Foro Contra la Guerra Imperialista y la OTAN •  Opinión •  18/05/2017

Ante las agresiones a los asistentes al acto «Venezuela por la justicia y la paz» protagonizado por el Comité de Víctimas de la Guarimba

El día 11 de mayo en el Centro Cultural de la diversidad Venezolana, dependiente de la embajada, se celebró un acto en el que el Comité de Víctimas de la Guarimba narró y testimonió sobre la violencia desatada por la oposición venezolana para derrocar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Allí estaban la madre de un policía asesinado por el disparo de un francotirador, el conductor de un camión de medicinas que perdió un brazo en el asalto a su vehículo y la portavoz del Comité de Víctimas de la Guarimba, que contaron de viva voz la violencia sufrida en las marchas organizadas por la oposición venezolana y en la vida diaria de la población.

Mientras tanto, en el exterior del Centro, tenía lugar una concentración, autorizada por la Delegación de Gobierno, de grupos opositores a los que se sumó la extrema derecha española. El objetivo mediático de esta concentración no era otro que invisibilizar los testimonios de las víctimas y ocultar que el origen de la violencia en Venezuela está en la oposición y no en las acciones del gobierno bolivariano.

Dicha concentración cortó la calle donde se celebraba el acto desde las 6:30

p.m. hasta pasada la medianoche. A pesar de la violencia que se generó en esta concentración (los manifestantes rompieron una cristalera de la entrada y agredieron a los que entraban al acto) la policía no intervino en ningún momento.

Más de cien personas, incluidos el embajador de Venezuela y miembros del cuerpo diplomático, participaron en la celebración del acto. Una vez finalizado, la policía nacional, que no había desalojado a la turba violenta, comunicó a los asistentes que no podía garantizar su seguridad y que no abandonaran el recinto. Este secuestro se prolongó desde las 9 hasta las 12:30 de la noche.

Tanto el personal de la embajada como los políticos presentes trataron infructuosamente de contactar con las autoridades para que se garantizara la salida y la seguridad de los asistentes. Se vivieron momentos verdaderamente dramáticos en los que los todos los que estaban adentro del Centro Cultural se sintieron amenazados y sitiados, especialmente los miembros del Comité de Víctimas que revivieron su trágica experiencia en Venezuela. Más aún, cuando las consignas que se gritaban en la calle no hacían referencia a ningún contenido político ni social sino que se limitaban a insultos y amenazas: “criminales”, “asesinos”, “cobardes” etc. Acompañadas de vivas al dictador español Francisco Franco.

Estos actos se inscriben en la estrategia de los conocidos como “golpes blandos” cuyo objetivo no es otro que derrocar a gobiernos legítimos que no obedecen a los intereses imperialistas: se fomenta la desestabilización a través de enfrentamientos internos, se alimenta el odio, se frustra cualquier intento de diálogo y de solución pacífica mediante el recurso a la violencia irracional, se aísla y criminaliza a un país y se prepara así a la opinión

pública internacional para consentir una intervención armada directa en caso de no triunfar un golpe de Estado.

Las acciones desestabilizadoras se están llevando a cabo desde el interior de Venezuela y desde el exterior. La injerencia internacional alcanza a la economía, la política, los medios de comunicación y los grupos paramilitares incluidas fuerzas mercenarias extranjeras.

Ejemplos recientes de la preparación de intervenciones armadas si no se produce el derrocamiento interno de los gobiernos son los de Libia, Ucrania y Siria.

En el caso de Venezuela, nuestro país es un actor central de la estrategia de desestabilización y derrocamiento del gobierno legítimo.

Existen razones de orden histórico y cultural, pero ya desde el gobierno de Felipe González se suman los intereses económicos y geoestratégicos. Empresas de capital español, algunas de ellas vinculadas a ex cargos políticos, tienen en Venezuela un importante teatro de operaciones. Además, nuestra pertenencia al bloque Occidental y la OTAN, las bases militares en el territorio y la dependencia de nuestro ejército de la estructura y dirección estadounidense, asignan a España un papel determinante en la escalada bélica actual contra Venezuela.

En los hechos ocurridos en Madrid, la actuación de la Delegación de Gobierno ha puesto en evidencia la complicidad de las autoridades españolas con la estrategia golpista de la oposición venezolana y su sintonía con las directrices injerencistas estadounidenses.

En primer lugar, se autorizó una concentración en un lugar y en un momento en el que eran previsibles actos violentos. En segundo lugar, y ante la evidencia de la interrupción del tráfico de la calle y las actitudes agresivas de los manifestantes, no ordenó la actuación de la policía. En tercer lugar no atendió, ni prestó asistencia ni protección a los ciudadanos y miembros del cuerpo diplomático que la habían solicitado reiteradamente. Y finalmente, no ha respondido ni hecho ninguna declaración ante la denuncia formal realizada por los ciudadanos sitiados en el Centro de la Diversidad Cultural venezolano.

Consideramos que la actuación de las autoridades españolas, tanto de la Delegación de gobierno como del Ministerio de Asuntos Exteriores, así como las informaciones emitidas por los medios de comunicación privados y públicos, muestran una vez más el apoyo de nuestro país a la lógica de la injerencia, la desestabilización y la guerra.

Desde el Foro contra la Guerra imperialista y la OTAN:

Expresamos nuestra solidaridad con el Comité de Víctimas de la Guarimba que han sufrido doblemente en nuestro país la violencia de la oposición venezolana que ya viven cotidianamente en su país.

Denunciamos la confluencia de la ultraderecha franquista y la oposición venezolana en España.

Denunciamos la connivencia de nuestras autoridades y medios de comunicación con la estrategia golpista en Venezuela.

Y llamamos a la solidaridad y apoyo al pueblo venezolano y a su legítimo gobierno.

Hoy más que nunca hemos de reforzar nuestras acciones a favor de la soberanía de los pueblos y en contra de la guerra imperialista.


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