El pacto social y la izquierda silenciosa son cuentos infantiles

Recordarle a la ministra de trabajo, que es afiliada a CCOO, y también a la dirección de este sindicato hoy vendido a las oligarquías y a la patronal, lo que decía su más insigne fundador:

«El derecho de huelga se consigue haciendo huelgas; el derecho de reunión, reuniéndose; el derecho de asociación, asociándose; y todos estos atributos de la libertad, es únicamente la acción de masas la que puede acabar imponiéndolos.»

— Marcelino Camacho, Charlas en la prisión

El movimiento obrero sindical, 1976

Con ruido, con mucho ruido se conquistan los derechos señora ministra.

Unidad de la izquierda, los que quieran que me sigan, eso sí, que me sigan a mí, con mis condiciones, si no me sigues, significa que no queréis la unidad, porque la izquierda soy yo, y quien no acepta mis condiciones le está abriendo las puestos al fascismo. «O yo o el caos». Y a esto le llaman SUMAR.

Por otro lado llamar «proceso de escucha» a lo que debería ser un proceso de debate ideológico y de modelo de Estado, lo dice todo sobre lo inútil del proceso.

Podemos le sirvió a los amos del sistema para desactivar la protesta en la calle, para desmovilizar a la clase trabajadora y para desmantelar y descafeinar a lo que quedaba de izquierda organizada en el Estado español.

Pero al PSOE que forma parte del sistema, Pablo Iglesias le resultaba algo incómodo y no con el suficiente pragmatismo, pero encontraron a la persona ideal, a la ministra de trabajo, que es pragmática hasta la médula y hace mucho tiempo que se paso del comunismo al yolandismo.

Ahora el PSOE ayuda a Yolanda en su proyecto SUMAR, y también Ferreras y La Sexta, porque el yolandismo no es ni un problema para las oligarquías, ni aún menos una solución para la clase trabajadora.

Hagamos ruido, pero mucho ruido, para que los que mandan sepan que somos más, muchos más y movemos el mundo.