Randy Alonso Falcón •  Opinión •  25/09/2020

Cibermensajes envenenados desde Washington: Campañas en red para Bolivia, Venezuela y México (Parte Final)

El poder imperial en Estados Unidos intenta conservar su decadente predominio mundial a cualquier precio. Apuesta al desorden, la generación de conflictos, la manipulación de mensajes y sentidos como escenario ideal para su propósito de dominación.

El nuevo libro de cabecera de sus poderes ideológicos y militares es “Las nuevas reglas de la guerra: la victoria en épocas de desorden”, del ex contratista militar devenido académico Sean McFate, a quien el Almirante James Stavridis ha osado catalogar como el Sun Tzu de la época actual.

La hipótesis central del texto es que EE.UU ha sido derrotado en todas las confrontaciones militares desde la Segunda Guerra Mundial (Corea, Vietnam, Cuba, Afganistán, Iraq, Siria) por que no ha comprendido en toda su magnitud el cambio de los desafíos bélicos. Para McFate, el centro de las nuevas guerras está en la política y no el poderío armamentístico.

“La victoria moderna no se obtiene en un campo de batalla sino en la conciencia de una sociedad”, fundamenta en su libro McFate. En su perspectiva, las batallas actuales y futuras se libran en un nuevo escenario: la construcción de imaginarios y de sentido común, la búsqueda por imponer visiones de la realidad, el manejo de la información y los datos, la segmentación de los mensajes.

“Necesitamos el dominio de (…) la subversión estratégica para evitar que los problemas se conviertan en crisis y las crisis en conflictos”, enfatiza el gurú imperial de turno; quien llama a tener más académicos, más Hollywood, más ONG´s, más servicios de inteligencia y menos portaviones.

Es en ese escenario que se puede entender la magitud de las operaciones desarrolladas por la firma CLS Strategies en América Latina, recién sacadas a la luz por un informe de Comportamiento Inusual en las redes emitido por el gigante de las plataformas sociales Facebook.

¿Cuál es la cara pública de CLS Strategies?

La hoy bajo reflectores CLS Strategies es una firma de relaciones públicas creada en 1993 bajo el nombre Chlopak, Leonard, Schechter & Associates, en referencia a sus tres fundadores (Bob Chlopak, Charlie Leonard y Peter Schechter).

En el 2014 fue renombrada como CLS Strategies, manteniendo la alusión a los creadores de esta empresa. Su sede está en Washington, conviviendo con el poder político del imperio.

En su página digital oficial CLS Strategies define su campo de acción como  centrado en “Investigaciones gubernamentales. Desafíos regulatorios y legislativos. Litigios de alto riesgo. Ataques de adversarios o competidores. CLS Strategies diseña soluciones para desatar los problemas más complicados. Hacemos lo que sea necesario (sic) para ayudar a nuestros clientes a ganar cuando más importa, en los pasillos del gobierno, en el mercado y en el tribunal de la opinión pública”.

Para la firma, le da lustre haber “estado en lo más álgido de las batallas legales, en lo legislativo y en lo regulatorio, estatal y federal. Nuestro staff se conforma de veteranos de campañas políticas y agencias de gobierno; sabemos cómo se hace la política y cómo piensan los que la hacen, y sabemos cómo influenciar su manera de pensar”.

Y agrega que “en el mundo actual de información instantánea, reputación y percepciones, las probabilidades de éxito pueden cambiar en segundos. El margen entre una campaña de comunicación exitosa y una que fracasa nunca ha sido tan fino.»

De éxitos como la concreción del Golpe de Estado en Bolivia sabe CLS; pero también de fracasos como el de su clienta Añez, quien no pudo lavar su cara y tuvo que retirar su candidatura presidencial, mientras el MAS va primero en las encuestas, aun sin Evo Morales.

En su currículo como firma mundial, CLS Strategies blasona de haber actuado en los seis continentes al servicio de grandes empresas, gobiernos extranjeros y ONG.

Entre las zonas oscuras de CLS, además de borrar los nombres y currículos de los principales involucrados en las operaciones en América Latina develadas por Facebook, está que no se revela el nombre de su principal directivo en la actualidad.

Ante las denuncias sobre su red de manipulación en varios países de la región, la firma estadounidense sólo emitió un escueto comunicado en el que afirma con desparpajo: «CLS Strategies tiene una larga tradición de trabajo internacional, también en los medios de comunicación social, para promover elecciones libres y abiertas y para oponerse a regímenes opresivos, y nos tomamos en serio nuestro compromiso de adherirnos a las rápidamente cambiantes políticas de rápida evolución de Facebook y otras plataformas de medios de comunicación social».

Oscuros personajes con claras conexiones

CLS Strategies no es un electrón libre en la maquinaria mundial de influencias de Washington. Es una valiosa pieza del engranaje profuso de guerra no convencional o de cuarta generación del imperio.

Es por eso que no extraña que su equipo de funcionarios, asesores y directivos esté plagado de exfuncionarios gubernamentales, ex agentes de inteligencia, exmilitares y otros personajes bien conectados con los círculos de poder de Washington.

Aunque cuando se destapó el escándalo CLS Strategies desapareció de su página oficial a los más notorios participantes en la red de manipulación contra procesos progresistas latinoamericanos y ellos, a su vez borraron sus perfiles profesionales en Linkdln, hay muchos rastros de la trayectoria de estos personajes y sus estrechos vínculos con el gobierno estadounidense.

El más prominente de los asesores de CLS es Mark Feierstein, quien en su trayectoria ha sido Director de Seguridad Nacional para América Latina del Gobierno de Obama, funcionario del Gobierno de Clinton, coordinador para Latinoamérica y después Viceadministrador de la USAID (tapadera de las actividades subversivas y de inteligencia de Washington). Estando en USAID, en una declaración al Congreso, señalaba que Cuba y Venezuela «son dos de los países a los que seguimos dando un aporte muy importante a grupos cívicos, que están luchando por los derechos humanos y la democracia» (sic)

También es miembro del poderoso Council on Foreign Relations (CFR) destacado por su influencia en la política exterior de EEUU

Feierstein fue uno de los articuladores y supervisores del Golpe de Estado en Paraguay contra Fernando Lugo en 2012.

Mucho antes, actuó como «Gerente de Proyecto» en la operación injerencista realizada por la National Endowment for Democracy (NED), de cara a las  elecciones de febrero de 1990, que le dieron el triunfo a la derecha nicaragüense, encabezada por Violeta Chamorro.

A Feierstein se le vincula también como asesor del expresidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada frente al pedido de extradición de la justicia de Bolivia por su responsabilidad en la masacre registrada en octubre de 2003 en la Llamada “Guerra del Gas”.

Otro asesor principal de la firma es David Romley, quien trabajó anteriormente como vocero del Pentágono, attaché de prensa del Secretario de Defensa, oficial de comunicación y asuntos públicos del Cuerpo de Marines y Vicepresidente para comunicaciones en el German Marshall Fund, uno de los tanques pensantes de la época de Guerra Fría, financiado por EE.UU y la OTAN,

Romley se desempeñó además como Vicepresidente del Center for a New American Security, otro tanque pensante sobre temas de Seguridad Nacional y fue creador de estrategias de comunicación en las guerras de Iraq y Afganistán.

David Romley Asesor de CLS

Los contenidos relacionados con David Romley ya no están disponibles en la página de CLS Strategies

Uno de los cofundadores de CLS, Peter Schechter, es además director fundador del Adrienne Arsht Latin America Center, el brazo de influencia en nuestra región de The Atlantic Council, (órgano ideológico de la OTAN), impulsor de una línea de ataque sistemático contra los gobiernos de izquierda en la región, de apoyo a los regímenes de derecha y las políticas económicas neoliberales, fue Vicedirector del staff del Subcomité de Instituciones para el Desarrollo Internacional y Finanzas de la Cámara de Representantes, funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo, profesor visitante de la Ben-Gurión University en Israel y profesor adjunto de la George Washington University en EE.UU.

Schechter ha sido asesor principal de campañas electorales en casi todos los países de Latinoamérica, incluyendo Brasil, México, Argentina, Venezuela y Colombia (Álvaro Uribe, Fernando Enrique Cardoso, Enrique Peña Nieto y Henrique Capriles Radonsky han estado entre sus clientes); además de ser asesor principal de comunicaciones de notorias compañías latinoamericanas muy vinculadas a la derecha regional como Polar, Techint, Visa Latin America, Grupo Santo Domingo y Peru LNG.

Peter Schechter

Otro de los notorios manejadores de las redes de influencia y manipulación de CLS en Latinoamérica es Juan Cortiñas García, quien fue Vicepresidente de la firma y participante notorio en el blanqueamiento de imagen de los golpistas en Honduras y Bolivia y en las campañas electorales de Colombia, México y Honduras

Cortiñas fue Secretario de Prensa de la exrepresentante anticubana Ileana Ros-Lehtinen durante 6 años y donante de fondos a la campaña electoral de Marco Rubio. Asesoró en temas de comunicación al expresidente colombiano Juan Manuel Santos y a la oposición golpista de Venezuela, así como a varias multinacionales. Estuvo involucrado con la Junta Golpista de Honduras.

Robert “Bob” Chlopak, otro de los cofundadores de CLS, trabajó antes de la creación de la firma como director ejecutivo del Comité de Campaña Senatorial de los Demócratas en 1988.

Buena parte de los ejecutivos de CLS están vinculados al Partido Demócrata y son donantes de sus campañas electorales, lo que muestra el consenso bipartidista de la estrategia de Washington hacia la región. Chlopak donó $1 000 a la campaña de Biden en Marzo 2020, mientras Schechter donó 2 800 en Abril, según revela The Grayzone tras revisar los datos de la Comisión Electoral Federal de EE.UU.

Alfombras rojas en Washington

Los servicios útiles al poder de CLS Strategies y sus estrechos vínculos con ese poder en Washington han facilitado su labor de influencia en los círculos políticos y gubernamentales de Estados Unidos para favorecer la imagen de sus clientes latinoamericanos, sobre todo si estas tienen dudosa reputación como los golpistas hondureños o los bolivianos.

Un ejemplo clásico de ese actuar es el programa de influencia que CLS Strategies le organizó en diciembre de 2019 al Ministro de Gobierno Boliviano Arturo Murillo.

Murillo es el hombre fuerte del régimen de Jeanine Añez. Es un extremista de derecha que prometió “cazar” a Evo Morales y los líderes del MAS como “animales” y que no tuvo pudor para decir en cámara que los indígenas masacrados por los golpistas se habían pegado un tiro.

Este siniestro personaje fue recibido en Washington con alfombras rojas desplegadas a instancias de CLS. Allí se reunió con otros no menos siniestros que él como los senadores Marco Rubio, Ted Cruz y Rick Scott, con quienes habló de “democracia” y “compromiso de avanzar juntos”.

También sostuvieron un encuentro con miembros de los staff de miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

En Washington, en el encuentro del más alto nivel, Murillo fue recibido por el Director para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional.

No podía faltar un encuentro con Luis Almagro, el Secretario General de la OEA, pieza clave en el Golpe de Estado en Bolivia,

Hubo también reuniones con la desprestigiada Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Grupo de presión empresarial Council of the Americas/ Americas Society y otras entidades.

CLS llevó a Murillo también a la CNN en español y otros medios de comunicación estadounidenses para ayudar en el lavado de cara de la dictadura. Hubo además una entrevista con la agencia española EFE.

Estrategias de relaciones públicas similares desarrollaron con los golpistas hondureños y las campañas electorales de Álvaro Uribe y Enrique Peña Nieto.

FACEBOOK no lo dice todo

Foto: The Independent.

Aunque ha sorprendido que por primera vez Facebook haya revelado una red de manipulación en el espacio digital manejado desde Washington, la poderosa empresa no lo dice todo.

“Tengo mis manos manchadas de sangre”, ha expresado con pesar Sophie Zhang, un ex científica de datos de Facebook, en un memorando interno de 6 600 palabras, revelado recientemente por Buzz Feed.

“En los tres años que pasé en Facebook encontré múltiples intentos descarados de gobiernos nacionales extranjeros de abusar de nuestra plataforma a gran escala para engañar a su propia ciudadanía, y causó noticias internacionales en múltiples ocasiones”, escribió Zhang en su escrito.

La ex analista de Facebook encontró en su trabajo numerosas evidencias sobre redes de cuentas falsas en la plataforma social que han estado actuando para socavar las elecciones y asuntos políticos en todo el mundo. En países como Ucrania, España, India, Brasil, Bolivia y Ecuador encontró operaciones de diversos tamaños de campañas coordinadas para impulsar u obstaculizar los resultados o candidatos políticos, aunque no siempre pudo identificar quien estaba detrás de esas operaciones.

Sophie, sin embargo, si logró identificar una campaña coordinada en Honduras “que utilizó miles de activos no auténticos para impulsar al presidente Juan Orlando Hernández a una escala masiva para engañar al pueblo hondureño”

A los líderes de Facebook les tomó nueve meses para actuar contra esa red de manipulación: “…a pesar de la naturaleza descaradamente violadora de esta actividad, me tomó casi un año eliminar su operación”-reveló Zhang.

Dos semanas después de que se echara abajo la red, los agentes detrás de la misma regresaron con nuevas cuentas falsas. “Habían regresado dos semanas después de nuestra eliminación y volvían a tener un volumen similar de usuarios. Un año después de nuestro desmontaje, la actividad todavía estaba viva”.

Lo que no esclarece, y quizás no lo supiera Zhang, es si CLS, que tenía grandes conexiones con Juan Orlando Hernández, y le manejó su fraudulenta campaña electoral, era también la mano peluda de esta red de manipulación digital.

Una red de miles de cuentas falsas que impulsan al presidente Juan Orlando Hernández de Honduras, en el centro, fue descubierta por la Sra. Zhang en 2019. Foto: Gustavo Amador / EPA, a través de Shutterstock

Zhang sí reveló nueva información sobre una red de cuentas falsas a gran escala utilizada para amplificar y manipular información sobre la COVID-19, así como una operación de influencia política con uso de cuentas falsas en las elecciones de EE.UU y Brasil en 2018. Algunos de estos detalles no habían sido revelados previamente por Facebook, lo que sugiere que los anuncios regulares de eliminación de cuentas por la compañía siguen siendo selectivos e incompletos.

La experta dijo también que encontró “actividad falsa de apoyo al candidato presidencial de la oposición en 2019” en Bolivia y decidió no darle prioridad a esa manipulación. Meses después, Bolivia entró en crisis con la consecuente renuncia del presidente Evo Morales y “protestas masivas que provocaron decenas de muertes”.

Algo similar sucedió en Ecuador, donde “encontró una actividad no auténtica apoyando al gobierno de turno (Lenín Moreno)… y tomó la decisión de no priorizarlo”. La ex empleada de Facebook se cuestionó cuánto efecto posterior pudo tener su decisión en la forma en que el gobierno de Ecuador manejó la pandemia de COVID-19, que ha devastado al país, y si eso habría sido diferente si ella hubiera actuado.

“He tomado innumerables decisiones en este sentido desde Iraq hasta Indonesia”, desde Italia hasta El Salvador, -escribió Zhang. “Individualmente, el impacto probablemente fue pequeño en cada caso, pero el mundo es un lugar inmenso, aunque tomé la mejor decisión que pude basándome en el conocimiento disponible en ese momento, finalmente fui yo quien tomó la decisión de no proponer más o priorizar más en cada caso, y sé que ya tengo sangre en las manos”.

Cuando la experta presionó a la compañía para que hiciera más en términos de encontrar y detener actividades maliciosas relacionadas con las elecciones y la actividad política fue despedida. El día antes de su salida publicó el memorando que hoy es noticia mundial.

La revelación reciente de las actividades de CLS Strategies, puede ser entonces un golpe de efecto de Facebook para tratar de acallar las críticas por los cuestionados manejos de los fake news y las redes de manipulación global a través de sus plataformas.

Peor, por cierto, es Twitter, que tumba a su antojo las páginas de izquierda o progresistas, y convive con las enormes redes de manipulación política como las que en este trabajo hemos mostrado que ocurrieron a través de esa plataforma en Bolivia, México, Venezuela y Argentina.

Réquiem por ahora

La sórdida actividad de CLS Strategies en América Latina destapada por el Informe de Actividad Inusual Coordinada de Facebook y revelada con mayor amplitud por la investigación del Standford Internet Observatory, los reportajes periodísticos de The Grayzone y las exhaustivas búsquedas de hilos y conexiones del analista español Julián Macías Tovar -que nos han servido como base fundamental para esta serie de trabajos-, permiten caracterizar un escenario en la región de creciente articulación de la derecha latinoamericana en sus campañas políticas, con una amplia presencia y profusas redes en el ámbito digital, abundante financiamiento, y líneas de acción emitidas desde EE.UU.

El patrón de actuación se repite en cada una de las naciones donde intervinieron para manipular la opinión pública, utilizando elementos efectivos de comunicación estratégica y atendiendo a las lógicas predominantes en las redes sociales digitales.

Lo conocido hasta ahora en estas búsquedas, permite apuntar elementos de interés para el conocimiento y análisis:

  • Los aparatos de política exterior, militar y de inteligencia de los EE.UU hacen fuera de sus fronteras exactamente lo mismo de lo que acusan a sus adversarios: crear redes de influencia para tratar de instalar en el poder al candidato de su preferencia; hoy a través de esquemas de propaganda en el espacio público digital.
  • Como define con procacidad el libro de Sean McFate  las acciones de manipulación, vigilancia, simulación y engaño  son armas sistemáticas utilizadas por Washington para intentar conservar su poder devaluado.
  • CLS Strategies y otras compañías de Relaciones Públicas y Comunicación Estratégica tienen fuertes vínculos con los estamentos de poder de Estados Unidos y les sirven como instrumentos para cumplir sus objetivos estratégicos de dominación. También poseen estrecha relación con entes y fundaciones que impulsan por el mundo la agenda conservadora y neoliberal como la  USAID, la NED, el Atlantic Council, la Fundación Atlas Network y sus ramificaciones por toda América Latina y Europa (la FAES de Aznar, la Fundación Milenio de Bolivia y otras)
  • América Latina es terreno fértil para las campañas manipuladoras desde el imperio usando el alcance del ambiente digital, habida cuenta de que la región tiene hoy una penetración media de internet mayor a la media mundial y es la zona del planeta con mayor porciento de la población por encima de los 13 años con cuentas activas en redes sociales.
  • Los ciberguerreros de CLS, como los de Cambridge Analytica y otras empresas, utilizaron todo tipo de tácticas de manipulación en la red, como hacerse pasar por agencias noticiosas o partidos políticos. Entre las más perversas maneras estuvo la construcción de espacios digitales en los que se hacían pasar por chavistas venezolanos críticos con Maduro o izquierdistas bolivianos descontentos, con el objetivo de atraer a fuerzas progresistas sobre las que influir y manipular. La ética no es abundante en las redes sociales.

Estas redes se presentan como páginas o cuentas nacionales en los países objeto de las campañas, pero son administradas fundamentalmente desde EE.UU y replicadas por una articulación engrasada de actores políticos de la región, bots y cyborgs, a los que se suman desprevenidos internautas o pares ideológicos.

Actúan como parte de una internacional ideológica y comunicacional que trabaja para coordinar las fuerzas más retrógradas en el mundo, y de manera especial en nuestra región.

Como señala el informe del Observatorio Digital de Stanford «la demanda para que firmas de comunicación estratégica desarrollen campañas de influencia política es grande, siguiendo una nueva tendencia en la esfera política en línea», por lo que se deben esperar «mayores y más sofisticadas operaciones en el futuro».

Fuente: Cubadebate


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