Redacción •  Actualidad •  18/03/2024

La Asociación Vive el Valle del Corneja “tumba” en el juzgado el proyecto minero Polonia 1.152 que Grupo Cosentino pretendía llevar a cabo en Ávila

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Ávila anula el expediente minero Polonia 1.152 con el que Cerro el Rocil, filial de Grupo Cosentino, pretendía iniciar un proyecto de investigación en el Valle del Corneja, dando la razón a la Asociación Vive el Valle del Corneja tras la presentación de un recurso contencioso administrativo por parte de esta.

La Asociación Vive el Valle del Corneja “tumba” en el juzgado el proyecto minero Polonia 1.152 que Grupo Cosentino pretendía llevar a cabo en Ávila

Comunicado

Ávila, 18 de marzo de 2024.- Y lo hace avalando las argumentaciones que desde que se inició el asalto a nuestro valle por parte de las empresas mineras, en 2017, venimos aportando tanto desde la Asociación Vive el Valle del Corneja como desde la Plataforma No a la Mina en el Valle del Corneja: el daño que cualquier inicio de investigación o explotación minera puede hacer a nuestro hábitat natural y medioambiental, a nuestra economía basada en la ganadería y agricultura, fundamentalmente, junto al turismo rural; y a la biodiversidad del Valle del Corneja, que engloba especies protegidas, por poner algunos ejemplos. Al tiempo que reconoce a la Asociación como legitimada en la lucha.

La sentencia estima que el proyecto minero, que hubiera afectado a 71 cuadrículas mineras (1.988 hectáreas) de los términos municipales de Becedillas (con su anejo Casillas de Chicapierna), Malpartida de Corneja, El Mirón (con su anejo Aldealabad del Mirón), Collado del Mirón y Santa María del Berrocal (con sus anejos Valdemolinos y Navahermosa de Corneja), debería haber sido desestimado por la Junta de Castilla y León al no haber presentado Cerro el Rocil un verdadero proyecto de investigación y entregar la documentación requerida fuera de plazo. “En la documentación entregada por la compañía minera no se argumentan datos esenciales del proyecto de investigación como la ubicación de cada uno de los sondeos propuestos, ni se llevaron a cabo trámites esenciales como la evaluación de impacto ambiental o el informe de afección”, señala. Además, la viabilidad técnica y económica del permiso fue demandada en dos ocasiones, siendo presentada más allá de los 60 días transcurridos desde la fecha de la solicitud del permiso. “Tanto la declaración de impacto ambiental como el informe de afección tendrían que haber sido previos al otorgamiento del permiso de investigación”, argumenta, al tiempo que reconoce que el promotor no acredita que disponga de recursos propios para hacer frente al presupuesto del proyecto de investigación y de restauración presentados. Hecho que se agrava al tener otorgados otros dos permisos de investigación, lo que hace más complicada su situación económica para llevar a cabo por sí mismo tres proyectos al mismo tiempo.

En cuanto al plan de restauración se observa que no se adapta a la zona que se pretendía solicitar para su investigación, siendo muy genérico e impreciso y careciendo de datos relevantes hasta tal punto que no se contempla que la ejecución de las obras pudiera generar incendios forestales, algo que sí se presenta en el Informe del Servicio Territorial de Medio Ambiente. Esto, en su opinión, debería haber sido otro argumento para la denegación del otorgamiento del permiso a la promotora o haberle requerido para su adecuación.

En cuanto a la flora y la fauna y su afección medioambiental a la misma queda reflejado que Cerro el Rocil no ha hecho ningún estudio sobre las mismas. Sólo aportan luz en este sentido las declaraciones del biólogo zoólogo Francisco José García y el catedrático Modesto Luceño, quienes comparecen junto a la Asociación Vive el Valle del Corneja, revelando que la zona de estudio que se vería potencialmente afectada por el proyecto de investigación mantiene parches de encina maduro, alternando con matorral, roquedas, vaguadas y zonas con pastizales naturales de Fetusca y otras gramíneas silvestres de gran interés. También aparecen especies de flora amenazada como “Astagalus devesae”, en peligro crítico de extinción y “Silene marizii”, casi amenazada, junto a otras especies amenazadas, destacan.

Importante la afirmación de la sentencia sobre que un proceso de investigación es extractivismo al realizar sondeos y catas y, por lo tanto, puede crear daños al medio ambiente al extenderse a una porción de territorio extraordinariamente amplia y próxima a otros proyectos extractivos, en concreto al proyecto Sonsoles, otorgado en 2017 a la empresa Transportes, Hormigones y Excavaciones Sonsoles S.L. (suspendido tras la presentación de 4.500 recursos de alzada en 2017) y a 15 km de la explotación denominada “Margarita”, por Cosentino S:A:U., cuyos efectos medioambientales afectan directamente a esa zona, entre ellos la calidad del aire. La sentencia declara que en la investigación que pretendía llevarse a cabo se incluía el perímetro urbano de Collado del Mirón, Casillas de Chicapierna, Malpartida de Corneja y El Mirón, a pocos km de Piedrahita y a 5 km de Bonilla de la Sierra, declarado Conjunto Histórico Artístico desde 1983, formando parte de la Red de Pueblos más bonitos de España desde 2019. Poblaciones que se dedican a la agricultura, ganadería y turismo rural, medios de vida que desaparecerían con la actividad minera por la contaminación de los pastos, aguas, suelo y acuíferos del subsuelo. Sin olvidar la contaminación acústica derivada de las perforaciones que afectaría, además, a la fauna y flora silvestres.

También podrían verse afectados varios arroyos y barranqueras que vierten sus aguas al arroyo del Collado que vierte sus aguas al río Corneja, este al río Tormes y este al río Duero. Y es que la sentencia pone de relieve que ni en el proyecto de investigación ni en el proyecto de restauración se han tenido en cuenta las épocas pluviales ni las escorrentías que pueden arrastrar los materiales extraídos en las perforaciones solicitadas, así como los productos químicos que se utilicen en la zona de investigación.

Desde la Asociación Vive el Valle del Corneja y la Plataforma No a la Mina en el Valle del Corneja consideramos esta victoria como el colofón a nuestros siete años de lucha contra la minería a cielo abierto en el valle. Una lucha en la que ha primado la protección de nuestra tierra y la de las personas que en ella viven. Hemos tenido que oír muchas cosas desagradables contra nosotros durante estos años pero el tiempo nos ha dado la razón. Nuestra tierra ni se vende ni se destroza. Y nadie se va a aprovechar de nuestra gente. Seguiremos luchando contra aquellos que intenten enriquecerse a nuestra costa.


minas /