Ramaris Vásquez •  Opinión •  01/12/2021

DD.HH. IA: ¿Nuevos derechos y nuevos “humanos”?

Desde la creación de la World Wide Web (red informática mundial) a nuestros días, el posthumanismo ha tomado impulso a través de lo que se ha dado en llamar “inteligencia artificial” (IA), generando nuevos derechos y nuevos “humanos”. La cibernética abrió pues otro paradigma: el razonamiento ya no es propiedad del ser humano, sino que las máquinas pueden reproducirlo.
Chavarría, G. (2005) planteaba en su artículo científico “El Posthumanismo y la Identidad Humana” que «los descubrimientos y aplicaciones de la cibernética  permitieron despojar la identidad humana (individualizada en ese sujeto racional y autónomo) de singularidad, dentro de un mundo  cuyo centro pasó a ser el flujo de información, la teoría de sistemas y no el sujeto (…)”. (p.2). (1)
Todos estos aspectos ponen en entredicho la garantía real de la dignidad humana, donde el valor de la persona está por encima de intereses económicos, descubrimientos e innovaciones. La prueba más fehaciente es la búsqueda de la sustitución del cerebro humano, por parte de empresas dedicadas a la investigación.
Chavarría (2005) esgrimía que esto muestra “la descorporeización del ser humano, que pasa a estar en una relación horizontal con lo no-humano (…)” y que la cibernética y las biotecnologías dan base al pensamiento posthumanista “porque sus descubrimientos han permitido a filósofos y científicos, imaginar un mundo construido más allá de los postulados humanistas, con seres que traspasan los límites biológicos (…)». (p.2). (1).
El famoso film “Terminator” (1985) proyectaba un futuro que hoy sabemos  no era muy lejano: la posibilidad de extender la vida mediante inteligencia artificial (IA), como parte del llamado “posthumanismo”. Entonces, la bioética debe tener primordial consideración, pues tal vez grupos de poder mundial apuntalen el camino a la transformación de derechos y nuevos seres “humanos”. (2)
Por ejemplo, Kayum Ahmed, director de Acceso y Responsabilidad del Programa de Salud Pública (PHP) de Open Society Foundations – en un artículo publicado en  openglobalrights.org el 10 de abril de 2019- se quejaba (basado en la descolonización) de que “los marcos de los derechos humanos están profundamente arraigados en un discurso que privilegia lo humano”. (3)
 Aunque admitía que “las concepciones de lo que constituye lo humano se han visto erosionadas por el desarrollo de la inteligencia  artificial (IA) y el transhumanismo, que favorecen el  surgimiento de nuevos tipos de humanos”, Ahmed adelantaba que la “Cyborg Foundation”  había elaborado “una Carta de Derechos de los Ciborgs” (*) que incluía “igualdad para los mutantes”, tal como a las personas naturales. (3).
Siendo así, hay que estar claros que, el transhumanismo plantearía-de acuerdo a LLamas, J. (2019), citando a Cortina & Serra, (2015)- “un ser humano en transformación, con algunas capacidades físicas y psíquicas superiores a las de un humano normal”; y en el posthumanismo “sería un ser natural artificial con unas capacidades que sobrepasarían de forma excepcional las posibilidades del hombre actual”. (p.31). (4).
Al respecto, el pasado 25 de noviembre la Unesco anunció que -por fin- se logró un “primer acuerdo mundial sobre la ética  de la inteligencia artificial”, que según news.un.org,  creó un marco ético que define “valores y principios comunes que guiarán y garantizarán un desarrollo saludable de esta tecnología”. Hay un link en la web de la Unesco que llevaría al documento antes referido, pero al cierre de este artículo no abrió. (5).
En todo caso, es necesario tener presente que el ordenamiento mundial giró súbitamente en el siglo XX y lo que va del siglo XXI y el poder político que permeaba todas las áreas de la vida humana desde el primer lugar de importancia, fue sustituido por el poder económico y por los massmedia, controlados por emporios transnacionales que construyeron alrededor de la teoría globalizante de la «aldea» cibernáutica, nuevas relaciones de poder.
Tal como planteara la filósofa Braidotti, R. (2021) en entrevista a lab.cccb.org,  “el concepto “humano” siempre ha tenido una carga de relaciones con el poder, de exclusión y de inclusión. Nunca ha sido un concepto neutro ni inclusivo. El ser humano debe definirse a sí mismo en un contexto de cuarta revolución industrial, con la explosión de la ciencia y la tecnología”. (s/n). (6).
La investigadora advertía que “por el momento las decisiones sobre lo que seremos las toman las grandes corporaciones o los políticos. Los ciudadanos normales o bien están asustados, o bien están excluidos”. (s/n).  Al respecto, Braidotti recuerda que hay que expandir la visión sobre el sistema político y económico reinante. (6).
“El problema es que hablamos de capitalismo, pero ya no es el capitalismo de Karl Marx. (…)  El capitalismo de hoy no necesita producir nada para ganar dinero, puede sacar provecho de la nada: por ejemplo, inventando una nueva mercadería como el crédito.  El capitalismo contemporáneo gana dinero a partir del conocimiento. La ciencia, la neurociencia, las tecnologías de la información, los códigos biogenéticos, los algoritmos: todo eso es el capital”. (s/n). (.6)
Por tanto, hay que prestar mucha atención y adentrarse en la marea que viene empujando la emisión de “nuevos derechos humanos” y “nuevos” seres “humanos” enmarcados en una tecnología de punta que supera la frontera de la informática puesta al servicio de la humanidad.
Referencias:
(*) Ciborgs: “Ser formado por materia viva y dispositivos electrónicos”. https://dle.rae.es/c%C3%ADborg
1. Chavarría, G. (2010) El Posthumanismo y los cambios en la Identidad Humana.  Recuperado de https://biblat.unam.mx/es/revista/reflexiones-san-jose/articulo/el-posthumanismo-y-los-cambios-en-la-identidad-humana
4. Llamas, J. (2019). Derechos humanos, Transhumanismo y Posthumanismo. Recuperado de riudg.udg.mx
5. Primer acuerdo mundial sobre la ética de la inteligencia artificial
*Ramaris Vásquez, periodista venezolana. Con estudios de Especialización en Derechos Humanos de la Universidad Nacional Abierta (UNA). Venezuela.

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