Notitia Criminis •  11/05/2010

Público: “Bono niega trato de favor en la permuta de Estepona. El constructor Rafael Santamaría le dio dos áticos de lujo a cambio de un piso de 25 años”

La ahora quebrada CCM patrocinando la hípica de bono en 2008

“El presidente del Congreso, José Bono, admite que su familia acumula un patrimonio inmobiliario superior a 6,5 millones de euros, pero subraya que el origen del dinero “está perfectamente acreditado”.

Así comienza el artículo del Diario Público aparecido hoy y firmado por Manuel Rico y Alicia Gutiérrez. Contando exclusivamente lo declarado por Bono a El Mundo, a El País y a Público, esta sería la tercera versión que el de Salobre da sobre su patrimonio, el cual, en cada una de ellas ha ido aumentando.

Pongamos dos ejemplos. En el Mundo, las “fuentes cercanas a bono” –pero que según “fuentes cercanas” a ese periódico, no eran otras que el propio Bono– afirmaron que la familia tenía un ático en Estepona y la intención de comprar un apartamento en Campello. Semanas después, cuando la información publicada ya había contradicho tales declaraciones, El País, que sí cita a Bono y no a las “fuentes cercanas”, acepta que los apartamentos de Estepona son dos y que el apartamento del Campello ya estaba comprado.

Sea como sea, Bono asegura haberse “desnudado” como ningún otro político lo ha hecho hasta ahora. Falso. Bono no ha hecho tal, no se ha “desnudado”, le han “desnudado”, muy a su pesar a juzgar por la desgana y retraso con el que se ha visto obligado a ir reconociendo públicamente ser propietario de lo que es propietario, él o su familia, que viene a ser lo mismo.

Asegura haber aclarado nítidamente el origen de su patrimonio, pero eso tampoco es cierto. Bono ha situado el origen de ese patrimonio en las ganancias asombrosas de dos sociedades y en un contrato no menos asombroso que la firma Tous ha suscrito con su señora esposa. Nadie ha visto esas facturas. Nadie ha visto el contrato entre Tous y Ana Rodríguez Mosquera. Nadie, salvo los protagonistas, claro está, conoce cuanto y por qué le han pagado los patrocinadores de Hípica Almenara, entre los que está –al menos ocasionalmente– la quebrada Caja Castilla-La Mancha, cuando estaba presidida por su íntimo Hernández Moltó. Lo que sí hemos podido ver son los documentos que acreditan los abultados regalos recibidos de manos del constructor Rafael Santamaría, con unos cuantos millones de metros cuadrados recalificados en Castilla-La Mancha; y lo que también se sabe es que, si asombrosas son las ganancias de las empresas de Bono, no menos asombrosas son las bicocas que encuentra a la hora de comprar inmuebles. El piso de la calle San Justo de Madrid, por poner un ejemplo, le costó, según él dice, 450.000 €, la mitad siendo generosos con él, de lo que las estadísticas oficiales marcan para el precio de la vivienda en esa zona.

Sin embargo, si algo de lo dicho por Bono sume en la más paralizante perplejidad, es su convencida afirmación de que la permuta del piso de Mirasierra por los dos áticos de Estepona no le favoreció. Al respecto, léase el artículo aparecido hoy en Público y júzguese, si es que la devotio ibérica lo permite:

“A. G. / M. R. MADRID 11/05/2010 06:00 Actualizado: 11/05/2010 06:12

Una parte significativa de las operaciones inmobiliarias de la familia Bono se ha canalizado a través de tres sociedades: Hípica Almenara, Ahorros Familiares Saja y Attack 84, esta última creada en 2008 por los hermanos José y Ana Bono. Apenas constituirse, Attack compró el chalet adquirido en Bargas (Toledo) para José Bono hijo, quien a su vez trabaja como encargado de Hípica Almenara. Esta empresa, que en 2008 anotó 316.100 euros de beneficio neto, no ha repartido nunca dividendos. Ahorros Familiares Saja los distribuyó (456.000 euros) en 2008 por primera vez.

Almenara es la propietaria de los valiosos terrenos de la explotación equina. Y, también, del nuevo apartamento comprado por la familia en El Campello (Alicante). Pero es Saja, gestora de las franquicias de Tous obtenidas por Ana Rodríguez, la gran protagonista de una operación clave: la adquisición, mediante permuta con la inmobiliaria Reyal, de dos áticos localizados en una urbanización de lujo de Estepona (Málaga). El intercambio se produjo en julio de 2006, tres meses después de que Bono cesara como ministro de Defensa. Los Bono se hicieron con los áticos permutándolos por un piso de más de 25 años situado en la colonia madrileña de Mirasierra. La permuta de productos finales constituye una figura extraña en el mercado inmobiliario, máxime en tiempos de bonanza, como lo era todavía 2006.

Otras tasaciones en el mismo complejo difieren bastante de la de Bono

La propietaria de los áticos era la empresa inmobiliaria Reyal, propiedad de Rafael Santamaría, amigo de Bono y cuya esposa amadrinó a la benjamina de la familia, Sofía. A efectos de permuta, el piso de Mirasierra y su correspondiente plaza de garaje se valoraron en 925.000 euros. El piso tiene 137 metros cuadrados , se ubica en un edificio de viviendas y fue aportado en 2004 a Ahorros Familiares Saja por el matrimonio Bono.

Para la permuta, Reyal aplicó la misma valoración, 925.000 euros, a los dos áticos, cuya superficie techada suma 267 metros cuadrados y que otorgan a su propietario el uso y disfrute exclusivo de los siguientes bienes: dos plazas de garaje de 26 y 28 metros, dos azoteas-solarium de 32 y 146 metros y otras tres terrazas de 20, 71 y 2,6 metros.

Tasación en la escritura

Cedió en 2006 un crédito a su hija Ana por importe de 342.000 euros

Bono afirma que la tasación de los dos lotes sujetos a intercambio se incorporó a la escritura de permuta y niega cualquier trato de favor. La comparación con los precios de otros inmuebles de la zona es, sin embargo, llamativa. Reyal valoró en 395.900 euros el ático de menor tamaño (114 metros de superficie techada). Una nota registral recabada por Público confirma que otro ático de idénticas dimensiones (114 metros de superficie techada) y encuadrado en el mismo complejo, Las Náyades, se valoró en 566.864 euros cuando su propietario lo hipotecó en diciembre de 2005.

Sin bienes en común

Hasta el año 2006, Ahorros Familiares Saja ostentó la titularidad de todos los bienes adquiridos por José Bono y Ana Rodríguez (salvo los que él heredó a la muerte de sus padres). El 14 de abril de 2004, pocos días antes de que Bono jurase como ministro de Defensa, el matrimonio pasó a estar en régimen de separación de bienes. Y dos años más tarde, en febrero de 2006, la pareja decidió repartirse los bienes para no tener ninguno en común. Para ello, Saja reestructuró su accionariado, del que salió Bono.

A cambio de las acciones de la empresa, el entonces ministro de Defensa recuperó para sí la propiedad exclusiva de la casa de Olías (Toledo) y se hizo acreedor de Saja, que pasó a adeudarle 342.000 euros. Bono cedió el crédito a su hija Ana. Y, en febrero de 2009, Saja liquidó con ella la deuda entregándole la propiedad de un piso en Toledo y de otro en Madrid.

En cifras: Un salto espectacular a partir de 2003

2,7 millones Declaraciones a hacienda

Los ingresos totales declarados a Hacienda por José Bono y Ana Rodríguez, entre 1983 y 2008, ascienden a 2,7 millones de euros. Pero en los últimos cinco años se multiplicaron de forma significativa, especialmente porque Ana Rodríguez empieza a ingresar sueldos de seis cifras gracias a la gestión de las tiendas de Tous. Con el cambio de milenio, los Bono también pusieron en marcha sus dos empresas, montadas en 2001 y 2004.

2,5 millones Empresas muy rentables

Las dos sociedades de los Bono, Hípica Almenara y Ahorros Familiares Saja, han generado importantes ganancias. Ambas tuvieron pérdidas moderadas en su primer ejercicio, pero desde entonces acumulan más de 2,5 millones de euros en beneficios. Eso sí, han sido muy prudentes a la hora de repartir dividendos. Únicamente Saja, en 2008, entregó a sus accionistas algo más de 450.000 euros.

2,2 millones Carga hipotecaria

Los Bono tienen deudas hipotecarias que superan los dos millones de euros. Una pesada carga que les obliga a pagar miles de euros en intereses mensuales”.


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