dolmendedombate.com •  Opinión •  07/09/2016

Un simposio para justificar lo injustificable en el Dolmen de Dombate

Tras nueve meses de gestión cultural desarrollada en buena medida al margen del contexto del monumento, el centro de interpretación del megalito ha organizado el 7 de septiembre la primera actividad que de manera directa guarda relación con la temática arqueológica del recinto.

Conforme a lo vivido durante el 2016 lo que estaba previsto como un «Congreso» se ha quedado en «Simposio» de tarde entre semana y con nula repercusión, en especial tras la celebración del encuentro sobre megalitismo celebrado en Vimianzo los pasados días 2, 3 y 4 de este mes.

Porque el guión en Dombate es conocido, y los actores del evento también, en algún caso cuya asistencia es más que cuestionable. Porque así es la tragedia de la arqueología gallega, en la que en ocasiones los que deberían ser estudiosos de mente abierta consideran al monumento hacia el que dirigen sus anhelos como una posesión, como una mera herramienta para potenciar su ego.

A mayores, el pretender justificar meses de sinsentidos con una tarde de arqueología que justifique la interminable cadena de errores suena casi a tomadura de pelo en un centro arqueológico manoseado en lo político hasta la extenuación, como recientemente se vivió con una entrega de premios centrados en la inauguración de un tramo de la autovía de la Costa da Morte, donde el alcalde de Cabana José Muiño (PP) actuó totalmente al margen de la Diputación de A Coruña y que obligó al responsable último de todo el desaguisado, el ínclito diputado provincial del BNG Xesús Soto a denunciar un uso «partidista» y no autorizado de este bien cultural.

Porque Soto fue, en definitiva, el que dió el volantazo en enero de este año y así será recordado, pues en una maniobra imposible de entender entregó sin mayores problemas el control del megalito al Partido Popular cuando previamente había anunciado en público la no renovación del convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Cabana de Bergantiños aduciendo la existencia «de una serie de informes internos de Patrimonio y Arquitectura -de la Diputación- que no aconsejaban la renovación del convenio tal y como se estaban realizando las actividades».

De aquellos barros, estos lodos, aunque sin duda el mayor perjuicio es para el propio dolmen. El mundo al revés.


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