Cornado Mina Non •  Opinión •  26/10/2021

En la mina de Touro no es cobre todo lo que reluce

La Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) parece olvidar que su apoyo al proyecto de reapertura de la explotación no es un folio en blanco, sino la herencia de un insostenible legado que ya dura más de 30 años, un período que en absoluto se ha caracterizado por el «respeto al medio ambiente» como ahora algunos pretenden vender a golpe de talonario en medios de comunicación afines.

En la mina de Touro no es cobre todo lo que reluce

Porque en la mina de Touro no es cobre todo lo que reluce, sino que de manera recurrente salen a relucir las miserias del abandono -desde hace décadas- de un proyecto sin orden ni concierto. A día de hoy cabe preguntarse cual es ese «máximo respecto a los estándares medioambientales» a los que Asime hace referencia, ¿a las ilegalidades cometidas de manera reiterada por Explotaciones Gallegas y sancionadas de manera contundente por Augas de Galicia? ¿o a las «excelencias» del proyecto Riotinto por parte de Atalaya Mining que ha denunciado la Fiscalía? al fin y al cabo ambas son las empresas que conforman Cobre San Rafael.

En Touro sólo hay que levantar la cabeza para descubrir el desastre que viene, un desastre asociado a la especulación, el mismo caos que la accionista mayoritaria de Atalaya Mining, Trafigura, está provocando con el cobre metal en el mercado británico. Para algunos el cobre reluce y lava conciencias. Quizás sea esa la «explotación estudiada de los recursos naturales» de la que Asime alardea, quien sabe.

Que multinacionales dedicadas en exclusiva a la especulación y al extractivismo salvaje utilicen la excusa de la descarbonización de la economía para vender su mercancía no sorprende, pero sí lo hace el que lo hagan de una manera tan descarnada, casi apelando a la santidad. Como ciertos asesores que por afinidad -y un buen fajo- predican acerca de una docta moral del sector minero pero en realidad son éticamente irrelevantes por su bochornoso pasado, tanto como el de las empresas que defienden.

Debemos preguntarnos también por las renombradas cifras de empleo e inversión, ¿con cual debemos quedarnos? ¿con 400, 1.600, 1.000, 2.000, 1.700 puestos de trabajo? ¿con 200, 300, 400, 2.500 millones de impacto? ¿pero qué patronal del metal es esa del donde digo digo digo Diego que ni siquiera exige datos precisos y objetivos?

No es por la reactivación económica ni la transición energética. No es por fijar población en el ámbito rural. No es por la presunta restauración medioambiental. En la mina de Touro no es cobre todo lo que reluce. Coge el dinero y corre. Es puro saqueo.


Opinión /