Cromosoma Antifascista •  Opinión •  22/10/2019

Bienvenidos a Catalonia Antisistemas de todo el mundo: sois el renacimiento de las Brigadas Internacionalistas

Se comenta que Cataluña se ha convertido en un punto de cita internacional para grupos antisistema. La noticia ha causado pánico entre la clase política española, terror entre todos aquellos españoles que están contra la libertad, entre todos los que temen la justicia. Sin embargo, ha despertado la esperanza entre los jóvenes catalanes antifascistas, comprometidos en liberar su país del yugo de la dictadura franquista y en acabar de una vez por todas con su repugnante monarquía.

Las brigadas internacionales fueron un movimiento de solidaridad espontaneo con España cuando, en 1936, una parte criminal del ejército español se declaró rebelde a la república y, con la ayuda de la Alemania nazi y de la Italia fascista, se organizaron para aplastar el mundo más justo, más generoso y más solidario que el pueblo español se esforzaba en construir desde la paz y la democracia.

En esos primeros momentos, cuando los gobiernos de toda Europa nos daban la espalda, negándose incluso a vender almas a España, fue cuando entre los obreros de todo el mundo surgió la espontanea iniciativa de venir a defender la legalidad de la república española y a frenar la invasión del país por las hordas nazi-falangistas.

Fue un momento de solidaridad internacional indescriptible, cuando los obreros de todo en mundo, incluida Norteamérica, decidieron plantar cara al fascismo y acudir a combatirlo allá donde más amenazaba. Su gesto fue muy oportuno, ya que preparó a la Humanidad para enfrentarse a sus más acérrimos enemigos: la bestia de Hitler, el brutal Musolini y el mamarracho emperador del imperio del sol naciente. La batalla, en este caso, la ganaron las democracias, aunque España finalmente fue traicionada, abandonada a su suerte bajo la sanguinaria represión del psicópata criminal de Franco (al que Winston Churchil consideraba un amigo por la “encomiable postura neutral” que había mantenido).

Trasladado al siglo XX, el contexto actual de España es el de un país que sigue en dictadura, que aplasta sin piedad los derechos humanos y que tortura, creyendo que así van a someter su determinación, a los jóvenes catalanes que creen en un país libre, independiente y digno. El Reichtag español de ahora es el propio parlamento, las fuerzas de choque (lo que en la Alemania nazi era la Gestapo) son su brutal policía nacional, su criminal guardia civil, sus despreciables unidades antidisturbios; incluso, como en los últimos enfrentamientos han demostrado, también los mismos mossos de esquadra, que se han apuntado a la masacre de una población pacífica y desarmada. Cataluña está, como estaba el pueblo español de 1936, indefensa y sola ante el peligro. Ante la eventualidad -ya apuntada por el gobierno de Pedro Sánchez- de que el ejército se lance sobre Cataluña y la someta a sangre y fuego, sin importar la sangre que se derrame, la única fuerza de choque con que el pueblo catalán podría contar para defenderse es con estos grupos de jóvenes antisistema.

El pueblo catalán, como el español de 1936, tampoco dispone de armas, excepto las que, en precariedad defensiva, pueden permitirse los grupos de manifestantes organizados: cócteles molotov, piedras, adoquines arrancados de la calle y barricadas.

Bienvenida sea cualquier ayuda a Cataluña, en especial la de los internacionalistas antisistema, que en su lucha no distinguen países ocupados, ni pueblos aplastados, ni banderas impuestas… Luchan contra un mundo regido por fuerzas totalitarias, pelean por una Humanidad más justa, más libre y más solidaria. En Cataluña los necesitan para no perder la batalla. Bienvenidos seáis, guerrilleros Antisistema, Welcome compañeros. Bienvenidos de nuevo a la guerra antifascista.


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