Ramaris Vásquez •  Opinión •  14/12/2020

OEA: ¿“la mano que mece la cuna” contra Venezuela?

La Organización de Estados Americanos (OEA), es -a estas alturas de la historia del continente americano- un bloque profundamente cuestionado, en especial por el desmadre legal en el que ha incurrido en la búsqueda de una salida contra Venezuela, ajustada a los intereses estadounidenses. Dicho en argot cinematográfico, la OEA es “la mano que mece la cuna” en la región.
La trama OEA, desde su conformación en 1948, ha evidenciado que el bloque sirve de plataforma para deponer y aupar gobiernos e instancias regionales a conveniencia estadounidense, con base  en el ‘monroísmo’.
Así lo confirman Paz, J. y Cepeda, M. (2016) en un artículo de su autoría publicado por el portal Nueva Sociedad, denominado El nuevo rol de la OEA: ¿el regreso del “americanismo”? cuando señala que “el desarrollo del llamado “americanismo”, ha sido una política persistente aunque mutable según el contexto político tanto en Estados Unidos (EE.UU.) como en América Latina”. (s/n).(1)
Como ejemplo, recuerdan que “la CIA organizó, en 1954, el derrocamiento mediante un golpe de Estado del presidente guatemalteco Jacobo Árbenz (…) antecedido por una resolución anticomunista auspiciada por Estados Unidos en la OEA (con el voto en contra de Guatemala y la abstención de Argentina y México) y fue encubierto mediante la inacción de la organización”.(s/n).
Estas intromisiones de la OEA no han cesado, y encima, la política invalidó la autonomía que debería tener la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la organización, cuando en 2017 -tal como rememora Tokatlian, J. (2020) en su artículo “El descalabro del sistema Interamericano”-  Estados Unidos (EE.UU) en cabeza de Donald Trump, se negó a comparecer ante la CIDH por sus actuaciones contra migrantes en presuntos actos violatorios de DD.HH. (2).
Ahí saltó la liebre. Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Paraguay agrupadas en torno a Prosur, “le demandaron a la CIDH, después de insinuar su intromisión en asuntos internos, que respete «el legítimo espacio de autonomía» de los Estados respecto a la cuestión de los derechos humanos”.(s/n).
Según Tokatlian, J., los referidos países “exigieron al bloque respetar la soberanía de sus Estados” al tiempo que pusieron “en entredicho las recomendaciones del Consejo”, y remarcaron “el carácter subsidiario del sistema interamericano de derechos humanos” y la necesidad de  “remozar una actitud más soberanista frente a esta cuestión”.(s/n).
En el caso venezolano, la OEA sentenció el retiro de Caracas de la organización, hecho que el país bolivariano denunció mediante comunicado, fustigando “la descarada  y criminal violación del Derecho Internacional y de la Carta de la Organización de Estados Americanos durante la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA ocurrida el 09 de abril de 2019” cuando el bloque avaló un gobierno paralelo en el país suramericano. (3)
“Con esta decisión -que hunde aún más a la OEA en el desprestigio y la ilegalidad- EE.UU. y sus Gobiernos satélites demuestran que nunca contaron con la mayoría necesaria de los Estados miembros para agredir a Venezuela y, al final, se vieron forzados a vaciar la organización de todos sus principios”, sentenció entonces la cancillería venezolana.
Ya la OEA traía un histórico bulto de espinas cuando el progresismo regional de las últimas décadas, desnudó su poca empatía con América Latina y nacen alternativas más cónsonas con las necesidades de la región, como UNASUR, ALBA y CELAC, que dejan en evidencia la insuficiencia de un bloque orientado al resguardo de intereses hegemónicos.
En el artículo científico de Krzywicka, K., (2019), “La Organización de Estados Americanos frente a la crisis del Estado en Venezuela”, la autora reconoce el descenso de la influencia de la OEA, y se lo atribuye, entre otros factores, a “la falta de capacidades de liderazgo, la imposibilidad de una integración social real entre los países de la región y la debilidad de su identidad política y cultural”. (s/n).(4).
Sin duda, estas profundas carencias de la OEA se evidenciaron en la gestión de Luis Almagro como secretario general; en especial, cuando en agosto pasado éste se negó a renovarle el mandato al jefe de la CIDH, Paulo Abrão, alegando que pesan sobre él algunas denuncias (hecho que no se probó), lo que generó la queja de Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los DD.HH de la ONU. (5).
“Esta es una situación muy perjudicial que corre el riesgo de minar la independencia y la probada eficacia de la CIDH” (…) “También está causando daños a la reputación de la OEA, así que espero que el asunto pueda resolverse pronto”, conminó Bachelet, según publicara la web de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los DD.HH. (OACNUDH).
Y mientras la OEA se descalabra, en plenos estertores extiende la mano contra Venezuela, fustigando a la Corte Penal Internacional (CPI) para que accione súbitamente medidas contra el país suramericano, colocando en riesgo la seguridad humana de l@s venezolan@s. (6).
A diferencia de la ficción cinematográfica, no se asegura un final feliz cuando el intervencionismo, extendido impunemente por el sistema internacional, amenaza con decidir la suerte de millones de seres humanos inocentes al sur de una América Latina emergente.
  1. https://nuso.org/articulo/el-nuevo-rol-de-la-oea-regreso-del-americanismo/
  2. https://nuso.org/articulo/bid-sistema-interamericano-trump/
  3. http://mppre.gob.ve/comunicado/venezuela-denuncia-violacion-derecho-internacional-carta-oea-titere-trump/
  4. https://www.redalyc.org/jatsRepo/2433/243360564017/html/index.html
  5. https://apnews.com/article/c0a3b4890c4af313bda925db49aacc22 / http://www.oacnudh.org/bachelet-insta-a-poner-fin-a-la-crisis-provocada-por-la-negativa-a-renombrar-al-secretario-ejecutivo-de-la-comision-interamericana-de-derechos-humanos/ / https://www.hrw.org/es/news/2020/08/27/embestida-del-secretario-general-de-la-oea-contra-la-comision-interamericana-de
  6. https://cnnespanol.cnn.com/video/venezuela-cpi-reporte-oea-acusa-inaccion-derechos-humanos-luis-almagro-kay-guerrero-reporte-k-conclusiones/

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