Ramón Pedregal Casanova •  Opinión •  24/05/2023

¡Que te vayas yanqui! ¡que no te quiere nadie!

La élite estadounidense ha estado tejiendo desde su creación estatal la trampa con la que arrastrar a Cuba a su cuenta. Pero Cuba no es un pez aunque esté en el agua, es un territorio libre de imperialismo, como Nicaragua, Venezuela, Bolivia, … puertas de entrada a lo que está siendo ya el futuro libre del Continente Sur. ¡Cuántos abren puertas en otros continentes! ¡cuántos cortan las uñas y el pico al águila imperial! El pájaro se ha encerrado en Guantánamo, una base laboratorio en la que practica el terror, (también supimos de Abu Graib y sabemos de la prisión de Belmash, en la que torturan a Julián Assange, ¿recuerdan que hace 12 años denunció los crímenes que cometían en Irak?: la base – prisión de Guantánamo habla.)

La élite estadounidense quiere que su práctica terrorista sea una de sus reglas para dominar el mundo, ¿qué moral manifiestan? El pueblo de Cuba sabe que la base gringuera sustentaba la tiranía encabezada por el carroñero Batista hasta su último minuto, y es bien conocido el apoyo que desde ella prestaban los gringos a las dictaduras habidas en el Caribe.

El que el imperio se agarre a ese espacio de tierra cubana, después de habérselo negado la Revolución, hace ver su ansia invasora y su afán por robar, ¡como para la más mínima buena intención en su trato!

Repaso veloz para no olvidar: Hay constancia histórica, ya en 1805 el yanqui Jefferson con la cabeza del águila imperial, se inflaba teorizando sobre la “política de la fruta madura” (venía a decir que Cuba es la fruta madura que caerá en manos gringas) y se vestía con el ropaje de Monroe, (famoso por su chulesca frase de “América para los “americanos””, lo que repite su lora generala del Comando Sur), se entrometió en la lucha liberadora cubana contra imperio español insertando el atentado contra su barco “Maine” para justificar su intervención. Todo previsto, nos queda por decir que el accionar de la cúpula racista y xenófoba yanqui, odio y desprecio al pueblo de Cuba, hasta hoy, es lo manifestado en su carta conocida como “Memorandum Breekenridge”, antes del “Maine”, el 24 de diciembre de 1897, en ella hacen propósito de eliminar a la población cubana y sustituirla por colonos suyos.

Ya en 1898, habiendo realizado su autoatentado, procederían a la invasión militar. Ya sin el ejército español, derrotado en la mayor medida por la lucha del ejército cubano, dieron otro paso en la firma del Tratado de Paz de París, no permitieron que hiciesen constar su propósito ni que firmasen. ¡En manos de quien iba a quedar Cuba!: tropas invasoras, banqueros, latifundistas, empresarios ladrones, todo lo que conformaba y conforma el cuerpo del águila imperial. Y en 1901 imponen a Cuba en la Carta Constitucional la “Enmienda Platt”, en ella hacen figurar el establecimiento de la base de Guantánamo. ¡Que te vayas yanqui!, ¡que no te quiere nadie!


Opinión /