André Abeledo Fernández •  Opinión •  11/09/2024

Venezuela en primera línea de la lucha antifascista

La República Bolivariana de Venezuela ha dado el importante paso de organizar el «Congreso Mundial contra el Fascismo, el Neofascismo, y expresiones similares».

Apesar de sanciones, agresiones y bloqueos, Venezuela da el paso y se pone al frente de la lucha antifascista a nivel mundial, consciente que ante una ultraderecha organizada a nivel global, la respuesta desde la izquierda, desde la clase trabajadora, también debe ser internacionalista.

Debemos organizarnos, denunciar al fascismo en todas sus formas, gritar la verdad apesar de que la ultraderecha controla medios de comunicación, redes sociales, y dispone de las herramientas necesarias para engañar a los pueblos.

Como dijo Simón Bolívar; «más que por la fuerza nos controlan por la ignorancia».

El fascismo es el capitalismo en descomposición

Ante el auge del fascismo necesitamos una respuesta de las organizaciones comunistas.

Sin duda será necesario un gran Frente Popular de la Izquierda verdadera, que no de la sistémica, de esa domesticada, para enfrentarse a los poderes económicos y a su perro de guerra, el fascismo.

«La fuerza del fascismo reside más que en nada, camaradas, en el hecho lamentable de la división de las fuerzas capaces de oponerse a su avance.» (José Díaz Ramos).

Asistimos al auge del fascismo en Europa y el mundo, el rebrote fascista en Francia, Alemania, Italia, Austria, etc…Traducido además en sorprendentes resultados electorales que les dan opciones de poder llegar a gobernar donde aún no lo han conseguido.

Todo esto demuestra lo acertado del análisis de V.I. Lenin quien ya nos dejó dicho que «El fascismo es el capitalismo en descomposición».

Tras la derrotas del fascismo gracias sobre todo al esfuerzo y sacrificio de la URSS, Bertolt Brecht nos avisaba; “Señores, no estén tan contentos con la derrota de Hitler. Porque aunque el mundo se haya puesto de pie y haya detenido al Bastardo, la Puta que lo parió está caliente de nuevo.”

El capitalismo siempre usa el fascismo como herramienta represora sembrando odio y miedo en momentos de conflicto social inminente. Algo que también Bertolt Brecht tenía claro; “Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo.”

Tengo claro que si en el campo de la izquierda no recuperamos el discurso de clase, si no somos capaces de tomar las calles, si no somos ejemplo consecuente para la clase obrera, si no somos capaces de ocupar el espacio que nos corresponde como única herramienta útil de la clase obrera para defender sus derechos y su dignidad, entonces el fascismo hará su sucio y miserable trabajo.

El fascismo utilizará su discurso del odio y del miedo disfrazado de discurso obrero, de nacionalismo radical, de defensa de la soberanía nacional, para dirigir a las trabajadoras y trabajadores en el camino que desea la oligarquía, hacia el matadero.

Estoy convencido de que al fascismo solo lo puede combatir el socialismo, pues son dos ideologías antagonistas e irreconciliables que representan claramente la virulencia de la lucha de clases, el fascismo es el más claro síntoma del cáncer capitalista, y el socialismo es la única cura conocida.

Sin duda será necesario un gran Frente Popular de la verdadera Izquierda para enfrentarse a los poderes económicos y a su perro de guerra, el fascismo, pero sin renunciar a nada, ni mucho menos a nuestro discurso, porque si lo hacemos inconscientemente estaremos entregando campo de acción de la clase obrera al fascismo.

«La fuerza del fascismo reside más que en nada, camaradas, en el hecho lamentable de la división de las fuerzas capaces de oponerse a su avance.» (José Díaz Ramos).

No debemos moderar el discurso para ser políticamente correctos, debemos decir verdades como puños y ser vanguardia de la clase trabajadora, para ello es necesario participar organizadamente en todos los movimientos sociales y defender con nuestra voz nuestro modelo de sociedad basado en la justicia social con mayúsculas, el socialismo es la única alternativa a la barbarie capitalista, a la bestia fascista.

Debemos recuperar la esencia, sabemos que la lucha de clases continua plenamente vigente, que explotadores y explotados no tenemos los mismos intereses, que nuestro modelo de sociedad no puede construir sin destruir el modelo capitalista, que el peligro del fascismo es tan real hoy como desgraciadamente lo fue ayer.

Hoy la primera línea de batalla de la clase trabajadora a nivel mundial esta en la República Bolivariana de Venezuela, sin olvidar nunca a Cuba socialista, nuestro deber internacionalista es apoyar a un pueblo valiente que enfrenta el ataque de la ultraderecha a todos los niveles.


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