José Haro Hernández •  Opinión •  06/09/2019

PSOE: Socialdemocracia imposible

Ha resultado llamativo el paralelismo que se ha dado entre el trato otorgado por el gobierno al Open Arms y el aplicado a Unidas Podemos respecto a las negociaciones para la investidura. Existen tres coincidencias evidentes. Primera: en ambos casos, desde el poder se ha practicado una política de ninguneo, con ausencia de comunicación y negociación efectiva. Segunda: el PSOE lanza a sus interlocutores, a última hora, una oferta que a éstos les resulta imposible aceptar por extemporánea, en un intento de hacerles responsables de la falta de acuerdo. Tercera: recurso gubernamental a la mentira para desacreditar a la otra parte.

    Este trato infligido, tanto a una fuerza de izquierda a la que se considera ‘socio preferente’ como a una organización humanitaria respecto de la que Ábalos y Calvo se deshacían en elogios, es el síntoma de una reubicación formal del PSOE dentro del espacio político al que fue conducido, hace ya décadas, por lo que se dio en llamar el felipismo. Efectivamente, desde 2014 hasta la moción de censura que desbancó a Rajoy, y con el paréntesis del acuerdo con Rivera, Sánchez se instaló en un discurso socialdemócrata que alcanza su cénit en las primarias que le auparon a la secretaría general del partido,  así como en la campaña para los comicios celebrados en abril. Es decir, mientras duran las contiendas electorales(tanto internas como externas), se recurre a un relato progresista, concomitante con el de la izquierda, para abandonarlo inmediatamente tras el acceso al gobierno. En el caso del período que va desde la llegada de Sánchez a La Moncloa hasta las últimas elecciones, se produce una situación mixta, en la que el PSOE está tanto en campaña como gestionando. De ahí que adoptara, bajo la presión de Unidas Podemos, medidas avanzadas(salario mínimo), a la par que eludía la plasmación de otras que hubieran perfilado un cambio más tangible(reforma laboral,  limitación del precio de alquileres, regulación eléctrica,…).

    A partir del escenario que abren los últimos resultados electorales, Iván Redondo se plantea la celebración de una segunda vuelta(repetición electoral)que tendría dos objetivos: debilitar a la izquierda hasta reducirla a la mínima expresión y afianzar tanto al PSOE como al PP, es decir, el bipartidismo. Ello con la intención de implementar las políticas de ajuste y devaluación interna que impone la troika y ofrecer una salida a la crisis social, institucional y territorial del Régimen del 78 desde el ‘centro’, frente a la solución estridente y extremista, y por tanto inestable y desestabilizadora, del trifachito

    Esto explica que no va a haber ninguna clase de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. Y no por cuestiones personales y de incompatibilidad entre Iglesias y Sánchez, como algunos ‘expertos’ sostienen. Tampoco por el asunto del gobierno de coalición(rechazado ahora por el PSOE tras ofrecerlo en Julio). La razón es la incompatibilidad de ambos proyectos políticos, fundamentalmente en el área socioconómica.

    Porque independientemente de que el PSOE ofrezca un acuerdo programático a UP que pudiera asumir esta organización, el papel, sobre todo cuando se escribe sobre él con fines publicitarios, todo lo soporta. El programa real del PSOE es el que contienen los dos documentos que envió a Europa el pasado mes de mayo, tras las elecciones: el Programa Nacional de Reformas 2019 y la Actualización del Programa de Estabilidad 2019-2022. En ambos textos, se obvia la derogación de los aspectos troncales de la reforma laboral, se ignora la supresión del factor de sostenibilidad e índice de revalorización de las pensiones, se establece un ajuste del déficit estructural de 15.000 millones en dos años, se fija el compromiso de destinar todos los ingresos fiscales extraordinarios a la reducción de la deuda. Y como colofón, que el gasto público sobre el PIB, en 2022, no supere el 40,7% del PIB(con sólo el 4% para educación): 8 puntos por debajo de la eurozona. 

    No se puede hablar, pues, de que la izquierda no se entiende: el PSOE ha enterrado, al menos hasta la próxima campaña electoral, la socialdemocracia.

                            joseharohernandez@gmail.com


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