Puño en Alto •  Opinión •  18/03/2022

Conjura de necios

A estas alturas, no se descubre nada si se dice que Cs está en un notorio estado de descomposición y desaparición, cuando no quedarse en una manifiesta irrelevancia política. Todo por méritos propios y porque los cargos de relevancia en desbandada están huyendo de la quema buscando acomodo entre los populares.

La formación naranja de la Sanlúcar del Santo Régimen no se iba a salvar de los malos vientos que soplan en contra por doquier del mapa patrio. No obstante, los neoliberales de pacotillas locales han entrado en su particular proceso de descomposición y los motivos no son, precisamente, por cuestiones de diferencias ideológicas o estratégicas, al parecer, tienen que ver por razones mucho más mundanas muy alejadas de lo estrictamente político.

A saber. Los «naranjitos» de la Sanlúcar del Santo Régimen se debaten entre los que quieren seguir en el Gobierno Local, a pesar de que nada ha cambiado en la ciudad ni en el fondo ni en las formas y modos de gobernar desde que dieron sí al gobierno de coalición y los que quieren salir cuanto antes porque es la única forma de poder tener algún chance en las próximas elecciones locales.

Los primeros, llevados por la intención de seguir disfrutando de unos sueldos que ni en sueños podrían tener por sus actividades profesionales o laborales (si las tuvieren) antes de la política o de la satisfacción para sus egos personales de salir en las oportunas fotos y demás saraos junto al alcalde esmirriado.

Los otros, porque sueñan con la posibilidad futura de servir numéricamente para que de nuevo el esmirriado reedite la recogida del bastón de mando de alcaldía y, así, sustituir a los primeros en eso del generoso sueldo.

La lucha es encarnizada y la disputa es sin cuartel y todo aquel que pase por cercanía de la sede local de su partido a determinadas horas podrán escuchar como discuten sin sonrojo ni recato a voces los pormenores de cada opción, arrojándose toda clase de improperios y malas intenciones unos contra otros. Un espectáculo sonoro muy poco ejemplar para quienes se arrogaban el papel de la regeneración y dignificación de la política.

Algunos, los menos, manifiestan que la falta de experiencia ha facilitado que hayan sido coactados por el Santo Régimen impuesto, otros, los más, que ya venían de fábrica predispuestos para adaptarse en una perfecta simbiosis en el régimen sin el menor de los reparos éticos y morales.

Por encima de todo ello revoletea la intención del chicuco de la Junta de Andalucía y, a su vez, tonto útil, de integrarse en las listas del PP en las próximas elecciones autonómicas y le han puesto como deberes que rompa el acuerdo de gobierno con el PSOE en la Sanlúcar del Santo Régimen. Pero al parecer algunos de los naranjitos locales le han salido respondones y por razones obvias, que en nada tiene que ver con el interés general y sí con los propios, se niegan.

Lo cierto es, que todos conforman una perfecta Conjura de Necios, en la que servir al interés general y trabajar para mejorar la ciudad no cabe, dejando dicha tarea para otros más ingenuos que se lo creen y practican.

 

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