Pepito Grillo •  Opinión •  12/11/2017

Mamen Mendizábal como colofón

Mamen Mendizábal como colofón

A Mamen se le podría decir (o cantar) aquello de “tú antes molabas”, o por lo menos parecías hacerlo. Pero lo mismo ocurre con todo el espectro de la progresía mediática, esa que en realidad es puro sistema, pero que hasta hace no mucho tiempo podía permitirse  jugar su papel de actor de reparto en una pluralidad inexistente en los medios del régimen.

Para los menos informados o preocupados por estos asuntos, que hasta antes del 15M era la mayor parte de la población, las caretas empezaron a caer definitivamente con la aparición del primer Podemos, y a día de hoy, especialmente tras lo sucedido el 1-O, no queda ni una que no se haya convertido en puras cenizas, incluso las más convincentes y mejor trabajadas.

Hay algo que no se nos debería escapar, y que no deberíamos volver a olvidar: nadie (y nadie es nadie) actúa como engranaje relevante del sistema si no es una parte natural del sistema. Y el sistema no consiente y ni mucho menos fomenta disidencias no convenientes ni controladas.

Mamen, todo esto empezó porque a los catalanes se les niega un derecho como el de decidir su marco administrativo, primero contra el estatut y después contra un referéndum pactado. Y se les niega hoy y también se les negará mañana porque nunca se darán las condiciones cuantitativas ni ideológicas en España para que se consienta decidir la autodeterminación (o no) de una parte de su sagrado e imperial territorio ‘por las buenas’. Por tanto los catalanes tenían dos opciones: acatar una realidad inmutable y olvidar a perpetuidad sus pretensiones, o apostar por la desobediencia en defensa de su propia dignidad y de la democracia. Eso es todo. Y después podemos marear la perdiz todo lo que queramos.

Querida Mamen: la democracia, como el periodismo, no son conceptos sino ejercicios. Y no hay ningún pacto para que la democracia no sea democrática ni para que los periodistas no hagan periodismo y no sean considerados personas (con todas sus virtudes, pero también con todas sus miserias y defectos). Porque tiene razón Gabriel, tu lenguaje es el del maltratador, especialmente sabiendo que hay políticos y activistas, nos gusten más o menos sus ideas, que se presentaron ante la justicia voluntariamente, y que hoy está en prisión preventiva sin que exista ninguna justificación objetiva para ello aparte del escarmiento y la venganza: “La culpa es tuya porque te vistes como un demócrata”.

Hay que insistir, “periodista” con lenguaje de maltratador: los que están en prisión preventiva (prisión sin juicio ni sentencia), y no lo digo porque les tenga especial aprecio, son activistas y políticos, no corruptos ni ladrones, ni aristócratas que campan a sus anchas tras, entre otras lindezas, haberse fundido en menaje del hogar el dinero donado a niños con cáncer. Y no, tampoco son personas envueltas en una trama con un número creciente de oportunos fallecidos en extrañas circunstancias, y en la que se destruyen pruebas y desaparecen documentos casi cada día.

Quizá, y supongo que te lo habrás planteado (aunque no lo parece), tenga algo que ver con esta diferente vara de medir, estimada “periodista”, el que a los jueces a los que se les ha ocurrido aplicar medidas similares contra los delincuentes con buenos padrinos hayan visto truncada su carrera, mientras que los que encierran a ‘separatistas’, como la jueza Lamela, les espere un inmediato premio. Y todo eso y mucho más ocurre en este país, por más que a ti, sorprendentemente siendo periodista, te escandalice que se cuestione su nivel democrático.

Pero no te preocupes, que no tengas en cuenta el contexto, como sí haría un periodista de verdad, no es solo cosa tuya. Puede que también seas consciente del horizonte laboral de los periodistas de verdad. No eres más que la triste y podrida guinda de un enorme pastel de mendacidad.

Fuente: http://iniciativadebate.net/2017/11/10/mamen-mendizabal-como-colofon/


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