabajadores.

La Unión General de Trabajadores emitió un comunicado denunciando que el avance del índice de precios al consumidor (IPC) está «muy alejado de los crecimientos salariales que se han llevado a cabo en este año».

El salario mínimo interprofesional se elevó un 1,6% a partir de septiembre, mientras que los salarios de convenios colectivos crecieron un 1,5% de media en 2021, porcentajes que se sitúan a mucha distancia del índice de precios.

Peligro de espiral inflacionista

El Banco de España ya advirtió en su último informe macroeconómico que la inflación seguirá subiendo durante el invierno y no iniciará su descenso hasta la primavera de 2022.

Según este organismo, los factores que influyen en mayor grado al alza de precios, como el encarecimiento de la luz o algunos bienes y servicios, tienen «en principio, un carácter predominantemente transitorio».

Sin embargo, cuanto mayor sea la duración de ese episodio de aumento, según el Banco de España, «más elevada será la probabilidad de que se filtre, de modo más generalizado, al conjunto de precios finales de la economía, así como las demandas salariales».

Trasladar el repunte de la inflación a las exigencias de los sindicatos generaría un escenario donde «los aumentos de costes salariales y precios se realimentan mutuamente» dando lugar a «fenómenos inflacionistas más persistentes», sostiene el informe.

Es una advertencia de la que en las últimas semanas también se hicieron eco entes internacionales como la Comisión Europea, el Banco Central Europeo o el Fondo Monetario Internacional.

Esperanzas puestas en la primavera

Al argumento de la transitoriedad se remite también el Gobierno de España, aunque reconoce que el fenómeno podría alargarse más de lo previsto.

«Lo dicen el Banco Central Europeo y el Banco de España: hablamos de un escenario coyuntural que probablemente se va prolongar en el tiempo, más de lo que deseamos», afirmó tras conocer los datos del INE el portavoz parlamentario del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Pedro Sánchez, Héctor Gómez.

Las previsiones del Banco de España apuntan a una inflación media del 3% este año —en línea con el 3,1 que estima el INE— que seguirá subiendo hasta el 3,7% en 2022 y caerá drásticamente al 1,2% en 2023.

Quedan por delante unos meses determinantes hasta la primavera, cuando se espera que la situación mejore, siempre y cuando remitan los precios energéticos y no aparezcan nuevos riesgos derivados de la pandemia.

Aunque, como admite el mismo organismo, la evolución de la inflación está sujeta a incertidumbres como la posible prolongación en el tiempo de los cuellos de botella o un hipotético recrudecimiento de las tensiones geopolíticas en torno al gas en Europa.

Todo esto supone una amenaza para la recuperación que persigue el Gobierno de España después de la crisis del COVID, y especialmente para la vida diaria de millones de españoles que ven las repercusiones en la cesta de la compra, la factura eléctrica o el alquiler.


Economía /  españa /  inflación /