Agencias •  Ciencia •  21/11/2022

La COP27 culmina con un fondo para daños climáticos, pero no avanza en mitigación

La cumbre del clima de la ONU, que concluyó este domingo en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, ha supuesto una «victoria» para los países en desarrollo al lograr el primer fondo para costear los impactos del cambio climático, y también una «decepción» para quienes critican la falta de ambición y avances para acabar con los combustibles fósiles.

La COP27 culmina con un fondo para daños climáticos, pero no avanza en mitigación

Casi 200 países acordaron en la madrugada del domingo respaldar un acuerdo que respondía a una demanda histórica por parte de los países más vulnerables ante los efectos de la crisis climática: la creación de un fondo bajo la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático que les ayude a asumir el coste económico de las consecuencias del calentamiento global, fenómeno al que apenas han contribuido. Supone todo un avance para los países en desarrollo.

«Al principio de estas conversaciones, las pérdidas y los daños ni siquiera figuraban en el orden del día y ahora estamos haciendo historia”, recalcó el director de PowerShift Africa, Mohamed Adow, para quien la aprobación del fondo “demuestra que este proceso de la ONU puede lograr resultados, y que el mundo puede reconocer que la situación de los vulnerables no debe ser tratada como un fútbol político».

En la misma línea comentó la presidenta del Instituto Mundial de Recursos (WRI, por sus siglas en inglés), Ani Dasgupta, quien calificó el resultado como «un avance histórico».

El fondo de pérdidas y daños ha sido aplaudido por los estados insulares, que estuvieron especialmente involucrados en el diálogo para que los países desarrollados y mayores culpables históricos de la crisis climática pagaran por los fenómenos extremos que sufre en mayor medida el llamado Sur Global.

El enviado especial de la primera ministra de Barbados, Avinash Persaud, que calificó el fondo como «una victoria para la humanidad», valoró el «fuerte liderazgo de la alianza de pequeños estados insulares» y el «sorprendente grado de solidaridad mostrado por el resto del mundo, desde los principales países en desarrollo industrializados hasta los desarrollados».

Falta de ambición para reducir emisiones

Si bien este tema logró marcar la agenda mediática en la cobertura de la COP27 desde sus inicios, los objetivos de la cumbre se centraban en aumentar la ambición en los planes de mitigación del cambio climático -la reducción de emisiones de gases invernadero-, en la adaptación y en la financiación, aspectos que quedaron relegados a un segundo plano, según estimaron fuentes de la Unión Europea, decepcionadas con el acuerdo final.

Desde este organismo se ha realizado una petición expresa a los países de abandonar progresivamente el uso de combustibles fósiles, y no solo del carbón, como plasma la declaración, denominada Plan de Implementación de Sharm el Sheij.

“Para hacer frente al cambio climático es necesario que todos los flujos financieros apoyen la transición hacia la baja emisión de carbono: la UE vino aquí para conseguir un lenguaje fuerte y estamos decepcionados por no haberlo conseguido», declaró el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, quien lamentó que desde el Pacto de Glasgow se ha perdido “mucha velocidad” a causa de la crisis energética que ha favorecido la guerra en Ucrania.

Asimismo, el secretario general de la ONU, António Guterres, quien señaló que la COP27 había dado «un paso hacia adelante para la justicia», incidió en que hay una «línea roja» que no se debe cruzar, en referencia al calentamiento de 1,5 grados que no debería sobrepasarse a finales de este siglo, para lo que se necesita «invertir masivamente en energías renovables» y acabar con la «adicción a los combustibles fósiles».

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, coincidió en que lo acordado por la COP27 «marca un pequeño paso hacia la justicia climática» y también «ha mantenido viva la meta de los 1,5 grados», pero se lamentó: «Desafortunadamente, no ha cumplido con el compromiso de los principales emisores del mundo de reducir gradualmente los combustibles fósiles, ni con los nuevos compromisos sobre la mitigación climática. Hemos tratado algunos de los síntomas pero no hemos curado al paciente de la fiebre».

La máxima responsable del Ejecutivo comunitario subrayó, no obstante, que «la UE mantendrá el rumbo, en particular a través del Pacto Verde Europeo y (el programa) REPowerEU», y recordó que «ya es el principal contribuyente mundial de financiación climática internacional».

Ecologistas valoran el fondo pero piden más en mitigación

Las organizaciones ecologistas -muchas de ellas presentes en el encuentro en Sharm el Sheij para seguir de cerca las negociaciones-, también están satisfechas del acuerdo que garantiza un fondo de pérdidas y daños para los países más vulnerables afectados por la crisis climática, y han lamentado la falta de avances en mitigación de emisiones.

Para Amigos de la Tierra, la creación de este Fondo ha supuesto una «decisión histórica» en las demandas claves de los países empobrecidos, «a pesar de los esfuerzos de EEUU y otros países por descarrilarla», pero ha incidido en la falta de avances sobre la eliminación gradual del carbón tal y como se acordó el año pasado en la cumbre de Glasgow (COP26).

Cristina Alonso, responsable de justicia climática de Amigos de la Tierra, ha calificado de «alivio» el acuerdo alcanzado después de decenios, pero «en este momento, es un fondo vacío, y tenemos un gran desafío por delante» para garantizar que los países del Norte Global contribuyan «en línea con la justicia y la equidad».

En la misma línea, SEO/BirdLife ha celebrado que la COP27, haya aprobado «por fin el largamente esperado sistema de pérdidas y daños» para compensar a los más vulnerables por los daños irreversibles del cambio climático, si bien ha lamentado que el acuerdo final alcanzado se haya tenido que «conformar con no dar pasos atrás». 

Los negociadores han tenido que acceder a un acuerdo de mínimos «para no dejar morir el objetivo común» de que el planeta no aumente su temperatura media por encima de los 1,5 grados, han recalcado desde SEO, organización para la cual esta meta, definida en la COP26 de Glasgow, ha estado a punto de caer, lo que hubiera supuesto «el primer retroceso de la historia de las negociaciones climáticas».

Ecologistas en Acción ha destacado que, en esta cumbre, la sociedad civil ha conseguido que se escuche su demanda y ha exigido a países y organismos, que «el comité para el diseño de este fondo cuente con participación de las plataformas sociales presentes en las negociaciones».

En cuanto a la mitigación, esta organización ha hecho hincapié en que el texto final «no incluye ningún avance respecto a la COP26 de Glasgow», y ha calificado de «inadmisible» que se haya perdido un año para la lucha frente a la emergencia climática, además de señalar  que «la financiación para adaptación.

Greenpeace ha acogido con «satisfacción» el acuerdo alcanzado en la COP27, aunque ha pedido abandonar el «poder fósil» que bloquea la acción climática, al igual que Alianza-ActionAid, «satisfechos» por la decisión de establecer este fondo, pero a la vez decepcionados por la falta de avance en recortes de emisiones contaminantes.

Voces de la comunidad científica

En general, la comunidad científica también considera positivo el nuevo fondo y que al menos se mantenga el objetivo de no superar los 1,5 ºC, pero se lamenta de la falta de compromiso y ambición para lograrlo.

“La creación de un fondo de pérdidas y daños es una gran noticia, más después de que año tras año esta necesidad fuera negada por los países desarrollados. La cuestión ahora es práctica y de implementación: que los medios financieros igualen los compromisos políticos (dado que, de momento, la financiación para el cambio climático ha dejado mucho que desear), ha señalado a SMC España Vanesa Castán Broto, catedrática de Urbanismo Climático en la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y experta del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Algunos investigadores, sin embargo, como Fernando Valladares, del CSIC y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, son más críticos: “El fondo de pérdidas y daños representa un ejemplo muy claro del fracaso y la hipocresía que suponen cada vez más las cumbres del clima. La COP27 quiere ponerse contenta por haber conseguido un avance pírrico, insuficiente y todavía sin concretar al respecto de los mecanismos financieros para ayudar a los países más vulnerables y para ayudar con los daños y las pérdidas ocasionadas por el cambio climático”.

“Esto en realidad no hace más que apuntar con tremenda crudeza la incapacidad de la COP27 para abordar el origen del problema del cambio climático –subraya–, que no es otro que los combustibles fósiles, que siguen contando con subsidios estatales que no han sido abordados ni cuestionados, que siguen contando con la presión de 636 grupos de petroleras y de más compañías a las que les interesa que el negocio de los combustibles fósiles continúe como siempre”.  

En declaraciones al SMC UK, el profesor Mark Maslin, catedrático de Climatología del University College de Londres ha resumido en cuatro las lecciones aprendidas de los fracasos de la COP27 para la próxima COP28, que se celebrará en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) el año que viene: “Primero, empezar ya las negociaciones y trabajar duro los próximos 12 meses para que todos los países estén preparados para conseguir un acuerdo final claro; segundo,  llevar a cabo un proceso abierto y transparente para que todos los países entiendan lo que se está negociando y se pueda restaurar la confianza”. 

“Tercero –continúa–, presionar a los países clave para que aumenten su ambición y presenten compromisos mejorados para que haya una oportunidad de cumplir el límite de 1,5˚C; y cuarto, las naciones ricas, incluidos los países de renta alta y las economías emergentes, deben contribuir a un fondo transparente y eficaz. La justicia climática tendrá que estar en el centro de las negociaciones de la COP28, ya que habrá que poner dinero sobre la mesa para la adaptación, las pérdidas y los daños y el rápido aumento de las energías renovables”.


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