CGT FASE •  Opinión •  23/05/2022

25M, la última gran huelga interina

El 1 de junio finaliza el plazo para la publicación del decreto en el que se contemplan las plazas adscritas a los procesos de estabilización.

Actualmente hay unos 30 000 docentes trabajando con contratos de interinidad en Andalucía. 29 467 había a fecha 22 de febrero de 2022 (el 28%) de la plantilla total, según datos del Portal de Transparencia.

El borrador del decreto de estabilización publicado hasta el momento tan solo contempla una cuarta parte de las vacantes reales que hay actualmente y debemos ser conscientes de que, en tres cursos, esta cifra de interinidad se va a reducir del 28% a un 8% máximo que marca la ley.

En resumen, 5 824 plazas contempladas en el borrador para 30 000 personas interinas: menos de 1/5 tiene posibilidad de ser estabilizada.

¿Y el resto? ¿Qué pasará con las más de 24 000 personas restantes?

De entrada, más de 4 000 no trabajarán el curso que viene debido a la desaparición de los puestos COVID y la reducción de la plantilla docente estructural causada por el cierre unilateral de líneas públicas y la supresión de plazas que viene produciéndose desde hace años.

Algunas de ellas podrán tener suerte, demostrando de nuevo su valía al aprobar alguno de los procesos de concurso oposición para acceder a su plaza más que merecida.

El resto continuará en el filo de la navaja, en un equilibrio inestable en función de los vaivenes de las políticas destructoras de lo público que aplica la Junta de Andalucía desde hace años.

Pensar hoy que una vez que empiezas con las sustituciones vas a tener trabajo asegurado es mucho más que ser optimista. Y más aún en un momento en que la natalidad se ha reducido en más de una tercera parte en 10 años, que continúan aplicándose políticas de austeridad y que la reducción de las plantillas docentes es una constante ocultada temporalmente por el espejismo de las plazas COVID, generadas gracias a los fondos europeos.

O nos movilizamos por la estabilidad y la escuela pública desde dentro, con la fuerza del poder de la huelga de las más de 30 000 personas que sufrimos esta situación o lo haremos desde fuera, a partir de septiembre, cuando miles de nosotras estemos desempleadas y reclamemos un puesto de trabajo, con el colectivo interino completamente mermado y dividido por diferentes realidades.

En 2018, cuando CGT comenzó las huelgas por la estabilidad interina, miles de personas salimos a las calles porque habíamos visto y sufrido en nuestras carnes la realidad de las políticas austericidas y privatizadoras. Somos muchas las que aún recordamos el curso en el que 4 502 interinas nos fuimos al paro. No podemos dejar que caiga en el olvido esa inteligencia colectiva que acompañó aquellas movilizaciones.

Ahora que todavía estamos contratadas por la consejería, es cuando podemos presionar.

Te esperamos el miércoles 25 de mayo. Quienes están se quedan.


Opinión /