Carlos Martín •  Opinión •  22/06/2016

Que se lleven todos los neumáticos

Que se lleven todos los neumáticos
Además del conocido cementerio de neumáticos en Seseña hay otros vertederos clandestinos en las inmediaciones como el que aparece en la fotografía que deberían ser tenidos en cuenta para que no terminen en el mismo desenlace drástico.
 
Recientemente se confirma la retirada de las 12.000 toneladas que se salvaron de la quema en el infausto incendio del mayor cementerio de neumáticos de toda Europa ubicado en Seseña, municipio colindante con la comunidad de Madrid y la comunidad de Castilla la Mancha. Según informan, la previsión es convertir los neumáticos en combustible para calentar los edificios públicos, pero también se comenta que gran parte irá destinada a la valorización energética. Traducido al castellano paladino, significa que los residuos restantes serán incinerados en otro lugar. Ya se verá si se hace de forma controlada y con las incineradoras empleadas aptas para tal fin. Pero eso es otro cantar, porque hasta para un agorero como yo y siendo consiente de los tiempos que corren, hay que conformarse con “males menores”.
 
Tras esta entradilla que pretende hacer hincapié en el reciente desastre para hacer memoria ante la facilidad pasmosa de la amnesia colectiva, lo que en verdad ocupa este artículo, es dar a conocer los otros cementerios de neumáticos improvisados, clandestinos o en “B” de la zona. Siendo conscientes de la problemática de almacenamiento de éstos y que encima desde que en 2006 entrara en vigor el Real Decreto 1619/2005, que prohíbe los almacenajes de malas maneras y como reza el decreto: “A los efectos de fomentar una mayor y mejor concienciación ciudadana…” nos soplen al consumidor la tasa del ecovalor, que no es barata por cierto, para el reciclaje, luego nos encontremos por doquier los neumáticos tirados. Como dice el dicho: dinero llama al dinero. Así que las filantrópicas empresas nos cobran más para luego ve tú a saber dónde amanecen los residuos. Como ya sabemos todos es typical spanish en lo tocante al reciclaje.
 
Para no irnos más lejos también en la frontera de estas dos Comunidades aparecen pequeñas réplicas de vertederos de caucho. Nos informa un activista social de Ciempozuelos que en su labor de investigación sobre la memoria histórica que consistía en la localización de cotas y vestigios de la resistencia republicana durante la batalla del Jarama se topó con un no pequeño vertedero tal que aparece en la foto. El compañero en su denuncia detalla: “consiste en una minería exterior por voladura, situada entre el término municipal de Seseña y Ciempozuelos. Esta minería a cielo abierto se sitúa en el interior de un valle, y sus límites de trabajo engullen varios caminos y vías, entre los que se encuentra la que se ha de utilizar para llegar al denominado anteriormente Bunker del Yelmo” Si bien no es el Paseo del Prado no deja de ser nuestro entorno natural el que está amenazado por la contaminación y el riesgo inminente de incendio. Además de albergar indicios históricos que, aun no siendo ruta turística, merecen más respeto.
 
Ya se ha informado al consistorio de Ciempozuelos, pero todavía sigue ahí tirado. Imagino ignorante de mí que no conozco los trámites para llegar a las autoridades competentes que realizan el traslado, que quizá sea la otra comunidad la encargada. No sé cómo, pero las causalidades se repiten de nuevo, lo de estar en tierras de nadie que termina en el limbo legal. Ya se harán cargo en la siguiente legislatura cuando haya gobierno o no. Estos temas solo son cosas de hippies que no suscita interés electoral. Ni siquiera a los de la nueva política.
 
Carlos Martín

Opinión /