Diego Aguilera Pineda •  Opinión •  23/05/2022

¡¡¡Orgulloso de ser técnico especialista en FPII y docente!!!!

Estamos en una época en la cual las nuevas legislaciones educativas cuestionan la capacidad de los profesores técnicos de FP con titulación de F.P. y por enésima vez nos vemos obligados a defender nuestras capacidades para la docencia.

Nuestra permanencia en la docencia no debe nunca estar basada en la falta o no de profesorado en las bolsas de interinos, nosotros somos mucho más, no debemos ser el último recurso ante la carencia de docentes con titulación universitaria, accediendo en igualdad de condiciones para nuestras titulaciones. Cualquiera que conozca la FP sabe que somos una parte imprescindible del pasado y del presente de la misma. Por eso, en estos momentos de cambios, queremos afirmar rotundamente y sin complejos, que somos indispensables en el futuro de la Formación Profesional, porque hemos demostrado sobradamente durante décadas que somos FP.

Hay quienes al referirse a nuestro colectivo hablan con desprecio de los Maestros de taller, de los FP II, de los técnicos Superiores o de todos aquellos colectivos con titulación de F.P. que llevan décadas impartiendo docencia en la Formación Profesional Reglada, en instituciones penitenciarias, en cursos del SEPE y sus afines en las CCAA, etc.

Durante el año 2006 y años posteriores, se dio una solución definitiva a la falta de reconocimiento hacia nuestro colectivo. Eran los tiempos de Mercedes Cabrera-Calvo Sotelo, Ángel Gabilondo, y D. Alfredo Pérez Rubalcaba, la figura que mejor defendió a nuestro colectivo. Todos ellos promovieron el reconocimiento de los PTFP con titulación Superior de F.P. , sin complejos y sin sometimientos.

Quienes ahora denuestan a los docentes con titulaciones superiores de F.P., olvidan todo lo que hemos aportado en los últimos 30 años, olvidan la infravaloración que sufrían los titulados de FP en todos los ámbitos, como la sociedad y las empresas, que entendían que quienes cursaban estos estudios eran los que “no valían para ser bachilleres” y muchos menos universitarios. Obvian que se ha conseguido que ahora nuestros alumnos sean “trabajadores preferentes” para las empresas, independientemente de la especialidad de FP cursada.

Hay quienes cuestionan o se mofan de nuestras capacidades, llegando a intentar vetar nuestro acceso a los procesos selectivos. No sienten ningún rubor a la hora de exigir la expulsión de las bolsas de interinidad de profesorado con décadas de experiencia docente, amparándose en una “titulitis retrógrada y clasista”, sin valorar esa experiencia frente a quienes no poseen ninguna, pero que se autoproclaman como los más capacitados para instruir a nuestros hijos e hijas, independientemente de si poseen o no los conocimientos apropiados.

En mi amplio recorrido en la F.P., primero como alumno, donde tuve la suerte de ser instruido por diferentes colectivos de profesorado, desde maestros de taller, pasando por titulados en Economía, titulados en FP II, …, y más tarde como PROFESOR, con compañeros con todo tipo de titulaciones dentro del Cuerpo de PTFP o del de Secundaria, puedo afirmar, sin complejos, que todos y cada uno de ellos hemos contribuido a relanzar y dignificar la Formación Profesional, sin mirar por encima del hombro al resto de compañeros por temas de titulación. Eran los tiempos en los que más que una familia profesional, éramos simplemente una familia, sin otro objetivo que maximizar los conocimientos y capacidades de nuestro alumnado para facilitar su acceso al mundo laboral o a la continuación de estudios universitarios.

Todo esto parece que hoy se ha olvidado por parte de algunos. Lamentablemente, la Administración actual, bajo la excusa de una mejora de la formación del profesorado, establece un régimen de titulaciones de acceso, que puede modificar cuando desee, que cierra el paso a un colectivo que tanto ha aportado a la F.P. de este país. Por desgracia a esto se une la existencia de un minúsculo colectivo de profesorado que promueve la extinción de todo aquel docente con titulación de FP por intereses particulares.

Nos consta que los compañeros de Secundaria de FP de toda la vida, los antiguos tecnólogos, desaprueban que dejemos de formar parte de la Formación Profesional y no entienden que se quiera prescindir de nosotros, tal vez porque tienen una visión objetiva y no interesada de nuestra aportación a la Formación Profesional.

En definitiva, si queremos una FP de calidad y que continúe siendo bien considerada por el mundo empresarial, apostemos por quienes ya han demostrado su capacidad, por su experiencia docente o/y laboral, y demos a las generaciones futuras la posibilidad de impartir unos conocimientos y destrezas que no tienen por qué necesariamente adquirirse mediante titulaciones universitarias que poco o nada tienen que ver con lo que se imparte a pie de aula.

No sabemos que nos deparará el futuro tras el desarrollo legislativo de las nuevas Leyes educativas, pero nadie nos quitará la satisfacción y el orgullo por el trabajo realizado; después si los intereses de algunos y el desconocimiento manifiesto de otros nos excluyen de la docencia agotaremos todas las vías para reivindicar nuestros derechos, con la tranquilidad del trabajo bien hecho y con la seguridad de que prescindir de este colectivo no se hace ni por el beneficio de la F.P. ni de su alumnado, sino por la actuación de quienes siendo conocedores de todo lo expuesto siguen actuando de forma activa en contra de nuestro colectivo o de quienes, y estos no son mejores, lo hacen de forma pasiva aún sabiendo que la razón nos asiste.

Diego Aguilera Pineda

Presisente RD PT-FP


Opinión /