Iñigo Aguirre •  Opinión •  11/12/2016

A Soros le cierran una de sus incubadoras en Rusia

A Soros le cierran una de sus incubadoras en Rusia

Traducido del ruso por Íñigo Aguirre

El 7 de diciembre el “Rosobrnadzor” (Instituto del poder ejecutivo encargado de la fiscalización de las instituciones de enseñanza en Rusia. N de la T.) retiró la licencia de funcionamiento a la Universidad Europea de San Petersburgo.

Desde este momento la universidad no cuenta con el derecho a seguir ejerciendo su actividad educativa. Una medida tan drástica como esta fue adoptada como resultado de la inspección llevada a cabo en julio y agosto del presente año, que sacó a la luz graves violaciones de las exigencias requeridas (no correspondencia de los diplomas de la UE de San Petersburgo a los estándares estatales, violación de esos mismos estándares educativos en una serie de programas de enseñanza, inadecuación de la dirección a las exigencias de cualificación etc.) Comenzando desde el 20 de septiembre de 2016, el “Rosobrnadzor” prohibió la inscripción de candidatos a ingresar en la universidad Europea, mientras que ahora el Ministerio de Educación prepara una demanda al tribunal de arbitraje para dejar por completo sin efecto la licencia de la Universidad Europea de San Petersburgo.

Dicha universidad lleva funcionando en Rusia desde 1994. La universidad alquila un edificio al Comité de relaciones de propiedad del gobierno de San Petersburgo, siendo monumento de historia y arquitectura. El rector de este centro educativo, O.V. Jarjordin, es un “emigrante convencido”. Su familia e hijos residen en Francia. Al Consejo de administración del centro pertenece el director del Hermitage M.B. Piotrovski, el exministro de finanzas Alexei Kudrin, la responsable de prácticas para organizaciones educativas no comerciales de «Odgers Berndston» E.P. Chernyshkova, el responsable del Instituto de estudios internacionales de la Universidad de Standford, Lapidus Gail, que tiene nacionalidad estadounidense, amén de otras conocidas figuras. La dirección de la universidad define el centro como una universidad privada puntera, fragua de cuadros para el Estado ruso, capaz de llevar a Rusia a posiciones de vanguardia. Analicemos hasta qué punto eso es así.

Los pupilos de la “Universidad Europea” desarrollan una temática muy específica en el marco de sus estudios. Una parte significativa de ellos está dedicada a los valores LGBT, “a la salud sexual y la sexología en Rusia”, a la estrategia de desarrollo del neoliberalismo en Rusia”, a las particularidades de los flujos migratorios, en países tan “antidemocráticos” (según se formula en uno de los trabajos) como el nuestro. Toda esta “actividad científica” nos recuerda la preparación del campamento base teórico para la expansión del neoliberalismo en el territorio de nuestro país en interés de potencias extranjeras.

Al mismo tiempo, a estos cuadros les confían la realización de programas bastante serios, incluidos los que guardan relación con el campo de la dirección de gobierno. A mediados de los años 2000, mediante la implantación del programa “Red electoral de apoyo interregional”, dentro de la Universidad Europea se testó la técnica de formación de ánimos de protesta sobre la base de asideros informativos sobre irregularidades durante las elecciones en Rusia. Desde julio de 2012 a junio de 2015 la “UE” de San Petersburgo, estuvo desarrollando el proyecto denominado “Apoyo al trabajo del departamento de desarrollo de programas de asociación con centros superiores de educación de Kazán, Perm y Tomsk, así como con organizaciones sin ánimo de lucro relacionadas con las ciencias sociales y entrenamientos”. En el 2013 la universidad desarrolló el concepto de las reformas de la Fiscalía General, el Comité de Investigaciones y el Ministerio del Interior de la Federación de Rusia.

Soros con Klichkó, actual alcalde de Kiev
Soros con Klichkó, actual alcalde de Kiev

Es importante señalar que el 65% de los estudiantes del centro, implicados también en la realización práctica de dichos programas, son extranjeros (sobre todo ciudadanos estadounidenses). Se les paga una nada desdeñable beca de 3500$, siendo que la beca media en Rusia es casi 90 veces inferior (2-3 mil rublos). Los profesores también reciben un salario considerable de 250 mil rublos de media.

¿Pero quién paga el banquete? Muy sencillo: Los fundaciones de los Soros, McArthur, Ford, Spencer, Carnegie, Rothschild, Adenauer. Vamos, que tenemos el ramo completo. Entre los patrocinadores de la Universidad Europea encontramos a las más odiadas estructuras, implicadas en la organización de los denominados “golpes naranjas” en el espacio postsoviético.

Estas estructuras ingresan en las cuentas de la Universidad Europea de San Petersburgo sumas muy considerables. Solo en el periodo del 2012 a 2015, el centro recibió del orden de 8.900.000$, 534.000€ y 86.000 libras.

Es precisamente ese dinero el que se destina a realizar los programas anteriormente descritos. En concreto, la “Red electoral interregional” se puso en marcha con el dinero de la Comisión europea (800.000€), el “Apoyo al trabajo del departamento de desarrollo de programas de asociación con centros superiores de educación de Kazán, Perm y Tomsk, así como con organizaciones sin ánimo de lucro relacionadas con las ciencias sociales y entrenamientos”, (2012-2015) con el dinero del Instituto Soros “Open Society” (200.000$), la “Concepción multifuncional de la reforma del sistema de gestión de gobierno dentro de los órganos de seguridad con las propuestas de reforma de restructuración de la Fiscalía General, el Comité de Investigaciones y el Ministerio del Interior de Rusia”, también con dinero de Soros.

Cabe destacar que en el 2011 una técnica muy similar a la que puso en práctica la “Red electoral interregional”, se aplicó por completo por la ONG rusa “GOLOS” (VOZ). Esta estructura gracias al proyecto “Mapa de irregularidades”, garantizó el flujo de información sobre las anomalías detectadas en las elecciones a la Duma del 2011, que sacó a la calle a decenas de miles de manifestantes (“movilizaciones de la plaza Bolotnaya”). Todo muy parecido a ese tipo de prácticas de las denominadas “revoluciones naranjas”, que tanto gusta en patrocinar Soros.

Lógicamente toda esta generosidad de las ONG extranjeras no es desinteresada. Prácticamente han convertido la Universidad Europea en una incubadora de agentes de influencia y expertos en Rusia, de cuyos servicios se sirven regularmente nuestros “socios occidentales”. Así, cada vez que en Rusia sucede algún acontecimiento relevante en el terreno político-social, ante los profesores y egresados de la Universidad Europea, se forma una fila de secretarios de las embajadas del Reino Unido y los EE.UU. en Rusia, en busca de los comentarios expertos y la “realidad oculta” de la temática que interesa a sus servicios de inteligencia.

En esencia la Universidad Europea de San Petersburgo es un “think tank” dependiente de financiación exterior, que educa cuadros de los que se forman agentes de influencia, plenamente convencidos de la superioridad de los valores liberales y las deficiencias del mecanismo de gobierno ruso. Es muy extraño, que este tipo de actividad esté respaldada por algunos de nuestros “altos funcionarios” que planean su regreso a los pasillos del gobierno (en alusión a Kudrin. N de la T.).

Así por ejemplo en 2013 el holding “Metaloinvest” bajo el auspicio directo de Alexei Kudrin y la ejecución de un depósito de garantía, ingresó 16.000.000$ de Alisher Usmanov para que la  Universidad Europea de San Petersburgo dispusiera de ellos. Además, Kudrin paralelamente activó fondos que se encuentran bajo su control para financiar las actividades de la Universidad. Surge una pregunta lógica: ¿De dónde saca el exministro de finanzas esos medios con los que financiar los valores liberales? En el contexto del respaldo de Kudrin al desastrado ministro Uliukayev (1), en las barbas de la postura del Presidente de Rusia, esta cuestión no es baladí.

La Universidad Europea también es respaldada por otro estadista que ha destacado en su defensa activa de Uliukayev. Hablamos de Anatoli Chubais. Entre otras cosas es conferenciante habitual en las aulas de la institución.

Por desgracia el capituleo de la Universidad Europea por personajes como Alexei Kudrin ha resultado ser tremendamente exitoso: Se consiguió embarcar en la financiación de esta incubadora de agentes de influencia a una serie de destacados hombres de negocios rusos, como el mencionado Alisher Usmanov, a Vladímir Potanin, Igor Finoguenov, e incluso a instituciones federales dependientes del gobierno ruso.

El monto total de los medios que los empresarios rusos y las instituciones públicas han transferido a la Universidad Europea entre 2013 y 2016, rondó los 69.000.000 de rublos. Qué parte de esos fondos fue aportada por dichos empresarios e instituciones en su contabilidad B, es una pregunta muy seria, que deberán responder los organismos responsables de hacer cumplir la ley en Rusia, y no el “Rosobrnadzor”.

Notas

El 14 de noviembre, en una operación conjunta del Comité de investigaciones (SKFR por sus siglas en ruso) y el FSB, detuvieron al ministro de desarrollo económico, Alexei Uliukayev, lo que causó gran revuelo mediático en Rusia. Fue pillado in fraganti cuando recibía un presunto soborno de 2 millones de dólares para que diese el visto bueno a una operación de adquisición de acciones de la petrolera “Bashneft” por parte de “Rosneft.” Actualmente se encuentra en arresto domiciliario preventivo en espera de juicio.

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Resulta un tanto ingenuo el tono de la editorial, como si acabasen ahora de descubrir a qué se dedicaba una institución que lleva funcionando 22 años y que predica los mismos valores que el actual gabinete de ministros en funciones del gobierno ruso (al menos en lo que respecta a la composición del bloque económico, con Medvédev a la cabeza).

Está bien que pongan trabas a gente como Soros, pero igual es ya un poco tarde para pulsar el botón de alarma…


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