Arthur González •  Opinión •  08/09/2017

La campaña del “hostigamiento sónico” en Cuba, recuerda al ministro del Reich de Adolfo Hitler

La cruzada inventada por el Departamento de Estado yanqui contra La Habana, donde se afirma que más de una docena de los diplomáticos que trabajan en su misión en Cuba tienen daños cerebrales, al recibir un supuesto hostigamiento sónico, parece una copia de las campañas mediáticas que diseñaba Joseph Goebbels, ministro del Reich para la Propaganda de la Alemania nazi.

MartianosEs bien conocido que, en 1933 Goebbels ejerció la supervisión y control sobre los medios de comunicación, las artes y la información en Alemania y fue el ideólogo de que “una mentira repetida muchas veces llega a convertirse en verdad”, situación muy similar a lo que ahora pretende Estados Unidos crear en la mente del público norteamericano y del mundo, haciéndoles creer que un “rayo misterioso” afecta selectivamente a sus diplomáticos, algo bien difícil de tragar.

Para demostrar la falsedad de la información elaborada por especialista que copian los principios del ex jefe nazi, muchos de los supuestos afectados siguen trabajando en La Habana, a pesar de las “lesiones cerebrales traumáticas leves y pérdida permanente de la audición, con síntomas adicionales como pérdida del equilibrio, jaquecas severas, brechas cognitivas e inflamación del cerebro”, lo que de ser cierto, constituiría una violación de los cuidados médicos a los que deberían estar sometidos, porque si estuvieran realmente con esos padecimientos, no pudieran realizar sus laborares.

Para seguir inflando la noticia, obligaron al sindicato del servicio exterior de Estados Unidos a que emitiera una declaración condenando el inventado hostigamiento acústico, acción que dicho sindicato no hizo cuando en 1987, Cuba denunció públicamente que aparentes diplomáticos yanquis acreditados en la entonces Sección de Intereses, ejecutaban decenas de operaciones de espionaje, colocando falsas piedras en carreteras y cuevas de la isla, que contenían plantas radiales, dinero y otros materiales para abastecer a una veintena de supuestos agentes de la CIA, que realmente eran agentes de la Seguridad Cubana.

En aquel momento el sindicato del servicio exterior de Estados Unidos, no acuso a la CIA de exponer a los “diplomáticos”, dada sus acciones ilícitas contra el gobierno cubano. No obstante, ninguno de ellos confrontó problemas, ni sus vidas corrieron peligro, a pesar de estar controlados secretamente por la Seguridad de Cuba.

Hitler ideó la creación de un organismo encargado de la “educación y propaganda a gran escala”, y para lograrlo nombró a Goebbels como ministro para la Ilustración Pública y Propaganda, algo similar parece estar llevando a cabo ahora el Departamento de Estado, con su vocera Heather Nauert, quien carece de los conocimientos académicos que poseía el ministro nazi.

La cifra de enfermos por el rayo misterioso va en aumento, ya no son 9, ni 16, sino 19 y por ese paso hasta los marines que cuidan el edificio de la embajada resultarán enfermos.

Cuba ha soportado agresiones de todo tipo a lo largo de 58 años por parte de Estados Unidos, como fue la falsa información presentada en la ONU en 1961 por su embajador, el cual aseguró ante los delegados de los países miembros, que los responsables de los ataques a los aeródromos cubanos el 15 de abril de 1961, fueron ejecutados por pilotos cubanos aviones de la fuerza aérea revolucionaria, que se sublevaron contra el gobierno.

Pocas horas duró la farsa, al demostrarse fehacientemente que el canciller cubano Raúl Roa, tenía la razón en su ferviente rechazo a tal invención, cuando días después de la derrota el gobierno de Estados Unidos reconoció su participación en la agresión a Cuba por Bahía de Cochinos, con el empleo de una brigada mercenaria.

El resultado fue tan vergonzoso que el embajador norteamericano renunció a su cargo, al sentirse manipulado por el Departamento de Estado y la CIA.

Así mismo pasará ahora con la falacia creada para afectar la imagen de Cuba y la seguridad de las misiones diplomáticas.

Más temprano que tarde se conocerá quiénes y por qué diseñaron esa historia barata, pues ni cuando los yanquis estimularon la entrada masiva a varias sedes diplomáticas en La Habana, los años 90, 91 y 92, con la finalidad de hacer caer a la Revolución, como hicieron en Albania y Rumanía, ninguno de los funcionarios extranjeros tuvo el mas mínimo problema.

No en balde José Martí expresó:

Los pueblos de América son más libres y prósperos a medida que más se apartan de los Estados Unidos”.

*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.

Enviado por el autor a: MartianosHermesCubainformación

Fuente: http://www.cubainformacion.tv/index.php/la-columna/255-arthur-gonzalez-heraldo-cubano/76211-la-campana-del-hostigamiento-sonico-en-cuba-recuerda-al-ministro-del-reich-de-adolfonhitler


Opinión /