Carlos Belgrano •  Opinión •  16/08/2022

La nueva clave de una incipiente guerra mundial: el titanio

Todo indica que, ni el Departamento de Estado ni la NSA, aquí cercanas, tuvieron en consideración cuando su reciente desafío a Beijing.
Y esto es que, el Ti 22, mineral clave para la desalinización del agua salada y, que, pronto será la excluyente forma de potabilizar tan vital elemento, es extraído merced a sus inmensas reservas, por China, Rusia, Ucrania y en una menor intensidad, también por Japón.
El resto del planeta por el contrario, incluso apelando a todos sus recursos, jamás alcanzará a igualar y para un idéntico propósito, cuanto este nuevo eje, al que los hindúes deberán unirse por las fuerzas de las circunstancias, se propone utilizar como una nueva arma.
Y es eso, cuanto Xi Jinping y Putin, tuvieron muy en cuenta, entre otras tantas estrategias, cuando ambos decidieron aliarse contra todo el Occidente.
Coincidiendo también por ello que Kiev y su pronta capitulación se haya constituido en el primer target moscovita. 
Elevándose así, hasta la ionosfera, el nivel de imbecilidad de la UE, cuando decidió embargar a la Madre Rusia, lo cual, me lleva a inferir que, cuanto antes renuncien en masa, sus líderes para capitular antes que la tragedia sea inevitable, más rápido se podrá sortear una hecatombe energética en progreso expansivo.
 
Toda vez que, si el estrés hídrico se prolonga demasiado ¿por qué otro mecanismo que la absorción acuífera del Mar Mediterráneo, mitigará Europa la sed de sus quinientos millones de habitantes?.
Sin considerar siquiera, su consumo industrial, con más, la ausencia de combustibles fósiles, para iluminar sus hogares y no detener la producción de sus fábricas.
En otras palabras, los sujetos de ambos sexos que gobiernan allá en Bruselas, son un conjunto y bien homogéneo de    retrasados mentales e infortunadamente, los presidentes y primeros ministros de sus adherentes no lo son menos.
Han perdido una guerra antes que, el primer disparo se percute contra cualquier adherente a la NATO, muy a pesar que, estos temerarios sean de la idea que, al fin de cuentas resultarán  los vencedores.
Olvidándose e imperdonablemente que, si demencialmente el Señor Hitler no hubiese abierto el Frente del Este, en las playas de Normandía, todavía estarían estudiando un desembarco.
 
Europa Occidental se encamina a desertificarse, sazonada tal vez con incontenibles y destructivas inundaciones entre medio.
 
Pero sus tierras, sea por inexistencia o sobreabundancia de irrigación, quedarán tan yermas como el actual sector subsahariano africano.
 
Y con estas políticas, propias de embravecidos bufones, claudicarán antes de iniciar una contienda o se suicidarán masivamente en el intento.
 
Quizás, por ello, de tanto en tanto, reitero que, El Primer Mundo al parecer todavía persiste en dormir el largo sueño de la abundancia.
 
Y, precisamente, ese peligroso estado de somnolencia colectiva sea acaso, lo que a esos tediosos receptores de turistas, les impida metabolizar que, están jugando con fuego.  
 
Sinrazón esta que, comenzó con la imprudencia de Nixon, cuando promediando los setenta e inmediatamente, luego de desdorar el dólar, trasladó a China un inmenso complejo fabril gratuitamente y sin condiciones.
 
En la idiotizada inteligencia que, la mano de obra asiática –por entonces cuasi esclavista-, ofrendaría al mercado internacional productos a precios de saldos.
 
Y luego de la caída del Muro Berlinés, algo bastante similar recibieron los rusos por haber disuelto la vasta Unión Soviética.
Bueno, ahora les tocará pagar los costos de tantas y reiteradas ingenuidades.
Entre muchas razones, por no haber exhumado una cita insertada en las Memorias de Bonaparte, cuando apuntó con una más que asombrosa patina profética: «Dejen que China duerma porque cuando despierte el mundo temblará«.
 
Pues bien, los tiempos de esos remezones han llegado a todos nosotros; allá en la Península Europea merced a una del todo indetenible penetración islámica y de este lado del Atlántico, con un fratricidio a punto de comenzar.
Pero, retornando a las asimetrías de las riquezas minerales, sepan acerca de…
LA NUEVA CLAVE DE UNA INCIPIENTE GUERRA MUNDIAL: EL TITANIO.

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